Instinto competitivo

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La risa de Julián se escuchó por toda la plaza. El rubio estaba tirado bajo un árbol agarrándose el estómago que ya le dolía de tanto reír. Ezequiel estaba sentado a su lado mordiéndose el labio para no estallar en carcajadas al igual que el rubio. Ambos estaban frente a un castaño sonrojado detrás de las manos que le cubrían el rostro.

-No es gracioso-gimio el chico, haciendo que Julián riera más fuerte de ser posible.

-Perdona pichón, pero en realidad es un poco gracioso-dijo Ezequiel, disimulando la risa con tos.

-Voy a necesitar asistencia psicológica de por vida. No creo que pueda volver a entrar a ese baño.

-Podria haber sido peor-el pelinegro trato de consolar a su amigo-Podrias haber entrado al baño durante la ducha. Pero tuviste suerte, solo los viste salir de ahí.

El castaño levando la vista y clavo su mirada en su amigo-Ahora entiendo todo. Ya sé porque estás saliendo con Zoe, los dos son el uno para el otro.

-¿Le contaste a Zoe?-pregunto Julián, limpiándose las lágrimas alegres de sus ojos-¿Que dijo?

-¿Vos pensás que le contaría esto a ella?-lo miró como si hubiera dicho algo incoherente-Seria peor que ustedes. Es más, me arrepiento de haberles contado esto a ustedes.

-Dale Gabo, ¿quien no vivió una experiencia traumática como esa alguna vez?-Ezequiel ya no estaba ocultando su risa.

-Yo cuando vivía con mis abuelos, por ejemplo-gruño el castaño-No creo que pueda volver a mirarlos a los ojos.

-No viste nada grave-dijo Julián-Solo a tu papá y Diego saliendo juntos del baño.

-Recien bañados-señalo Ezequiel.

-Recien bañados-Ezequiel repitió las palabras de Julián-pero fuera de eso no viste nada raro.

-Todos sabemos lo que posiblemente ocurrió ahí dentro-Ezequiel estaba sonriendo espeluznantemente-Pero no viste ni escuchaste nada así que deja de quejarte.

-Pero sé lo que pasó ¡Y yo sé que ellos saben que yo sé! No saben lo incómodo que fue el desayuno con Diego está mañana.

-Tranquilo Gabo-el rubio parecía estar pasando el mejor día de su vida-Veamosle es lado positivo.

-¿Que lado positivo?

-Ahora sabes que por nada del mundo tenés que levantarte después de tu hora de dormir. Ni para ir a tomar agua.

-Son dos boludos-sentencio el castaño sobre la risa de sus amigos-En serio, son dos boludos.

-Pero hablando en serio-comenzo Julián-¿Como están las cosas con tu papá?

-Despues de que Diego me sugiriera amablemente ...

-Queres decir, después de que te obligara-proporciono Ezequiel.

-Que le cuente sobre la beca-prosiguio hablando, ignorando a su amigo-Las cosas se pudieron tensas otra vez.
Aunque habíamos mejorado bastante.

-Hasta anoche-volvio a interrumpir el arquero. Ganándose una risita de Julián y un gemido lastimero de Gabo.

-¿Por qué no le pasan estas cosas a Lorenzo o a Zoe?

-Por lo menos no fue al revés-trato de consolar el diez de los átomos-Imaginate que te hubieran agarrado a vos con una chica.

-O un chico-Ezequiel le guiño un ojo.

-¿Te gustan los chicos?-pregunto Julián curioso.

-Me gustan las personas-dijo el castaño-Pero si, probablemente hubiera sido peor porque: primero, me habrían castigado hasta que cumpliera los treinta y segundo: tendría que tolerar una charla incómoda sobre sexo seguro y cosas de las que NO quiero hablar con ellos.

Él no es mi hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora