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Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov 2D:

― ¡Toochi! ―exclamó habiendo terminado sus pancakes con sirope que Russ le cocinó gustoso.

La miré temeroso― ¿S-Sí?

Me sonrió― 大好き!

Incliné mi cabeza como signo de confusión; la niña de diez años que se encontraba a mi frente se rió sonoramente, dando a entender toda la inocencia que la rodeaba.
Al parar, me miró una vez más y, abriendo sus oscuros ojos del todo, centró su mirada en mis azulados ojos tras la barrera de sangre.

Se dio en el pecho― ¡Yo! ―me señaló― ¡Tú! ―hizo un corazón con ambas manos mientras sonreía― 大好き!

― ¡Oooh! ―me reí bastante emocionado y la abracé con fuerza― Yo también te quiero, Noodle.

Ésta me correspondió el abrazo. En ese momento supe que nuestra relación sería distinta a la que teníamos o íbamos a tener con el resto... nuestra relación de fraternidad sería mucho más fuerte que cualquier grupo de hermanos que se quieren. Nuestra relación sería simplemente muy especial.

― Toochi.

― ¿Sí?

― T-Te... ―empezó a pronunciar con dificultad― ...q-q-q-quero ―tomó aire y sonrió― ¡Te quero! ¡Toochi quero! ―comenzó a reírse gracias a haber dicho una frase.

La abracé de nuevo, riéndome con ella por la felicidad.
Te quiero, Noodle.

.

.

.

Te quiero... Noodle...

Abrí mis ojos inundados en lágrimas por ese recuerdo tan grato que soñé. No tenía las fuerzas para levantarme de la cama y no sentía el hambre suficiente como para comer aunque fuera una mísera miga de pan; miraba al techo blanquecino, con bolas de papel arrugadas a mi alrededor.
Dichos papeles eran poemas, poemas de disculpa hacia Noodle. Al final, ninguna me convencía lo suficiente por lo que las arrugaba haciendo la mítica bola... no me convencían porque siempre sacaba mis sentimientos hacia la azabache...

Me pegué varias cachetadas― ¡Tengo que olvidarme! ―grité a mi ser.

Mi labio inferior empezó a temblar y, antes de darme cuenta, lágrimas estaban dejando mis ojos, escapando de ellos. Tengo que olvidar esto que siento... no traerá más que problemas...
No traerá... No...

Volví a llorar desconsoladamente. ¡La amo! Esa japonesa fue la única mujer que ha estado, sin duda, a mi lado. ¡Nunca me ha abandonado y siempre ha querido lo mejor para mí! Ella... ella... ¡Amo a Noodle!
Sintiendo tal dolor en mi corazón y, dándole la bienvenida a mis antiguas migrañas, tomé unos calmantes. Necesitaba más. Más. Más.

Más...

Abrí el cajón en busca de más. Todas las cajas que compré la última vez ya no estaban.
De seguro que alguno o algunos de la banda las escondieron para evitar otra sobredosis por mi parte. Tomé mi almohada, metí la mano por un hueco escondido y saqué el envoltorio de distintas pastillas para las migrañas.

― Una pena que no conozcan cada rincón de mi habitación ―sonreí con mis ojos borrosos por las lágrimas y mi mirada desenfocada.

Me tomé tres de golpe, las mastiqué y las tragué. A sabiendas de que tardarían en hacer efecto, cogí mi melódica y me puse a tocar la melodía de "Broken"; en estos momentos me identificaba maravillosamente.

AnonymousDonde viven las historias. Descúbrelo ahora