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— ¡Hola! — me sonrió, haciendo notar sus pómulos rojizos.

— Qué bueno que llegaste. — dije y lo jalé de la mano para sentarlo conmigo.

— Dime, ¿qué pasa?

— Bueno, tengo un muy, muy, grave problema.

Sus cejas se elevaron al mismo tiempo en un gesto de sorpresa pero luego pasó a ser un ceño fruncido bañado de un matiz de preocupación.

— ¿Qué tipo de problema? ¿Qué es? — inquirió, visiblemente atento.

— Bueno, ¿prefieres que te lo diga sin tantos rodeos? — pregunté, a lo mejor así era más fácil para mí.

Asintió.
— Creo que me gusta tu hermano. — dije, casi hablando entre dientes, consumida por la vergüenza.

— ¡¿Qué te gusta quién?!

— No me hagas repetirlo. —lo fulminé con la mirada.

— ¿Estás enamorada de KyungSoo? — preguntó y su voz se mezcló con alguna chispa de arrebato repentino.

— No, no, no. Enamorada, no — negué rotundamente, meneando la cabeza — Sólo, me gusta… mucho. — admití, ruborizándome.

— Vaya. — se recargó con aplomo sobre el respaldo metálico de la banca —. Ahora somos compañeros del mismo dolor. — bromeó.

— JunMyeon, no estoy enamorada de tu hermano. — volví a especificar.

— No por ahora.

Le fruncí el ceño y el rió.

— Vamos, cuéntame cómo ocurrió. — me palmeó la pierna cariñosamente.

— Bueno. — suspiré — creo que fue desde que lo vi. Mira, yo no creo en el amor a primera vista, pero cuando vi a KyungSoo, me atrajo al instante. Tu hermano es muy apuesto.

— Ya he oído eso. — musitó.

— Bueno, tú no te quedas atrás. — admití.

— Gracias. Continua.

— Él no me dijo que era novio de Annie, y Annie tampoco me mencionó que tenía uno; así que mis pensamientos volaron libremente y entonces chocaron contra una dura pared cuando me enteré de que ellos eran pareja.

— ¿Cómo te enteraste?

— Escuché a Annie decirle ‘amor’ y luego besarlo.

— Oh — musitó y quiso fingir indeferencia, pero fue notable que le dolió. Capté entonces que debía guardarme comentarios como ese.

Continué.
— Luego Annie me explicó que lo eran y… yo comencé a convivir con KyungSoo, ya sabes, mientras espera a que Annie llegue del trabajo y eso; luego…

— Espera, espera — me interrumpió — ¿Cómo que convives con KyungSoo mientras espera a que Annie llegue?

— Sí, bueno, Annie llega a las ocho de la noche y KyungSoo va a las siete al departamento.

— ¿Por qué hace eso? — preguntó, confundido.

— Dice que es agradable estar allí. — me encogí de hombros.

La cabeza de JunMyeon se meneó y luego soltó una risita junto con un resuello.

— Continúa, continúa.

— Bueno, empecé a convivir con él, llevarnos bien es fácil, es agradable y divertido, pero mientras más convivíamos, empecé a sentir cosas por él.

M. de P. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora