A Strom Blowing Up Your Horizon [NamKook]

( 9)

6 de septiembre

Cuando Jungkook se despertó a la mañana siguiente, todavía estaba aturdido y cansado, como si no hubiera dormido en toda la noche. Se giró y abrió un poco los ojos, esperando ver al mayor, pero en su lugar se encontró con aire. El otro lado de la cama estaba vacío y Namjoon se había ido. Por una fracción de segundo, el más joven temió que Namjoon hubiera salido en un ataque de desesperación y hubiera hecho algo estúpido o peligroso que afectaría tanto a él como a The Monster. No podía soportar la idea de perderlos a ambos tan repentinamente. Su pánico solo duró un momento antes de que oliera el aroma familiar y maravilloso del tocino que se filtraba por la grieta en la puerta de la habitación, que estaba ligeramente entreabierta, y el alivio inundó su cuerpo.

Tuvo cuidado al levantarse, notando con satisfacción que el dolor en su espalda ya no estaba tan fresco. Se había convertido en un dolor bajo y sutil ahora.

gracias a los cielos .

Se abrió paso lentamente a través de la puerta y entró en el apartamento, bostezando mientras frotaba el sueño y la costra de sus ojos.

Namjoon estaba haciendo el desayuno en la cocina. Había tocino que chisporroteaba sobre el lado izquierdo y algunos huevos a la derecha. El olor era absolutamente encantador . El estómago de Jungkook se agitó y le recordó cuánto tiempo había pasado desde que habían comido algo. Habían planeado ordenar una pizza para celebrar la noche anterior, pero luego llamada y ... bueno, no hace falta decir que la comida no había sido una prioridad después de que su motivo para celebrar hubiera sido retirado. Todo lo que estaba en su estómago ahora eran los vagos restos de pastel que había comido hace tanto.

Jungkook avanzó lentamente hacia la cocina, desconfiando de asustar a Namjoon, especialmente en su frágil condición. Estaba planeando entrar en el campo de visión de Namjoon antes de hablar, pero todavía estaba a unos pocos pasos cuando el mayor habló, sorprendiendo a Jungkook.

-Buenos días.-

Jungkook se detuvo, sorprendido de que Namjoon estuviera tan consciente de su entorno como siempre. Quizás algunas cosas nunca cambian. Dio los últimos pasos hacia adelante y asintió.
-Buenos días.- Dijo suavemente.

Namjoon no levantó la vista de la comida ni su rostro pareció cambiar. Continuó picando el tocino y los huevos.
Se veía... bien. Jungkook estaba confundido. La noche anterior, Namjoon había sido destruido por la muerte de Seokjin. El menor había estado seguro de que se despertaría para encontrar a un deprimido y vulnerable Namjoon, tal vez llorando en un cartón de helado o viendo películas tristes en la sala de estar, acurrucado en el sofá con una manta y probablemente sollozando también. El hombre frente a él en este momento no parecía más molesto que si hubiera entrado en un charco o hubiera llegado unos minutos tarde al trabajo. ¿Por qué parecía tan afectado de repente?

-¿Cómo te sientes?- Preguntó Jungkook tentativamente. No estaba seguro de qué respuesta quería escuchar, siempre y cuando fuera honesta.

-Bien.- Respondió el mayor cortésmente.

Jungkook esperó a que se explicara, pero no dijo nada más.

Namjoon apagó la estufa; comenzó a colocar la comida en el plato y la llevó a la sala de estar, todo sin devolver la mirada a Jungkook. No mostró signos de dolor ni emoción alguna. Fue más que un poco confuso para Jungkook.

No era bueno con los sentimientos. Había entendido lo suficiente como para sobrevivir en la escuela, aunque eso se debía principalmente al hecho de que las emociones de Jace consistían casi exclusivamente en lujuria y enojo. Había sido fácil evitar indagar más profundamente con cualquiera de sus "amigos" cambiando el tema de conversación o haciendo una broma tonta. Como tal, estaba bastante perdido en este momento.