Amigos con Beneficios (COMPLETA)

Capítulo 41: Hermanos

Acepté muy felizmente cuando Chu Yuan Jiang sugirió que fuéramos a una excursión. Estaba contento de que él estuviera tan animado a pesar de que sus piernas todavía no estaban en buenas condiciones.

"Cuando perdí el uso de mis piernas, me arrepentí de no haber viajado mucho. En ese entonces, mientras estaba paralizado en la cama del hospital, me dije a mí mismo que si un día pudiera levantarme de nuevo, iría de excursión. Quería ver el paisaje desde la cima de la montaña. Ahora que las cosas van en la dirección correcta, finalmente tengo el tiempo y el ánimo".

Encontré un lugar cercano que quizás podría parecer como una colina en el mapa. Llamamos a la actividad 'excursionismo', pero en realidad, conducimos la mayor parte del camino a lo largo de la carretera a la montaña, y solo subimos en el último segmento.

Sin embargo, incluso eso le parecía demasiado desafiante para él, así que me ofrecí a ayudar: "¿Qué tal si te llevo sobre mi espalda?"

Él jadeó pesadamente, apoyándose contra un árbol. Una fina capa de sudor cubría su cabeza desnuda. Miró a la dirección de la cumbre, su cara lucía feroz, antes de limpiarse la frente: "Déjame hacerlo por mi cuenta. ¿Cuál sería el punto si me llevas hasta arriba?"

Después de un esfuerzo considerable, llegamos finalmente a la cima. La altura no era elevada, así que cuando miramos hacia abajo, todo lo que pudimos ver fue la hierba en las colinas cercanas. No pudimos disfrutar del placer de estar en la cima del mundo.

Chu Yuan Jiang estaba a punto de colapsar, así que rápidamente lo apoyé y dejé que él contuviera la respiración sobre mi hombro.

Acariciando su espalda, no pude evitar recordar las montañas místicas en las que había estado, con sus santuarios llenos y templos familiares, llenos de peregrinos haciendo cola para quemar incienso y pagar tributos...

(NT: Los templos budistas, taoístas generalmente se construyen en lo profundo de las montañas porque la gente cree que las deidades viven en las montañas y es necesario mantenerse alejado de la multitud para practicar la cultivación. La cultivación es el crecimiento del Qi, la energía, para superar los límites humanos y llegar a la inmortalidad.)

De repente sentí un poco de nostalgia.

Chu Yuan Jiang de repente hizo un comentario errático mientras miraba hacia la tierra fértil con aburrimiento: "Mi vida está completa. Me he levantado de donde soy, y ahora incluso he emigrado al extranjero".

Eso que dijo fue inesperado y no sabía cómo responder.

Dejó escapar un largo suspiro en la brisa de la montaña: "Junzi, estoy muy feliz. De Verdad."

Tomé su mano, convencido de que algo no estaba bien acerca de él, pero no podía decir exactamente qué era: "Me alegro de que estés feliz".

"He dejado ir el pasado ahora. De todo..." Él habló en voz baja, mirándome profundamente: "Si algo me pasa otra vez, no quiero ser una carga para ti una vez más".

Me sorprendió, pero de alguna manera logré mantener mi sonrisa. "¿De qué se trata este disparate?"

Se acercó a mí y sacó el colgante de Buda de jade sonriente que colgaba de mi cuello: "Te di esto para protegerte para que pudieras vivir una vida libre, no para encadenarte. ¿Lo entiendes?"

Tragué mi saliva nerviosamente. Lo entendí, pero decidí evitar el tema real: "Las cosas que haces... Incluso si están en contra de mis valores, mientras estés ganando dinero, no tengo nada de qué quejarme. No lo volveré a mencionar en el futuro, ¿De acuerdo?"

Puso el colgante de jade debajo de mi cuello y no dijo nada.

Después de un largo silencio, finalmente habló: "Tengo que ir a un viaje de negocios. No me sigas esta vez."

Lo miré en sorpresa. Me lanzó una leve sonrisa. "Junzi..."

Mi corazón se oprimió. De hecho...

De hecho... ambos lo sabíamos.

Ya lo habíamos sabido mientras aún se encontraba paralizado en la cama.

Tuve que cambiar la medicina para las heridas a sus partes privadas todos los días. Él siempre escondía su rostro en la almohada en esos momentos, y ni me hablaba ni me miraba.

Cuando mis dedos estaban dentro de él, se sentía ardiendo. Y a pesar de que había aplicado una generosa capa de ungüento en la superficie, sentí que mis dedos estaban atrapados en ese lugar cálido, y simplemente no podía sacarlos. También temblaba incontrolablemente...

Pero no pudo ser. Éramos hermanos.

Los hermanos eran de por vida. Ellos son los que nunca te dejarán ni te traicionarán. Si algo cambiara, sería una blasfemia contra ese ideal. Se convertiría en nada...

Le pregunté en voz baja: "El lugar al que vas, ¿está muy lejos?"

"Sí", respondió.

Sonreí, sintiéndome un poco vacío por dentro. "Bueno. Te acompañaré al aeropuerto.