Capitulo 34

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                                                         Adrián

No se me va a olvidar ese momento nunca. La cabeza de la niña arrancada de su pequeño cuerpo.

Su madre se quedó paralizada por un momento y chilló.Claro que lo hizo. Era su hija.

Pero pese a eso empezó a correr para no tener el mismo final que esta.
Todos corrimos.

Pero la pregunta que me hago es.... De que nos sirve correr si todos acabaremos como ella?

Tal vez corriendo consigamos vivir un poco más, pero acabaremos igual.

Todos tenemos miedo a la muerte. Y más si de esa forma te arrebatan la vida.

Levanto la vista del suelo y sigo pensando.

Miro hacia la ventana y veo como la mujer que le cosio la frente a mi hermano se saca los zapatos. Saca una pierna por encima de la ventana y luego la otra.Hasta quedar sentada en ella.

Mis pensamientos se esfuman como si me hubieran echado un un cubo de agua fría y me levanto corriendo para ir hacia ella.

Se va a suicidar.

Ella mira hacia atrás al oír mis pisadas y veo como una mano se le resbala.

Cuando llego a ella se cae. Pienso que es demasiado tarde pero consigo sujetarle el brazo.

Abajo de la ventana se encuentran infectados. Parecen tiburones esperando su comida.

La mujer me mira con ojos horrorizados. No se esperaba eso.

Seguramente sólo quería una muerte sin que nadie la fuera a comer después.

Veo como sus labios pronuncian tres palabras:No me sueltes.

Le hubiera prometido que no lo haría... Pero mi mano sudorosa empieza a resbalar haciendo que no pueda sujetar la de ella.

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