Yoongi regresaba de la escuela, un día aparentemente normal; entregó tareas, entró a todas sus clases y estuvo acompañado, como siempre, de su amigo Hoseok.
Un día como cualquiera, incluso estaba el mismo hombre de siempre, en la misma banca, en el mismo parque, dándole de comer a los pajaritos. Pasó de largo a un lado de él.
Llegó a su casa, cerrando la puerta tras de sí. Ansioso por recostarse un rato, subió las escaleras a su habitación, abrió la puerta de golpe, botó sus cosas en una esquina vacía, respiró hondo y se lanzó a su cama. Suspiró.
Miró el techo con las manos detrás de su cabeza, rememorando lo hecho en el día:
Tomó sus primeras clases y, en algún momento, casi lo sacan del salón. ¡Sí! una vez más, casi se mete en problemas por los malos chistes de Hoseok, eran tan malos que no podía evitar reír.-¿Por qué en el circo las focas miran siempre hacia arriba?- le dijo Hobi, casi en un susurro y con las manos cubriendo su boca para que no se escuchara su evidente risa.
-No lo sé- dijo Yoongi, con una sonrisa dibujada en el rostro. En parte porque sabía que venía el peor chiste en lo que iba de la semana y en parte porque su chico de cabello grisáceo y toques rosas estaba feliz.
Alto ¿Su chico? Quería decir, el chico, sí, el chico, porque ellos no tienen nada que ver.-Porque arriba están los focos.
Ni siquiera el taparse la boca había funcionado, a ambos les salió de improviso un sonido parecido a una flatulencia, un sonido que rompió con la tranquilidad del entorno.
El profesor de literatura, claramente irritado, volteó a verlos de una manera nada agradable. El porte, la mirada, el aura densa en general que desprendía daba a entender que, en efecto, y como ellos pensaban, estaban jodidos.-Señor Min, señor Jung. ¿Les gustaría compartirnos tan buen chiste del que disfrutan?
El hombre frente a ellos tenía presencia fuerte. No querían hacerle frente, ni mucho menos comportarse como patanes, así que solo negaron con la cabeza.
-Salgan del aula, ambos.- ordenó -Pasaré un reporte a la dirección y posteriormente con sus padres al final del día.- se dirigió a la puerta y abrió, haciendo un ademán con la mano, indicándoles que se retiraran.
-No, profesor, por favor- rogó el peligris-No volverá a suceder, lo prometemos-Este soltó un pequeño golpe a su amigo para que reaccionara.
-¿Qué? Ah, sí. Profesor, prometemos no incómodarle más, discúlpenos, por favor- dijo haciendo una reverencia, pensó que, tal vez, eso funcionaría. Y, de hecho, lo hizo.
Quizá vió verdadero arrepentimiento, o simplemente quería venganza.
Tal vez más lo segundo.
Los observó un segundo.-Bien, no pasaré el reporte, pero en su lugar, tendrán trabajo extra para la próxima clase. Mucho trabajo extra-enfatizó.
Y no bromeaba, tres ensayos y tres días para terminar no iba a ser sencillo. Bueno, al menos los haría con Hoseok, seguramente el chico alto y de bella nariz iría a casa de Yoongi a hacer la tarea. Le gustaba pasar tanto tiempo con él y contemplarlo de cuando en cuando. Resopló.
A estas alturas, ya deberías dar por hecho, lector, que Min gusta de Jung. Y le gusta mucho.
Le encanta verlo sonreír, oírlo reír; ama su risa por encima de muchas otras cosas, adora las medias lunas que forman sus ojos y los hoyuelos en sus mejillas al hacerlo.
Adora su perfecta nariz, tan bien perfilada, sus lindas orejas... ¡Y qué decir de su cuerpo!
Hoseok es bailarín, y uno excelente, campeón interescolar durante tres años seguidos.
Después de la escuela, Hoseok practica y entrena arduamente, por consecuencia, tiene un cuerpo exquisito: brazos fuertes y bien torneados, abdominales marcados, al igual que sus piernas. Es tremendamente fuerte y Yoongi lo sabe de sobra.
Hoseok lo pega demasiado a su trabajado cuerpo cuando le da abrazos, y lo estruja muy fuerte también, eso le encanta, sentir sus fuertes brazos alrededor de él, poder oír su corazón latiendo rápido después de un dia de ensayo, su respiración agitada, el sudor cayendo por su prominente quijada, muy sexy...Una erección.
Su entrepierna comenzaba a palpitar por los múltiples estímulos mentales que Yoongi estaba brindándole, agradeció internamente no tener este tipo de pensamientos en la escuela. Lo meditó un momento ¿Por qué Jung debía ser tan atractivo?.
Se levantó de la cama, cerró su puerta con seguro, aseó sus manos y sacó una botellita azul de su mesita de noche. Lubricante.
Se recostó y se deshizo de toda su ropa. Tiró por ahí su camisa estampada con palmeras, y por allá estaban sus jeans junto a su ropa interior, zapatos y calcetines.
Su cuerpo, blanco y terso estaba completamente desnudo.
Cerró sus ojos y se hizo una imagen clara que le aceleró el corazón: Su mejor amigo y él en un beso apasionado, recorriendo la boca del otro con la lengua, mordiendo, succionando, jadeando.
Sin duda, Yoongi deseaba a Hoseok desde hace mucho, añoraba sus bellos labios en su cuello, deseaba sentir cómo el mayor exploraba cada parte de él, quería enredar sus dedos en el cabello grisáceo del contrario mientras este engullía en su deliciosa cavidad bucal su miembro. Deseaba sentir a Hoseok masturbándole, apretando su entrepierna mientras le dice cosas indecentes al oído.Y así continuó unos minutos mas, imaginándo que Jung se encontraba en su propia habitación, justo encima de él, ambos bañados en sudor, Hoseok besando, succionando y mordiendo cada parte del indefenso Yoongi. Desde su mentón y lentamente bajando hasta su pelvis.
Con sus blanquecinos dedos, Min inició un sinfín de delicadas caricias por todo su cuerpo, simulando los dedos de su mayor sobre su piel. Pequeños mimos se hicieron presentes en el pezón izquierdo de Yoongi, y, dejándose llevar por la excitación, iniciaron los débiles jadeos, seguidos de los recorridos que hacía su lengua por sus propios labios.-Hoseok...- susurraba, imaginando la deliciosa sensación que el mencionado podría lograr con su larga y húmeda lengua, haciendo círculos en esa zona sensible.
Hizo un camino descendente de caricias y roces con sus zonas erógenas, hasta que se encontró con el inicio de su vello púbico recién recortado. Acarició sus muslos y masajeó un poco sus testículos hasta que llegó a su tan ansiado pene. Erecto, húmedo y duro, pensó en si Hoseok tendría una polla deliciosa que engullir, debía tenerla, se le notaba incluso con pantalones sueltos. Encantador.
Sintió un espasmo ante tan agradable imagen, y un jadeo sonoro emergió de él en cuanto rozó con los dedos su glande. Por pura inercia su pelvis comenzó a subir y bajar debido a la excitación.
Soltó otro jadeo, pero este mucho más agudo y desesperado en cuanto rodeó su miembro por completo con su mano.-Apriétame... Hobi...- suplicó y encorvó un poco su espalda.
Estaba hecho un desastre, masturbándose de esta forma, tan lento, tan tortuoso. Tenía el rostro rojo, el cuerpo ardiente, su mente perdida en fantasías, embriagado de ese joven de cabello gris, de sus caricias.
Visto desde arriba, Yoongi parecía alguna escultura erótica hecha por griegos, detalles delicados, tan bien hechos, tan perfectos. Piel nívea, rostro precioso, gestos divinos para tan oscura situación, tenía esa expresión de estar recibiendo una tortura exquisitamente placentera.
Su extremidad derecha subía y bajaba frenéticamente por su miembro, deseaba ansiosamente llegar a esa sensación liberadora a la que llaman orgasmo.-Más rápido Jung... mas fuerte...- exigió, mientras aumentaba el ritmo de su mano. Jadeos mas sonoros salían indiscriminadamente de su boca.-Justo ahí... Justo ahí joder.
Poco a poco, era cuestión de segundos.
Una sensación energizante comenzó a brotar y segundos después, una corriente eléctrica recorrió toda su espina dorsal, se encorvó un poco, mordió su labio y giró su cabeza hacia la izquierda.
-Ah... Hobi...-jadeó al final, y, por unos pocos segundos, dejó de respirar, soltó un quejido de satisfacción. Poco a poco, el vaivén de su vientre se detenía, al igual que el movimiento de su mano, la cual, al igual que su pelvis, estaba repleta de un líquido viscoso y blanquecino.
Los fuegos artificiales dentro suyo habían explotado, suspiró. El alivio y la relajación que llegaron a él fueron maravillosos, estaba feliz.
Con una evidente sonrisa y aura calmada se levantó, se duchó y arregló. Levantó la ropa del piso, arregló su recámara, comió un bocadillo y, entonces, recibió un mensaje:-¿Salimos hoy? ;)-Se leía en el celular. Era Hoseok.
-Claro :)-Contestó Yoongi, sonriendo como un tonto a la pantalla, y pensando que, quizá, algún día sus fantasías, hasta las más oscuras, se harían realidad.
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Debo agradecer a Hxsexkie por dejarme publicar este capítulo, los créditos van hacia ella.
Gracias por sus votos, de verdad me motivan cada vez más :c
Los amo mucho ♡♡

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Papi...
Hayran KurguSolo sexo. ... -Ahh... Papi, p-por favor sácalo, está muy frío...