Emociones

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YoonGi caminaba entre los pasillos de la tienda. Buscaba un poco desesperado los productos que JiMin le había pedido en cuánto salió del trabajo.

El mayor ya llevaba más de veinte minutos tratando de decidir cuál de todas esas cajas de cereales llevar. Estaba a nada de tener un ataque nervioso, un poco fastidiado, mete una de cada una, y que su novio escoja cuales se comerá y él comerá lo demás. Para su pesar, la fila para pagar es larga y solo hay cinco de doce cajas funcionando, YoonGi se cuestiona sí casualmente ese día todas las personas de Busan han ido al mismo súpermercado.

Llega a casa, cansado y abre la puerta. JiMin está en sofá sentado viendo su laptop. Supone que trabajando... pero al sentir su presencia lo mira con una sonrisa leve, que le hace sentir tranquilidad con solo alejarse de ese bullicio, el cual a veces le desespera un poco.

- ¿Mal día para las compras?- pregunta avergonzado, levantandose y dejando la laptop de lado.

- No fueron las compras... solo el día es cansado...- le menciona y deja las bolsas sobre la barra que da a la cocina. Se quita su chaqueta, y gorra y deja su maletín en la misma mesa. Saca su camisa y se queda solo en una camiseta ligera. Incluso quita su cinturón para dejarlo en el sofá. Abraza a JiMin y el menor ríe levemente. Suspira cuándo siente las pequeñas manos del menor halando sus cabellos para liberar la tensión de sus nervios.- Se siente bien...- murmura.

- Lo siento... no quería que te estresaras más...- le menciona el menor en un susurro. YoonGi niega.

- Sabes que no tengo problema en hacer las compras, cuando yo necesito algo nunca me dices que no, y es mutuo, cariño...- menciona dejando cortos besos en la piel del hombro del menor. Lo que agradece de la costa, es que JiMin usa camisas holgadas y de cuellos amplios, lo que permite darle una excelente vista de sus lunares y de su canela y dorada piel.

JiMin sonríe y besa detrás de la oreja del mayor.

Se dirigen de nuevo al sofá para descansar.

- ¿Quieres algo frío para cenar?- le pregunta JiMin.

- A veces en serio me pregunto cómo es que sabes tanto de todo- le dice YoonGi mirandolo y apartando el flequillo rebelde que intenta cubrir los ojos de su pareja.

- Bueno, desde la muerte de mis padres, el tiempo libre era abundante, y mi vecina, ella buscaba la foma de mantenerme distraído, no quería irme de aquí...- JiMin le dice y baja su mirada a la unión de sus manos sobre su abdomen- Entonces, luego de unas semanas, comencé a ir a la biblioteca, buscando libros de temas que me interesaran, leía y leía...- se encoge de hombros.

YoonGi le mira con una sonrisa de ternura y comprensión.

- Solo buscaba no sentirme tan solo... la casa es grande- le dice avergonzado y con un sonrojo.

- Entiendo... pero me sorprendes mucho...- le dice el mayor y JiMin le mira con cariño en esas orbes castañas.

YoonGi admiraba a JiMin, la forma tan fuerte que trató de sobrellevar la pérdida de sus padres, no huyó sino que la enfrentó y lo hizo surfeando día, tarde y noche... JiMin había juntado la sal de sus lágrimas con el salado del mar, había enfrentado todo solo, cuando sus familia lo abandonó...

JiMin no solo se desahogó, se aferró al recuerdo de sus padres para sobrevivir.

- Vamos... tenemos que comer, yo ya tengo hambre- el menor le dice y YoonGi siente que no hay nada que pueda negarle a su pareja. Menos si le mira con una sonrisa tierna y que demuestra la felicidad que su alma siente.

Comen entre bromas, risas y slguna que otra queja sobre quien lavará los platos. YoonGi quiere hacerlo pero según el calendario de sus actividades hogareñas le toca a JiMin.

- Vamos Minnie, si yo los lavo te daré un masaje en tus piernas y espalda baja, sé lo mucho que tus pies duelen... y el pesor que soporta tu espalda...- dramatiza el mayor mientras negocia con su novio.

- Umm- JiMin parece dudarlo, pero el mayor sonríe levemente.

- Y te haré unos mis sandwiches especiales...- JiMin asiente derrotado, pero sabiendo que esos sandwiches valen la pena. No sabe qué es lo que YoonGi les agrega, pero tienen un sabor tan rico... y de hecho se le han antojado...

- Solo por los sandwiches...- dice cómo sí se hiciera de rogar. YoonGi ríe bajito y asiente.

Luego de lavar lo platos, tomar una ducha para dormir, y dejar a JiMin cómodo sobre la cama mientras lee un libro, prepara todo para hacer sus sandwiches especiales... rebanadas de pan, jamón, queso mozarella y cheddar, lechuga, un poco de jalea de manzana, ketchup, tomate, su ingrediente secreto, y un poco de sal y pimienta, y el jugo de frutos rojos favorito de su novio.

Sube todo en bandeja...

- Aquí están sus sandwiches, majestad...- dice una vez entra a la habitación. JiMin no puede contener la risa.

- Sigues diciendome así...- menciona sonrojado. YoonGi se acerca y deja la bandeja sobre la mesita de noche. Toma la crema hidratante, y esparce un poco sobre sus manos para luego ir hasta los pies de su pareja. JiMin solía tener muy inflamadas sus extremidades inferiores. Y su espalda baja dolía con frecuencia... por eso YoonGi procuraba ayudarle con todo los quehaceres de la casa.

- Bueno, siempre que te veía surfear, me impresionaba la forma en que montabas cada ola, desde la competencia, cada año te veía pero no fue sino hasta el incidente que tuve el valor de acercarme...- relata el mayor mientras masajea la planta de los pies de JiMin. El menor aunque lo niegue, ess atenciones le gustan, porque lo relajan mucho. Toma uno de los sandwiches y suspira de satisfacción...

- ¿Por eso pensabas que tenía alguna clase de deidad detrás de mí?- JiMin pregunta. YoonGi asiente.

- Demasiados libros de deidades, cariño- YoonGi menciona- Incluso me hiciste subir a una, nunca había surfeado... la única vez que lo intenté acabé casi ahogado...

- Me impresionaste, para ser tu primera vez montando una tabla...- JiMin comenta- Yo no sabía que le tenías miedo al agua, y aun así lo hiciste...

- Bueno, vi la emoción en tus ojos, y quizás estoy loco, pero quería impresionarte, habían muchos chicos que intentaban llamar tu atención, yo era un turista que debía lograrlo- YoonGi dice sonriendo sin detener los masajes.- Y aquí estamos... nosotros dos...

- Tres... aquí estamos nosotros tres...- JiMin le sonríe y ambos colocan sus manos sobre el vientre del menor...

.....
Ah...

¿Quien ya se lo imaginaba?
¿A ver? Los leo...

Jajajajaja
Esta historia está escrita desde hace unos dos años atrás...

Bueno...

Cuídense...

Nos leemos...

Yk...

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