Él no es mi hermano

La verdad I

Los Halcones estaban esperando en el hall del IAD para despedir a los Guardianes. No estaban exactamente contentos con esta noticia, de hecho, todo lo contrario. No querían ver los rostros de esos presumidos que ya creían que tenían la primera fase del campeonato comprada.

-¿De verdad tenemos que despedirlos?-pregunto Lorenzo desde donde estaba parado junto a Gabo. Tenía unas inmensas ganas de pasar el brazo sobre los hombros de su chico y atraerlo más hacia él, pero sabía que no podía hacerlo...o bueno, tal vez sí y nadie se daría cuenta, ya que su relación había cambiado drásticamente y nadie parecía haberlo notado. Pasaron a no poder estar en la misma habitación a estar casi unidos por la cadera y nadie había hecho ninguna pregunta.

-Eso-Ricky estuvo de acuerdo-Se portaron muy mal con nosotros.

-Yo todavía tengo pasta dental en el pelo-se quejo Dede. Los Guardianes le habían devuelto el favor de las bromas con las que él y catorce estaban aterrorizando a todos en el iad.

-Pero, ¿Cuántas veces te bañaste?-Gabo lo miró con duda.

-Una vez y media.

-Una vez y media, ¿Cómo funciona eso?-pregunto Gabo. Felipe desde en frente de él le hizo señales con las manos para que no pregunte más.

-Me limpio la mitad del cuerpo. Un día me toca la mitad superior, otro día la mitad inferior. Se gasta menos agua.

Gabo hizo un gesto de disgusto al tiempo que Felipe lo miraba diciendo te lo dije.

Francisco llego justo en ese momento con las manos en los bolsillos y con aspecto cansado-Chicos, chicos, prestenme atención un momento. Yo sé que están molestos con el resultado, pero les pido que cambien la cara y que despidan de la manera correcta a nuestros invitados, ¿Si?

Un coro de asentimientos desganados llegó de los chicos al tiempo que aparecían los Guardianes detrás de Francisco.

-Hola, ¿El entrenador de ustedes?-pregunto el mayor a los chicos del equipo contrario.

-No estoy seguro, creo que debe estar viniendo-respondió el capitán del equipo.

-Bueno, lo voy a buscar, ahora vuelvo-miro una última vez a sus alumnos con advertencia antes de marcharse.

Los chicos comenzaron a saludarse de manera brusca ante las caras engreídas de los chicos visitantes. Gabo juró más que nunca que les borraría esas sonrisas de sus rostros.

-Federico, pásame tu celular-dijo el capitán mirando a Gabo y Lorenzo-Quiero registrar este momento para reírme todo el viaje de la cara de la derrota.

-Alguien le quiere explicar que no fue una derrota, que fue un empate-Adrian dijo moviéndose del lado del goleador y del diez, al igual que el resto del equipo, uniéndose como un bloque.

-Si vos lo decís-respondió burlón el Guardián.

-Pero bueno chicos, el fútbol es así-comenzó Ricky entrando en la batalla verbal-Ya vamos a tener la revancha.

-Es el único consuelo que les queda, ¿No?-otro de los chicos del equipo contrario comento.

-Te felicito Martín-uno de los jugadores se acercó al chico de anteojos y le tendió la mano antes de voltear a mirar a sus amigos-¿Por qué no nos sacamos una foto con él? Si casi que jugó para nosotros.

Martín se les estaba por echar encima de no ser por Dede y Daniel que lo detuvieron.

-Con ese mismo criterio tendríamos que sacarnos una foto con el resto del equipo también, ¿No?

-Ey, ¿Por qué no se callan? Están en nuestra casa y no en la suya-Gabo ya había tenido suficiente de esos idiotas.

-Eso, si quieres respeto allá, primero tienen que respetar aquí-les dijo Ricky apoyando a su amigo.