Podía ver una gran parte de la ciudad desde la cima de la mansión de los Wegner. Esta era tapada por la bruma de la lluvia, junto a los vientos y rayos que momentáneamente iluminaban la oscura noche. Esos rayos me recuerdan a esa forastera... Elizabeth. Me da asco el hecho de pensar en ella, pero algo de miedo el pensar que no la pude matar cuando tuve la oportunidad.
Quemé mi antigua ropa, exceptuando los zapatos. Tomé impulso y salté lejos de aquel hogar. En plena caída invoqué a mis dopplegangers para que me dieran un impulso con la ráfaga, llegando a cubrir mucha más distancia que solo los saltos convencionales. Aprovechando el impulso, corría por los techos y saltaba sobre los edificios. A ojos de cualquiera, no sería más que un borrón momentáneo.
Fue solo cuestión de minutos hasta llegar al bloque de apartamentos, la lluvia aumento su potencia, ayudándome también a camuflar el ruido que hice al aterrizar en la pared. Estaba algo cansado y agitado, usar los dopplegangers constantemente es algo extenuante. Como una araña, entré por la ventana y me colé en mi habitación. Fue una noche agitada.
Con silencio me sequé y me puse una pijama de color negro con una estrella gigante en la rodilla derecha de color blanco y una camiseta azul. Puse mi ropa nueva en la secadora que está en mi habitación y bajé a la sala a comer algo. Ya eran las 11 de la noche y no había comido nada.
Me serví un huevo revuelto con un pan tostado y algo de leche. Gracias a los dopplegangers no demoré más de 3 minutos en tener todo listo. Me senté en un sofá y degusté mi comida con hambre. No soy un gran cocinero, pero he mejorado desde que estoy en este bloque de apartamentos.
Mientras lavaba los platos, escuché una voz a mis espaldas, una voz que es más una molestia que un problema.
- ¿Pero a quién tenemos aquí? No es nada más y nada menos que el mismísimo "Sasuke Uchiha". - Dijo Carlos en un tono de burla. El estaba solo. Tenía un pantalón rojo con un cuadrado negro en la rodilla izquierda y una camiseta de tirantes blanca.
- Tienes muchos cojones para venir tú solo. Usualmente eres un cobarde que va en grupo, ¿Acaso a tu papi se le acabó el dinero? -
La lluvia era cada vez más fuerte, rayos iluminaban el cielo y su luz se colaba por las ventanas. La tensión se podía cortar con una tijera.
- ¡Mejor que cuides ese lenguaje, hijo de puta! ¿Acaso no sabes quién soy? Soy el puto campeón internacional de karate. - Se puso a caminar en mi dirección. Está a punto de empezar.
- Solo eres un cobarde. - Dije mientras iba hacia el, he estado en peleas antes, pero por primera vez voy a pararme por mi mismo. No voy a pelear por Natalia, por Valentina o alguien más. Voy a luchar por mí. No quiero usar el poder del vacío, quiero destrozarle el cráneo con mis manos.
- No sabes cuánto he esperado esto... - me dije a mi mismo. El se abalanzó hacia mi.
Un golpe viene a mi cara, lo desvié con una mano. Otro va a mi estómago, lo bloqueé con la otra. El echó un salto para atrás. Para mi sorpresa, sabe pelear. Bueno, me acaba de decir que es campeón internacional de karate, no debería sorprenderme. Me sorprende el hecho de que si lo sea y no lo esté inventando.
Me puse en guardia, la pose que me enseñó Rak'Hal. De un paso rápido me acerqué a él y le di un golpe en el abdomen con las palmas. Esto lo dejó sin aire y se alejó, llegando a la sala de estar.
Jonathan corrió y saltó, con la intención de darle un puño descendente, pero Carlos se agachó y le dió un gancho a Jonathan, dejándolo sin aire. Otro golpe fue dirigido a su cara y este lo empujó hacia atrás del impacto.

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El forastero
Diversosesta es un tipo de parodia a dishonored, en el siglo XXI sin el aceite de ballena o los inventos de Piero y sokolov, en un mundo alternativo , si no les gusta se aguantan y miran otra historia Prros