DIOSES SIN DESCENDIENTES -YoonMin & VKook-

~ 19~

¿Se acuerdan de la canción que les dije que combinaba con Suga?... jejejej ^^

Jungkook, después de unos cuantos minutos había quedado plácidamente dormido. Sin embargo, su hermano...

Jimin se encontraba caminando en una habitación escarlata llena de cortinas de seda color negro.

Suga: Nos volvemos a ver, Jimin.- Ahora era diferente. Suga se sorprendió poder ver al hombre frente a él.- Esto es mejor de lo que pensaba.

Jimin: ¿Qué es... -El castaño, se quedó a media conversación cuando el hijo de Ares lo empujó hacia la pared, prohibiéndole moverse con su cuerpo.- Aléjate...- Jimin se empezaba a mover en su lugar, pero cuando más fuerza hacía, Suga más se recargaba en él, quedando sus piernas entrelazadas. La pierna de Suga se alzó dando con la entrepierna de Jimin. Este ahogo un jadeo entre sus manos.

Suga: Eso se escuchó lindo.

-Los ojos de Jimin se volvieron filosos, empujando a Suga con todas sus fuerzas, lográndoselo quitar.- Eres un asqueroso.- El castaño se alejó, corriendo lejos de él. Dejo de hacerlo cuando quedo en el mismo lugar.

-Suga estaba recargado en la pared con los brazos cruzados, viéndolo con aquella sonrisa que lo caracterizaba.- ¿Por qué tus estupidez me parece tierna? ¿Sera por qué eres mi pareja?

-Jimin empezó a retroceder con miedo al detectar que Suga se movía hacia él.- ¡Aléjate!

Suga: ¿Por qué debería? Eres completamente mío. Naciste para ser torturado y amado por mí, Jimin.- Antes de que Jimin volviera a escapar, el azabache tomo su mano, jalándolo, envolviéndolo entre sus brazos. Se acercó a besarlo, pero Jimin se giró, haciendo que tal acto fuera fallido.

Jimin: Te equivocas sobre mí.-Al no poder zafarse, lo enfrento, viendo con enojo aquel perfil serio y blanquecino.- A mí no me gustan los hombres.

-Suga, soltó una risa sarnosa haciendo temblar a Jimin.- Como si te lo hubiera preguntado.- El azabache, ni siquiera espero más tiempo, atacando aquellos labios carnosos que ansiaba probar, metiendo su lengua en la cavidad del castaño, haciéndolo estremecer ante el calor.

-Jimin no sabía cómo responder al desesperado beso del hijo de Ares, apenas y podía seguirle el ritmo... le gustó. La forma ruda en que Suga lo volvió a estampar a la pared; la forma en que sus ojos lo miraban con deseo infinito; la forma cavernícola en la que le desprendía la ropa y lo tocaba sin pudor... le gusto de una forma horripilante.- Más...- Sus labios eran jadeantes, sus manos tocaban cada parte del cuerpo de Suga.- ¡Más! –Le grito cuando el azabache lo único que hacía era masturbarlo.

-Esa endemoniada sonrisa del hijo de Ares, hizo calentar el cuerpo de Jimin, asustándolo y haciéndolo gemir cuando este lo levanto y poso dos dedos en su entrada.- Te are mío.- Sus labios se encontraron con necesidad después de haber probado sus cuellos.- Te are mío hasta que tu cuerpo logre tener a mis hijos.

-Jimin arrugo su frente, sin poder parar sus jadeos.- ¿Qué e-estas d-diciendo?- Jimin río ante la idea.- A-aunque podría ser posible. Después de t-todo, e-esto es un sueño.-

Suga: Esto no es un sueño, Jimin. Es nuestro mundo. Y justamente ahora estamos a punto de hacer el amor... de verdad.- el blanquecino, alineo su miembro en la entrada de Jimin. Sin embargo, este se movió haciendo que Suga lo soltara. Jimin parecía asustado. Sus piernas lo traicionaron haciendo que cayera al piso.- ¿Estás bien?

-Jimin tomo sus ropas, cubriendo su desnudes.- ¡Aléjate! ¡Quiero irme de aquí! ¡Quiero irme!

-Cuando Suga intento tomar a Jimin de nuevo, desapareció, dejándolo solo en aquella habitación escarlata.- Es solo el principio, Jimin. No creas que siempre podrás escapar de mí.-