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DIEZ: La fiesta de Carol Danvers

::Bombón Asesino::

  Carol Danvers vivía a las afueras de la ciudad, claro que no lo hacía en una casa normal, si no más bien en una hermosa mansión. El patio de la chica era de dos ectarias, con una pileta casi de natación olímpica y un quincho en el fondo que esa noche no iban a usar, por lo tanto estaba todo oscuro.

  La fiesta se daba adentro, en el living, él cual parecía hasta más grande que la casa de Scott. Los muebles estaban esparcidos en los costados, dejando un enorme espacio en el centro para bailar. En esa parte, en el techo, había luces de colores que iban cambiando constantemente y, a un costado, varios parlantes conectados a una computadora en la que se reproducía una playlist que Carol había armado especialmente para la fiesta.

  Había una barra al final del living, aunque sin alcohol; una enorme cocina repleta de comida desde sandwiches salados, tortas dulces y pizzas agridulces de chocolate; y una sala de juego que más bien parecía un arcade con un montón de máquinas antiguas de videojuegos, como el Pac-Man o el pinball.

  En conclusión, era imposible que te aburrieras en ese lugar o que la pasaras mal.

  Al verse todo tan perfecto y hermoso, Scott creyó que podría sentirse más seguro, pero no fue así. En su lugar, se sintió incluso más preocupado y ansioso; nada podía parecer tan bueno en su vida sin que él o alguien más lo arruinara.

  —No man, este lugar es increíble— le comentó Hope a Scott cuando estaban entrando.

  Había bastante gente ya. Estaban esparcidos en todo el living mientras tomaban Coca-Cola, comían papitas, charlaban de boludeces o escuchaban la música relativamente tranquila que Carol había seleccionado.

  —Hey ¿Estás bien?— interrogó Hope a su amigo mientras caminaban un poco alejados del grupo por el living y decidían que hacer.

  —Si, si, solo un poco nervioso por lo de Peter— contestó Scott y subió las manos con intenciones de acomodarse la gorra, pero a mitad de camino recordó que no la había llevado. Se acomodó el cabello a los costados para disimular su movimiento.

  —No estés así, Scotty— Hope pasó un brazo por los hombros de su amigo y le dio un beso en si mejilla—. No se que planeaste hacer, pero seguro que todo va a salir bien.

  —Ese es el problema, no planee nada, jeje— confesó Scott y escuchó como su amiga soltaba un suspiro que lo asustó, seguro había arruinado todo al no tener nada preparado, pero se tranquilizó al escuchar su voz más tranquila de lo normal.

  —Mejor entonces, todo va a salir más natural. Solo tenés que hablarle como una persona normal, tal vez bailar, o jugar al Pac-Man y, quien sabe, tal vez salga algo esta noche.

  —Sí, tal vez tengas razón...— si Scott quería agregar algo, no habría podido ya que todo el grupo fue invadido por la anfitriona de la fiesta.

  —¡Hey! Hola gente— saludó Carol a los gritos llegando con todo el grupo de Scott y abrazando a éste y a Hope quienes eran los que tenía más cerca, aunque después se dedicó a saludar a cada uno individual con un beso en la mejilla— ¿Cómo están? ¿Recién llegan?

  —Si, acabamos de entrar— contestó Scott son una enorme sonrisa, Carol lo ponía de buen humor.

  La chica se encontraba igual de sonriente que siempre, pero también muy agitada. Tenía el cabello suelto y alborotado (aunque parecía que esa era la intención) y se lo iba quitando del cuello y la cara medio transpirada, parecía que había estado acomodando todo de un lugar al otro. A pesar de eso, su maquillaje estaba perfecto, al igual que su remera musculosa de Guns N' Roses, sus jeans azules y sus botas negras.