El forastero

Capítulo 14

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Solo pude ver esas imágenes en una secuencia frenética: mi familia siendo torturada y posteriormente asesinada, yo siendo atravesado por la espada de Daud, los decanos corriendo para atraparnos. Elizabeth barriendo el suelo conmigo en mi escuela, yo entrando por primera vez en la Fase 1. Hasta que de repente todo fue en reversa a una gran velocidad.

Las imágenes pararon para verme con 3 años, cuando me trasladaron al mismo jardín infantil dónde conocí a Valentina. Su familia y mi familia se volvieron muy amigos en poco tiempo.

Pude ver cuándo teníamos 5 años, cuando ella se cayó del tobogán y el primero en ir a ayudarla fui yo. 6 años, cuando estábamos en el parque acuático y ella me estaba enseñando a nadar, cuando me di cuenta que me sentía atraído por ella.7 años, mi primera pelea por defenderla de alguien que la había empujado, y mi posterior visita al hospital. 8 años, nuestra primera pijamada. 9 años, cuando intentamos cocinar en mi casa y casi provocamos un incendio. 10 años, nuestra primera visita al zoológico. 11 años, nuestra primera pelea y reconciliación.

Por último, cuando tenía 14 años, cuando ella y yo nos entregamos nuestro primer beso. Las imágenes repentinamente cambiaron al momento cuando ella recibió el golpe de gracia por mi. Solo pude verla ahí, de pie con los brazos extendidos, recibiendo el ataque que YO debería haber recibido. En sus últimos momentos cuando ella me dijo que me amaba, esa débil, pero feliz sonrisa de su ensangrentado pero delicado rostro...

"¡Está muerta por tu culpa!" ¡NO! No es cierto... "Claro que sí, Jonathan... ¿No te has puesto a pensar, porque a quienes más aprecias te dan la espalda o acaban muertos?"
¡¡CÁLLATE!! ¡¡NO ERES REAL!! "Pues te doy una pista, tú atraes la desgracia. Tarde o temprano todos morirán por tu culpa." ¡¡NO ES CIERTO!! "¿Cómo eres capaz de decirme que no es cierto? Acabas de presenciar como ella recibió un golpe que TÚ debiste recibir."  ¡¡CÁLLATE!! Todo lo que dices... son puras mentiras... "Incluso mataste a 2 niños. No eres más que un simple asesino..." Todo es... mi culpa...

Pude escuchar un leve susurro a lo lejos, no pude oírlo ya que estaba absorto en mis pensamientos. En mi mente se repetía una cosa, a Valentina ante mi, recibiendo un golpe no correspondido.

"Es mi culpa..." No podía negarlo, no ante tales pruebas. "No pude salvarla..." Aquel susurro se volvió un poco más fuerte. Unas grietas negras aparecieron en el azul del oscurecido "cielo". "Moriré aquí, cómo el pobre desgraciado que soy." Jonathan... "Murió por mi..."

De un momento a otro el pelinegro despertó de aquella pesadilla. Este solo repetía en voz baja "es mi culpa" una y otra vez. Este de un momento a otro sintió un cálido abrazo de parte de su amiga. Su cabeza estaba sobre el pecho de su amiga, escuchando el latir de su corazón, calmando las ansias del azabache.

El instinto maternal de Natalia había actuado para esta situación. Latido tras latido Jonathan se iba calmando cada vez más, hasta el punto en que pareciera que es una madre calmando a su hijo el cual había tenido una pesadilla.

- Todo está bien... - dijo Natalia mientras acariciaba el cabello de Jonathan. Ambos estaban sentados en la cama, escuchando las gotas de una leve llovizna golpear la ventana.

- ¿Porque tiene que pasar todo esto? - dijo Jonathan con una voz quebrada. - Natalia... ¿Ella está muerta por mi cul - no pudo culminar su oración, Natalia se le adelantó.