Amigos con Beneficios (COMPLETA)

Capitulo 11: Cumpleaños

"Ese no puede ser lo único" Me sorprendió, lo negó inconscientemente.

De repente se puso de pie y tomó la ropa que acababa de quitarse en la cama.

De una forma extraña, le pregunté: "¿Qué pasa?"

"No nos vamos a encontrar de ahora en adelante..." se puso los pantalones con prisa.

Estaba allí, aturdido. La atmósfera de romanticismo desapareció repentinamente, y yo había esperado terminar bien nuestra relación. "¿Cuál es tu problema? ¿No es solo un auto? Te compraré algo más..."

"No, no algo más, quiero exactamente ese auto"

"Ese auto fue algo que mi hermano me regaló. ¿No sería como una bofetada en su cara si doy eso? Oye..."

Justo cuando todavía estaba preocupado, él cerró de golpe la puerta y no volvió. Salí corriendo detrás con el torso desnudo y vi que la puerta del ascensor estaba a punto de cerrarse.

Se quedó allí dentro, mirándome sin comprender y me apresuré a abrir la puerta del ascensor... descubrí que su cara tenía una extraña expresión que hizo que mi corazón se incomodara.

Extraño

Cuando todavía me sentía extraño, él dio un golpe con el pie, mis manos simplemente se deslizaron y la puerta del ascensor se cerró. Solo escuché las risitas de los hombres y mujeres detrás de él en el ascensor.

La toalla alrededor de mi cintura no estaba firmemente, cae al suelo. Escuché el sonido de jadeos a mí alrededor, pero no me importó. Recogí apresuradamente la toalla en el suelo y la envolví alrededor. Hice a un lado a las multitudes que esperaban el ascensor y pensé: "¿De qué se trata todo esto?"

**

En su cumpleaños, envolví un ramo de rosas y llevé un pastel a su apartamento.

Después de presionar el timbre de la puerta, esperé un buen tiempo. Finalmente, alguien gritó con una voz impaciente: "¿Quién es?"

"Soy yo, Ou Jiang Jun".

La puerta se abrió y Lin se quedó allí con el torso desnudo, mostrando una mirada que significaba que no esperaba verme, frunciendo el ceño perezosamente: "¿Qué estás haciendo aquí?"

El olor en su cuerpo lo explicaba todo. He visto muchas cosas en este tipo situación, pero esta vez me sentía un poco incómodo.

Después de todo, todavía tenía las rosas en la mano.

Respiré hondo y pensé en la intención original por la que había venido aquí. Después de todo, tuve paciencia y dije: "Bueno, hoy es tu cumpleaños... estaba pensando que..."

"¿Por qué no llamaste antes de venir? Espérame; nos encontraremos más tarde."

En el momento en que estaba blasfemando, me empujó de nuevo: "Sólo vete". Dijo mientras luego cerró la puerta de golpe.

Ni siquiera tuve la oportunidad de darle el paste en sus manos.

Yo mismo tomé el pastel y le escribí algunas frases para él. No fue una selección aleatoria ordenada por mi secretaria a mi solicitud. Pero, no esperaba venir aquí, solo rompió mi corazón por un perro tan ingrato. Parece que es verdad que un hombre no debería tener corazón, ni pulmones. De lo contrario, la gente lo apuñala sin piedad.

Conduje hacia a casa con nada más que ira en mi estómago.

No recordé la cena hasta que llegué a casa, y también olvidé pasar por el supermercado. Mirando el refrigerador vacío y el pastel sobre la mesa, fruncí el ceño y quité el empaque del pastel, tomé un tenedor y comencé a comer. Solo unas pocas palabras quedaron intactas para él, porque no estaba dispuesto a comer.

No pude dormir por la noche, porque mi cabeza estaba tan pesada. Podría haber llamado a mi Sugar Baby para hacerme compañía, pero en esta noche en realidad quería estar solo.

Cuando estaba medio dormido y a punto de entrar en el país de los sueños, algunos viejos tontos comenzaron a llamar a mi puerta a las 3 am de la mañana.

Abrí la puerta con impaciencia, y mi tono no era bueno: "Es tan tarde, ¿Qué clase de mierdas tienes que no pueden esperar hasta mañana?"

Entonces me di cuenta de que estaba jadeando pesadamente y su cara estaba toda roja. Lo miré fríamente.

Él me sonrió, parecía que no hablaba en serio como antes. Como si de repente se convirtiera en un hombre completamente diferente, respiró profundamente: "¿Y si no es una mierda?"

"¿Te atreves a llamar imbécil por cosas, no por una jodida mierda?"

Levantó un poco la esquina de sus labios, y el seductor fue repentinamente de regreso como si el serio fuera falso. "¿No viniste cada vez debido a esa jodida cosa?"

Apretó la puerta para abrirla mientras hablaba, se metió en la habitación de lado. Puso la barbilla en mi hombro y me abrazó por detrás: "¿Umm, estás enojado?"

"Deja de actuar así, déjame cerrar la puerta"

Él solo sonrió alegremente y cerró la puerta con el pie.

"¿Por qué ese ramo de rosas se rompió en pedazos?"

Las aplasté cuando bajaba las escaleras de su apartamento. Cuando noté las rosas, ya era demasiado tarde.

Fruncí el ceño: "Haces demasiadas preguntas. Estaban así cuando las traje".

Volvió la cabeza y me dio un beso en la mejilla: "¿Son para mí, verdad?"

"Sólo un idiota te daría rosas".

"Umm? Ya te has comido el pastel, ¿Por qué no me esperaste?"

"¿Esperarte? Tu cita está programada para el próximo año..."

"Tsk ... qué mal está tu genio hoy"

Se acercó a la mesa y se sentó. Cogió el tenedor que acababa de usar y comenzó a comer. No olvidó tener modales y se dio la vuelta para darme las gracias.

Casi pensé que este no era el Lin Ye que conocía si no hubiera sabido su talento para actuar.

Su apariencia bajo la luz se suavizó, pero en una segunda mirada, pude ver los profundos círculos oscuros debajo de sus ojos. Su cuerpo parecía agotado, pero tenía un aura que no podía describir con palabras.

Me senté en la silla junto a él y no pude evitar reírme un poco. Tenía los aires de un príncipe. No es de extrañar que pudiera hacer a tantas chicas sus cautivas.

Cortó el pastel en trozos muy delgados y pareció que no le importaban los rastros de mis mordiscos que parecían como si un perro lo había atacado, y los trató con mucho cuidado.

Después de que terminó todo el pastel, se limpió la boca con una servilleta, me miró a los ojos y dijo en voz baja: "No deberías amarme...".

Me pareció gracioso: "¿No dijiste que solo somos sexo?" En lugar de amarlo, diría que quiero atraparlo. Más tarde, además de golpearlo, también quería acostarme con él.

"Entonces, ¿Por qué me miras así?"

"Creo que te ves bien"

"Tsk, ¿No estás enojado?"

"Ya no."

"Tan rápido..."

"Mientras estés dispuesto a engañarme".

"Estoy hablando en serio". Él frunció el ceño. La gente dice "Comprender el corazón de una mujer es tan difícil como encontrar una aguja en el océano". El corazón de este hombre no es menos escurridizo.

De todos modos, no me importaba. Sabía todas las respuestas cliché. Simplemente no quería que terminara aquí sin razón. "Ja, ¿Crees que es de tu incumbencia de quien me enamoro?"

Él entrecerró los ojos. "No te lo puedes permitir".