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Suga había pasado la mayoría de su tiempo libre observando a Jimin desde lejos, algo que el hombre no se percató. Se encontraba sentando en una banca con su rostro recargado en su mano. Sus ojos no tenían intención de mirar los alrededores si Jimin estaba en ellos.

Suga: No parece la gran cosa.- Había dicho eso, pero se sintió cohibido cuando vio sonreír al castaño aun con la mejilla levemente herida. Su corazón se estrujo al ver como los ojos de Jimin desaparecían cuando sonreía, haciéndolo sonreír por inercia.- A quien trato de engañar. Es realmente hermoso.- El celular del dios empezó a sonar, sacándolo de sus pensamientos. Contesto cuando vio el nombre de V en él- ¿Qué demonios quieres? hoy no es mi día de trabajo.

V: Lo sé, pero recibí una llamada de Jungkook.

Suga: Y a mí que me importa.

V: La llamada era porque quiere hablar contigo. Así que me pidió que te dijera que fueras a su instituto. -Suga se quedó en silencio pensando en hacer lo que le pedían.- Podría darte algunos consejos que funcionen con Jimin.

Suga: No los quiero.

V: O podría darte algo de Jimin.

-Suga seguía observando al castaño de ropa holgada, haciéndole recordar sus sueños eróticos y de lo bien que olía.- ¿Cómo qué?

V: Ve con él y averígualo.- Dijo entre risas el hijo de Afrodita, colgando el teléfono.-

-Suga movió sus dedos pensando en ir o no. Sin embargo, cuando Jimin empezó a chupar una paleta, su mente retorcida divago.- Más vale que valga la pena.- Y sin pensarlo más se fue del lugar... sin darse cuenta que alguien lo estaba siguiendo.

En realidad, la universidad estaba cerca del instituto de Jungkook... y de la cafetería. ¿Eso no eran demasiadas coincidencias? Su mirada filosa fue a parar a los cielos que se encontraban despejados y lleno de sol. Suspiro rendido a lo que debía ser obra, esta vez, de Zeus y Hera.

Suga: Si tanto deseo tienen de que Jimin y yo estemos juntos, deberían hacerlo un poco más sumiso a mis pedidos.- Nubes negras eran remplazadas por las blanquecinas. Esa era su respuesta cuando comenzó a llover.- Y es aquí cuando debería pensar que las cosas pueden ser fáciles, pero se podrían tornar difíciles.

Jungkook: ¡Suga hyung! –La voz del joven venía de enfrente, corriendo con un paraguas hacia él.- ¡Rápido, entra o te mojaras! –El azabache, camino hacia Jungkook que saco una toalla de su mochila.- El tiempo era bueno hace unos momentos.

Suga: ¿Y si era bueno, porque el paraguas? ¿Acaso pronosticas las lluvias?

-Jungkook sonrío.- Me enfermo muy seguido, es por eso que arme mi propio paquete de emergencia en mi mochila. Tengo una toalla, sombrilla, curitas, ¿Calzoncillos extra? –Suga arrugo su frente, viendo algo confundido a Jungkook.- Nunca se sabe.

Suga: ¿Y para que querías verme?

Jungkook: ¿Te parece si vamos a un lugar en el que nos podamos resguardar de la lluvia y platicar?

Suga: El lugar en donde trabajamos está cerca.

Jungkook: Entonces vamos ahí.

Jungkook fue el que abrió la puerta, encontrándose enfrente de él a V. Le dio una sonrisa al mayor.

V quería ir hacia su pequeño amante, pero estaba ocupado con la caja registradora debido a que Hope había terminado su turno y se había ido a preparar la cena.

Suga: Hay que sentarnos.

-Jungkook sonrió cuando vio el lugar.- No puedo creer que consiguieran trabajo aquí.

DIOSES SIN DESCENDIENTES -YoonMin & VKook-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora