CAPITULO I: SILENCIO. LA MÚSICA ES MI RELIGIÓN

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LA MÚSICA ES MI RELIGIÓN இڿڰۣ-ڰۣ-

La sangre golpea la cabeza y el corazón de un hombre como una señal de vida, de aliento, de cambio, la sangre evidencia lo que la voz calla, la sangre grita lo que nadie puede silenciar, arrastrando toda mentira, sin descuidar siquiera una mínima intención de quedar oculta, vehemente se mezcla con la parte más profunda de tu ser, mucho más debajo de los miedos, la pasión, las ansias.

Cuentan que William Rose era un tipo extraño y de pocas palabras, alguien que había llegado al pueblo norteamericano de Lafayette, en el estado de Indiana, a mediados de la década de los '50, se sabe que contrajo matrimonio por allá, a principios de 1960 con una joven muchacha residente del lugar a quien había dejado embarazada. Así William Rose y su esposa Sharon tuvieron su primer y único hijo.

Cuando Sharon conoció a William se enamoró al instante de él siendo afortunadamente correspondida, así que al quedar embarazada debió abandonar sus estudios secundarios para casarse de manera intempestiva con este forastero que le había despertado casi como un flechazo o un relámpago letal, un ilusorio y profundo sentimiento de pertenencia que haría luego levantar un escándalo a su alrededor.

Aunque estuvieron casados por un corto tiempo, ya que Rose era considerado un tipo de carácter algo chocante y difícil, así fue como terminó abandonando a su familia cuando su pequeño hijo recién se asomaba a vivir y luego curiosamente, no se volvió a saber más nada de él en todo el condado de Tippecanoe, convirtiéndose casi en una especie de fugitivo.

Ella era una mujer muy joven aún como para continuar su vida sola y el nacimiento de su bebé la obligaba a afrontar numerosas exigencias y responsabilidades, temor y culpas, la vergüenza y la incomprensión también la preocupaban además de mencionar que en el pueblo era muy mal visto concebir un hijo fruto de una relación considerada pasajera, mucho más ahora que quedaban anuladas todas las sentencias que pretendieron nombrarlos como marido y mujer alguna vez.

Los vecinos hablaban y murmuraban a sus espaldas, la señalaban, exponiéndola y dejando a Sharon en un estado muy vulnerable, llegando a interpretar aquello como si se tratara de una clase de error que debía ser reparado pronto.

Poco después de haber sido abandonada por su primer esposo, conoció a un tal L. Stephen Bailey, un ferviente fanático religioso con quien comienza una nueva relación que finalmente culminaría en matrimonio.

Una vez casados, el señor Bailey le da su apellido al pequeño Bill, quien pasó a llamarse legalmente William Bruce Bailey, con el correr del tiempo llegó su hermano Stuart, quien nació cuando Bill tenía apenas cuatro años y poco después, nace la pequeña Amy, conformándose así un renovado grupo familiar, todo empezaba a indicar que debía dejarse atrás aquel constante recuerdo del misterioso William Rose, un imperturbable dolor, un secreto familiar inconfesable.

Bill Bruce Bailey, eso fue lo que siempre leí en las etiquetas de mis cuadernos, en las listas del coro de la Iglesia Pentecostal y en cada uno de mis documentos legales, nací en un humilde pueblito provinciano de Estados Unidos el 6 de febrero de 1962, a las 6 de la mañana, en el sexto mes de gestación, así que al final de cuentas y sin que lo supiera, ese sería todo un designio para mí, 666 era el número que se repetía, 666 como sí me tratara del mismísimo diablo.

இڿڰۣ-ڰۣ-

Continuará...

Que les pareció? Estaré siempre súper agradecida de recibir sus votos y comentarios! Este es sólo el principio, pero iré subiendo varios fragmentos de cada capitulo de este amado libro al que le puse todo mi amor , trabajé mucho para poder editarlo independientemente y hoy ya llega a todas parte del mundo! Gracias por leerme!!! Pasaré muy pronto por aqui...

Lucy

Cualquier fragmento de esta publicación, incluido el diseño de cubierta, puede ser reproducida, sólo mencionando su titulo y nombre del autor como fuente principal de este trabajo. 

Muchas gracias!  L.D.

FOTO: Gracias amigo Jozeph Melgarejo de Perú por esta foto de Mr Rose, flyers y souvenir! 

MR ROSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora