Anonymous

•27•

Halo~ 💙💜 Bye~ 💜💙

Pov 2D:

Ahí la tenía, debajo mía. Mis manos comenzaron a viajar por su cuerpo, bajo la vestimenta que llevaba; en cuanto escuché unos leves gemidos a causa de mis caricias, volví a mí mismo, viendo en qué me estaba metiendo.
Lo único que hice fue preguntarle a Noodle si es así cómo quería esto pero... ¿acaso es así cómo yo lo quiero? ¿Deseo hacer esto que en algún momento pasó por mi cabeza por un pequeño instante así sin más? No podía seguir... me imaginaba haciendo el amor con Noodle y no simple sexo gracias a impulsos tontos... no quiero esto...

― ¿2D? ―preguntó la asiática― ¿Todo bien?

Me eché a un lado― Noodle yo... no quiero hacer esto así... lo que en realidad quería era algo más... ―tomé aire― más distinto... ¿sabes? ―la miré temeroso.

― Yo también... pero viendo la situación... ―se subió encima mía y se quitó su camiseta― ... no tengo otra opción... ―se agachó hasta estar a mi altura― Hazme tuya, Stu...

Tragué saliva, viendo aquello que siempre quise ver y la miré a los ojos, verificando su consentimiento.

― ¿Estás seg-

― ¡Hazlo ya! ―me besó con la lujuria consumiendo su ser.

Mis manos, que hasta el momento estaban quietas sobre la cama, subieron por sus piernas hasta llegar a su cintura; de la cintura, bajaron a los muslos para acariciar un poco más.
Noodle separó sus labios de los míos, recobró su postura y comenzó a mover sus caderas, soltando más gemidos tenues.

― Espero que no te eches atrás ―comenté mientras desabrochaba mi pantalón.

Sonrió― No lo haré.

Nos dejamos llevar por la pasión una vez más; estaba agradeciendo a los dioses que Russel tuviera un sueño tan profundo pues los gemidos de Noodle eran tan fuertes como placenteros. Me pareció extraño que Murdoc no hubiera interrumpido abriendo la puerta de golpe... qué raro.

•••••••••••

Miré a Noodle, ésta yacía encima mía, acariciando mi pecho desnudo. Yo, me encontraba acariciando su espalda... habíamos cruzado la raya... ahora sí que no podíamos volver atrás, a estar como antes...

― Noodle...

Me miró― ¿Sí?

― Uh... ―suspiré― Después de esto... voy a necesitar mucho tiempo a solas para pensar...

Asintió― Lo sé... y sé que nos hemos pasado... yo...

La callé besando sus labios y, al separarme, la miré fijamente a los ojos. Ella siempre fue la única que sabía dónde se encontraban mis azulados ojos... la única.

― Dijimos nada de arrepentirnos.. sé que ibas a disculparte pero no hay nada a lo que pedir perdón ―me senté sobre la cama― Simplemente hicimos lo que nuestros corazones querían y ya está...

Se sentó a mi lado― Entonces... ―abrazó mi brazo― ¿Crees que podamos repetir?

― ¿Por qué dices eso?

Se sonrojó levemente― Eres la segunda persona con quién hago esto y pues... necesito experimentar más... estoy muy cerca de los treinta y pues...