Tablas

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Hace cinco años...

- No JiMin, no puedo...- YoonGi dice...- Bien, sí me pregunta, eso le voy a decir... no puedo montarme a ninguna tabla... lo mío es la música no las olas... JiMinnie, te amo, pero... no, ¡joder!, me acabo de confesar, concentración YoonGi, JiMinnie, deidad del mar... ¡no así no es!

YoonGi llevaba... más de... dos horas mirandose frente al espejo mientras daba discursos absurdos de lo que quizás ni siquiera le diría a JiMin. Todo porque, el menor le había invitado a surfear con él y nadar un rato en el mar.

Desde el verano anterior ambos habían establecido una pequeña relación entre la amistad, coqueteo y disgusto. Ni siquiera YoonGi la comprendía exactamente, porque creía que JiMin se sentía de la misma forma que él... confusos. Todo era confuso...

Bueno, eso, hasta que su mejor amigo, HoSeok le dio un zape y le dijo que estaba enamorado de JiMin, pero... ¿cómo no enamorarse? Si sus mejillas son preciosas, si tiene una sonrisa tan dulce, si sus ojos brillan cada vez que ve el mar, si todo en el grita lo perfecto que es, con su piel delicadamente bronceada... la pregunta era acertada. ¿Cómo no enamorarse, siendo JiMin tan perfecto?

Para YoonGi, amante de la música y la poesía, JiMin era una deidad, y a veces se regañaba así mismo por pensar de esa forma porque en varias ocasiones casi queda en ridículo, porque su boca tiende a desconectarse de su cerebro cuando JiMin toma su mano o le mira a los ojos... y eso le hace balbucear tantas cosas que a veces se le han escapado susurros donde llama a JiMin de alguna forma mitologica.

Suspira por enésima vez, arregla su camiseta y se mira por la última, de la última, de la última vez que dijo que iba a asegurarse de su atuendo, una vez cree que ya está listo para encontrarse con su deidad, sale de la cabaña que está alquilando de nuevo con sus amigos.

Camina rápido hasta llegar a la playa dónde JiMin ya está estirandose frente al mar. La mañana está tranquila, y el menor se mira cómo uno de los hijos de Poseidón, tan atrayente, las sirenas hechizaban y quizás JiMin era una de ellas, porque YoonGi estaba seguro que le había hechizado hasta atraerlo con su bonita voz y esos labios... YoonGi estaba seguro que había caído en las redes de JiMin...

- Pensé que no vendrías, Yoon- JiMin le dice con queja y diversión- Creí que me dejarías plantado...

- Para nada... solo me aseguraba de traer todo- YoonGi dice sintiendo las mejillas calentarse al escuchar la forma tan idilica en que JiMin le ha llamado. Puede ser sencillo pero esa simple forma de tratarlo, luego de tantos meses hablando sin caerse muy bien, es especial.

JiMin le sonríe y siente casi desmayarse, cuando lo mira de esa forma tan bonita.

- Ok... puedes quitarte la camisa... vamos a entrar al agua- le dice JiMin y YoonGi se queda procesando la información por unos momentos.

- ¿Tengo que quitarmela?- pregunta avergonzado, y JiMin le sonríe.

- Te prestaré un traje para que surfeemos juntos...- JiMin le comenta- Me dijiste que sabías hacerlo, aunque no tienes tabla por el momento... ¿cómo aprendiste?- JiMin se gira mirando al mayor.

YoonGi por un momento sintió pánico. Pero sonríe nervioso.

- Un amigo me enseñó, aunque confieso que no me subido a una tabla desde hace dos años... espero no haber perdido la práctica.- dice mientras sacude los cabellos de su nuca.

JiMin asiente y le pasa la camiseta mangalarga. Le enseña a pulir la tabla y YoonGi trata de parecer un experto al hacerlo, JiMin le sonríe.

- Se me hace dificil... siempre me daban la tabla lista...- menciona para evitar que JiMin piense que no sabe nada del surf.

- ¿En serio? ¿Qué clase de persona te enseñó?- JiMin le pregunta divertido. YoonGi se encoge de hombros, y el menor ríe. Esa risa es tan hermosa para YoonGi.

- Bueno, espero aprender de ti... me gusta el mar...- le dice YoonGi.

JiMin le sonríe y asiente.

Una vez están listos, el menor le da una explicación rápida. YoonGi había visto los vídeos suficientes para saber cómo iba la correa que colgaba de la tabla. Una vez puesta, ambos se meten al agua, nadan hasta dónde el agua rompe en un suave oleaje.
Miran las olas, a lo lejos, YoonGi siente que sí se cae va a ahogarse, sabe nadar pero no tiene idea de cómo manejar olas violentas.

JiMin le mira y le dice que se adentren un poco más.

- Estoy ansioso...- JiMin le mira curioso- Volver al mar es...

- Increíble...- JiMin le dice- No hay nada que ame más que el mar, siempre, desde niño, he estado aquí... entre olas...

YoonGi suspira enamorado cuándo le escucha hablar. Habla tan bonito.
El menor, le mira y por la cercanía puede tocar su mano mientras se mantienen a flote.

JiMin le mira. Y YoonGi solo puede balbucear distintos nombres de deidades del agua... que aunque el menor lo escucha, no dice nada y disfruta de recibir esa mirada del mayor.

El oleaje, los mece suavemente, YoonGi teme lo que vaya a pasar, no está seguro pero por JiMin va a intentarlo.

- Solo dejame que agarre práctica, hace mucho no subo a una tabla...- le dijo YoonGi con nervios.

El menor asiente. Ambos se dejan llevar hasta que JiMin escucha un golpe en el agua, el menor pierde el equilibrio y también cae.

YoonGi apenas ha sacado su cabeza cuando mira que JiMin no está en ningun lado. Nada en la dirección en que estaban surfeando, hasta que recuerda la tabla atada a su tobillo. Se sube y comienza a buscar con la mirada y lo mira...

- JiMinnie...-le llama acercandose aun con el oleaje algo intenso.

- No pensé que te caerías tan rápido...- JiMin menciona... y tal vez sea idea de YoonGi, pero así con su cabello mojado, esa sonrisa y la preocupación que refleja en sus ojos, se ve perfecto.

- Lo siento, pero ni yo creería que ya olvidé cómo surfear...- YoonGi dice y mira la forma elegante en que JiMin sube a su tabla.

- Tenemos todo el verano para practicar, Yoon...- el mayor asiente.

Quiere estar todo el verano junto a JiMin...

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