La primera cita

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Punto de vista de King

Desperté después de un rato gracias a una voz que me llamaba con desesperación, al abrir los ojos ví a Diane.

-King...- dijo esto abrazándome con fuerza -¿Quién le hizo esto a tu lindo rostro?- dijo acariciando mi mejilla, tal acción hizo que me doliera, a lo cual solté un quejido -Perdóname...- dijo abrazándome nuevamente.

-No te preocupes Diane, ahora lo importante es saber que tú estés bien...- dije sonriéndole - Y la verdad no sé quién haya sido, pero su rostro me era bastante familiar...- dije pensativo.

-Por favor, por un momento olvídate de mí y preocúpate por ti...- dijo con tristeza.

-Lo siento, no puedo preocuparme por nadie más que no seas tú...- dije acariciando levemente su rostro.

-Tu nunca cambiarás, y eso me alegra y me entristece- dijo dándome una sonrisa de tranquilidad -Mejor ven conmigo... Te llevaré a mi casa y ahí podrás descansar- dijo tomandome del brazo mientras me jalaba en dirección a su casa.

-Esta... Bien...- dije con nerviosismo, aunque hayan pasado meses en una relación con ella en mi sueño, no me acostumbraba a la realidad.

Después de unos minutos llegamos a su casa, era bastante temprano y yo no estaba tan cansado, así que podría aprovechar y estar con ella.
Llevaba tiempo planeando algo y supuse que ese era un momento para comentárselo, me acerque a ella y la mire a los ojos.

-Diane, ¿Quisieras tener... Una cita?- dije nervioso por lo que podría pasar.

-Pues claro, solo que ya no quiero que me digas Diane, dime por mi apodo, osito de miel- dijo sonriendome -Si lo pensamos, sería nuestra primera cita-  dijo con alegría.

-Tienes razón- dije riendo levemente -¿Cuándo quisieras salir?- pregunté sonriendo.

-Me encantaría que fuese hoy- dijo dando pequeños brincos de emoción -Pero necesitas descansar...- dijo con un poco menos de emoción.

-No te preocupes, lo importante es ver una hermosa sonrisa en tu bello rostro, así que vayamos a donde tú quieras- dije tomándole la mano para salir de aquel lugar y empezar a dirigirnos a un lugar de su agrado.

Todo el camino ella se aferraba más y más a mi mano, tengo que admitir que ese tipo de acciones me parecen lindas por parte de ella, mientras yo, no dejaba de pensar en aquel tipo, no entendía porque quería que me separase de ella, se parecía mucho al de mis sueños y sobre todo, al último exnovio de Diane, creo que su nombre era Howser, ese nombre jamás lo  olvidare, ya que era aquel tipo que golpeaba a Diane y eso me molestaba mucho.

Aunque me haya hecho eso jamás me separaré de mi ángel de ojos amatistas, por ella sufriré lo que sea, hasta la misma muerte.

Punto de vista de el observador

Estoy bastante preocupado por esa pareja, ambos merecen ser felices, pero aquel infeliz les romperá su aura, si mi misión no fuera está los dejaría completamente. En este momento veo como ambos chicos se dirigen a un restaurante, Diane está bastante sonriente, mientras que King en su interior está bastante feliz pero pensativo, solo espero que ambos puedan ser uno como tanto desean.

Punto de vista de Diane

Nos encontrábamos entrando a un restaurante que es mi favorito, pero lo seleccione sin pensar en mí osito de miel, en este restaurante todo lo que servían era carne, me quería arrepentir, pero no pude, el ya había tomado asiento, a lo cual yo solo me digne a ir junto a él. Antes de sentarme, el se levantó y tomo mi asiento para acomodarlo cuando yo me sentará, no sabría cómo describir su acción, pero todo podía resumirlo en caballerosidad. Después de unos minutos se nos acercó una mesera para tomar nuestra orden, yo pedí aquel que tenía más carne y me sorprendí al ver que mi osito pidió exactamente lo mismo que yo.

-¿Te sientes bien? ¿Porqué pides algo que no te gusta?- pregunté confundida.

-Claro que estoy bien, y pedí esto ya que cuando nos casemos quisiera que me gustase lo mismo que a ti con respecto a alimentos, ya que yo los prepararé- dijo con bastante alegría y con un sonrojo en sus mejillas, parecía que tuviera una pequeña fantasía en ese momento.

-¿Casarnos?- pregunté nerviosa y hasta diría sonrojada.

-Este... Bueno... Ese es solo un sueño... Aunque... Si quisiera casarme contigo...- dijo con tanto nerviosismo que me pareció bastante lindo, a lo cual le propine un beso en la mejilla.

-Eres muy dulce, y tal vez ese sueño se haga realidad para ambos- dije eso susurrándole al oído.

-Te amo más que a mi propia vida- dijo susurrandome tiernamente al oído para luego besarme dulcemente en los labios -Y nada ni nadie hará que cambie este sentimiento- dijo ahora un poco más fuerte.

Tengo que admitir que por estos momentos, sean en sueño o en la realidad siguen siendo hermosos. Aunque no puedo sentir que alguien nos observa todo el rato.

Continuará...

Kiane ~ Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora