Capitulo 39

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                                                           Abril

-Nooo!! Por favor no!!. - esa voz desesperada llega a mis oídos al pisar el último escalón.

Denis que se encuentra delante mía abre la puerta que hay a su izquierda de donde parece que vino la voz.

Las paredes de esa habitación tienen rasguños. Como si una presa quisiera escapar de su captor.

En el suelo distingo manchas de sangre reciente.

-Haré lo que sea!! Por favor. - esa voz vuelve a escucharse y veo a Denis tensarse a mi lado.
-Es mi padre...-lo dice tan bajo que solo yo puedo oírlo.

Los demás se encuentran mirando la habitación en la que estamos.

Li va arrastrando su palo de metal por la estancia mientras observa con cara de asco la sangre en el suelo.

Denis se acerca a otra puerta que hay y antes de que pueda girar el pomo pongo mi mano encima de la suya para pararlo.

Gira su rostro hacia mi y se me queda viendo.
El rubor se extiende por mis mejillas al verlo tan de cerca, pero no le doy tiempo a que se dé cuenta porque le separo la mano y abro la puerta.

Lo que consigo ver es otra habitación muy parecida a la anterior.
Rasguños y sangre, olor a vómito.

Un hombre amarrado en una camilla chillando incoherencias y una mujer.

Su pelo castaño le tapa la cara cuando se da la vuelta y apunta con una pistola.

-Nooo!! - es lo último que oigo cuando la bala traspasa mi piel.

(...)

Duele.Un dolor como si me estuvieran quemando se siente en mi pierna.

Intento abrir los ojos pero lo único que veo es borroso.
Lo vuelvo a intentar, hasta que consigo ver mejor.

Lo primero que veo es mi pierna. Estoy sentada en el suelo con la espalda contra la pared.

Mi pierna llena de sangre hace que me entren arcadas.
Veo un camino de sangre que empieza desde la puerta hasta donde me encuentro yo.

Seguramente me han arrastrado hasta aquí. Pero... Cuanto tiempo llevo desmayada?

Levanto la vista intentando no fijarme más en mi pierna y es entonces cuando lo veo... Denis intenta acercarse a mi con el sudor en su frente pero lo retienen.

Unos tenis aparecen al lado de mi pierna encharcada de sangre y le dan un suave golpe.

Es tan suave pero a la vez tan doloroso que no puedo evitar volverme a desmayar.

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