Capitulo 11

67 3 2
                                    

- Estoy vivo... - Le dije a Natalia desde las sombras, la lluvia golpeaba la ventana y el viento la hacia temblar.

- ... - Natalia daba pasos lentos hacia mi, sus piernas flaqueaban y daban la sensación de que caería si daba otro paso, sus ojos amenazaban con nuevamente empezar a llorar y sus labios temblaban en incredulidad, ella no era capaz de pronunciar palabra alguna.

-*BOFETADA* ¡¡Idiota!!, ¿¿Tienes idea de cómo me encontraba?? ¡¡Valentina está muerta y creí que tú también!! ¿¿Dónde carajos estabas??- Me decía ella mientras que un mar de lágrimas bajaban por sus ojos, estaba a punto de quebrar en llanto.

Lo único que pude hacer fue abrazarla, ella pataleaba e intentaba golpearme, pero luego de un rato ella me correspondió el abrazo y lloraba desconsolada en mi hombro. Nos arrodillamos

- Lo lamento, nunca quise meterlas en este asunto. Ahora Valentina está... Y ni siquiera se si ya saben que soy un forastero- dije poniendo mi cara en el hombro de Natalia, podía sentir un nudo en el estómago y como las lágrimas querían salir de mis ojos

- No es tu culpa Jonathan... No sabías que esto sucedería, se qué al saberlo nos hubieras advertido o te hubieras alejado... No te preocupes por lo que sepan si eres o no forastero, nadie te vio la cara - dijo ella secándose las lágrimas

Hay veces en las que tengo demasiada suerte, incluso cuando no la merezco - dije, sin quitarme de donde estaba.

Podía escuchar unos pasos subir las escaleras, eran muy seguramente los padres de Natalia, entrarían en cualquier momento.

Vienen mis padres, ¿Que les dirás?- dijo Natalia algo sería, respirando un poco agitada por haber llorado antes de que llegara

No el que les diré, sino el que les mostraré. Intenta no hacer ruido - dije mientras me levantaba del hombro de Natalia y me ponía de pie, activando la visión sombría

Al momento en que ellos abrieron la puerta me vieron directamente a los ojos, aplicándoles inmediatamente una ilusión, en la que Natalia estaba profundamente dormida y cubierta por sus cobijas

Pobrecita... Debe estar fatal. Lo más seguro es que estaba hablando con alguien en el teléfono, será mejor dejarla descansar - dijo la madre mientras que veía a la cama con una voz de comprensión, en un tono moderadamente bajo

Si, debe ser horrible pasar por todo eso. Es una niña muy fuerte, salió igual a su madre. - dijo el padre, un poco más estricto pero igual de comprensivo y una leve sonrisa

La pareja salió de la habitación, cerrando la puerta lentamente para no hacer ruido

¿Desde hace cuánto puedes hacer eso? - me pregunto Natalia un poco más calmada

Desde hace ya un tiempo - le respondí mientras me iba a la ventana

¿Porque te vas? - pregunto Natalia mientras que me agarraba de la manga de mi camisa/gabardina

Necesito ver a alguien... - dije, sin darle tiempo a una contestación puesto que ya me había vuelto sombra y desaparecido del lugar

La lluvia caía ferozmente contra la ciudad, el viento sacudía violentamente los árboles y los relámpagos iluminaban todo por unos segundos como si fuese de día, dando unos estruendos semejantes a los de una bomba. Ese panorama no me dejaba ver más allá de 7 metros, así que opte por usar la visión siniestra.

Estaba corriendo y saltando por los techos de las casas y edificios, aprovechando el suelo mojado para deslizarme de vez en cuanto.

Cuando llegue a mi destino la reja estaba, normalmente, cerrada y una pequeña tienda de flores al lado también. Sin importarme mucho levante el portón de la pequeña tienda y saqué un ramo de rosas de un color rojo profundo. Abrí la gran reja del cementerio y camine lentamente, algunas lágrimas se escapaban de mis ojos y se escondían entre las gotas de lluvia.

El forasteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora