METAMORFOSIS (3)

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En verdad ya nada podía detenerme porque me había vuelto como una especie de locomotora a la que nadie iba a ponerle un freno, llevaba una furia y unas ansias tan internas e irreprimibles que debía canalizar si o si de manera positiva, de modo contrario, terminaría suicidándome o mejor dicho, algo dentro de mi iría muriéndose lentamente.

Había empezado a consumir cigarrillos, alcohol y a protagonizar muchas escapadas y trasnochadas fuera de mi hogar, entraba de colado a las fiestas adolescentes y muchas veces terminaba embriagándome y siendo golpeado por algún que otro novio celoso, aunque a decir verdad, nunca había tenido mucha suerte con las chicas.

Más tarde llegaron las drogas y ya nada fue igual, muy pronto me di cuenta que tus padres, tus maestros, los predicadores, todos ellos querían obligarte a hacer algo que simplemente no querías, a esta ruptura de reglas se sumó el dejarme el pelo largo, empecé a fumar marihuana, a tomar cocaína, heroína y así definitivamente estaba dándole el pésame al niño que alguna vez fui, porque también desde temprana edad, la cárcel me tuvo de huésped.

Fui a prisión más de veinte veces por diferentes razones: robos menores, consumo público de bebidas alcohólicas, por conducir siendo menor de edad y sin licencia o simplemente por la animadversión que existía entre la ley y yo.

Finalmente no terminé la secundaria y en Lafayette estaba clasificado poco menos que como un delincuente juvenil, así que aquella era una noche más encerrado y tuve que esperar a que los guardias terminaran de jugar al póker en esa guarida fría, sucia y llena de ratas, para poder salir en libertad condicional mientras yo ya me imaginaba estando afuera.

Mi mente siempre voló y fue más allá, incluso de los muros y las rejas que se me presentaran, para ese entonces ya no me sentía pertenecer a ningún lugar, mi hogar no existía, la escuela no era lo suficientemente divertida y a esas alturas hasta mi propio pueblo me parecía lejano, las calles podían ser verdaderamente peligrosas y la neblina tampoco me permitía adivinar mis pasos.

Los ojos se me empezaban a cerrar mientras descansaba mi frente sobre las rejas ya casi sin poder mantenerme en pie, hasta que en contra de mi voluntad, las ganas de dejar caer mi cuerpo me ganaron y finalmente caí vencido por el sueño aunque me negara a hacerlo, eran las cuatro de la madrugada e inevitablemente tuve que recostarme sobre ese colchón apolillado y gris en el cual me resistía a recostarme hacía unas pocas horas atrás.

El diablo se había metido conmigo desde muy chico, se había empeñado en ser mi amigo y era quien me obligaba a transitar ese camino de confusión, dolor y soledad letal, de golpe la luz lastimó mis ojos y una voz parecía retumbar en mi celda, lo cual me sobresaltó, aunque por supuesto los guardias no serían tan amables de venir a despertarme con un beso en la mejilla y bien consciente estuviera de eso.

Escuchaban una canción en la radio que era 'Always On My Mind' de Elvis Presley, 'El Rey' así que me puse a cantar:

'Tal vez no te he amado tanto como debería, cosas pequeñas que tendría que haber dicho y hecho y simplemente nunca me tomé el tiempo de hacerlas, siempre estuviste en mi mente, siempre estuviste en mi mente y tal vez nunca te abracé en todos esos momentos tan solitarios, supongo que nunca te dije que estaba feliz de que fueras mía, si te hice sentir así nena, siento mucho haber estado tan ciego'.

Esas fueron las últimas estrofas que colgando de mi boca rompían románticamente el penoso contexto, hasta que mi tararear fue interrumpido por una pregunta tonta que acompañada por una sonrisa cínica hacían en su conjunto, toda una provocación.

-'¿Bill, cantante-karaoke, de donde sacaste esas botas, he?'

Como odiaba que me llamaran así y mucho menos un sujeto que trataba de pasarse de vivo conmigo, así fue como me ausenté varias noches de casa sin que ningún familiar viniera a reclamar por mi salida y fuese la misma policía la que me devolviese una vez más, al hogar al que ya no pertenecía ni tampoco deseaba regresar.

Hola amores! Como están? Aquí les dejo una parte mas de mi amado MR ROSE Desde ya que para aquellos que ya lo tienen, no es nada nuevo, pero este capitulo es uno de los que mas me gustan y por algo se llama Metamorfosis, es como Axl Rose deja de ser ese pequeño Bill para ir convirtiéndose en un espíritu rebelde hasta llegar a ser esa gran estrella de Rock que ya conocemos todos! Es emocionante! Espero que lo disfruten mucho!

Gracias por sus VOTOS sus COMENTARIOS volveré muy prontito por aqui no me daré por vencida! Jamás! Besotes!!! Gracias por leerme!

Lucy

MR ROSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora