Haru x OC (Free!) [En Pausa]

Competiciones

-Mucha suerte, Mizu- dijo Shizu a su hija cuando la dejó en la estación, luego se despidió de Leiko y Kako, y de Arashi, de cuya compañía estaba empezando a acostumbrarse.

-¿Vendrás a vernos, Kako-chan?- dijo Nagisa.

-Por supuesto, Naguisa-kun- entonces los dos se abrazaron riendo, lo que dejó al resto algo sorprendidos, a Leiko algo mosqueado. Luego subieron y viajaron durante mucho rato, casi había anochecido cuando el tren paró y Makoto sacó a Mizu de su adormilamiento. Se frotó los ojos y se levantó, todos recogieron sus cosas y llegaron al la ciudad. Buscaron el hotel. Cuando llegaron y subieron a las habitadiones. Nagisa y Rei en una, Makoto y Haru en otra y Mizu tenía una para ella sola, aunque tampoco era muy grande. Salieron a cenar, ya era de noche. Entraron y se sentaronen la barra, Mizu al lado de Makoto, él entre Mizu y Haru, Haru entre Makoto y Nagisa, y Nagisa entre Haru y Rei. Makoto y Nagisa abrieron las cartas y todos miraron. Makoto dijo su plato y el cocinero tomó la demanda.

-Yo quiero caballa- dijeron Mizu y Haru a la vez. Ella se sonrojó un poco y él apartó la mirada, como siempre.

-Que sean dos, entonces- terminó Makoto.

-Dos de caballa- repitió el cocinero. Después Nagisa, el hombre tomó el pedido. Rei pensó en voz alta algunos platos, él los repitió todos, haciendo que Rei empalideciera y los demás se echaran a reír. Mizu vio que Haru se daba la vuelta, se tapaba la boca, cerraba los ojos y se convulsionaba. "¿Está riendo?" parpadeó sin creerlo, pero cuando lo volvió a mirar tenía el gesto aburrido de siempre "Lo habré imaginado". Terminaron y regresaron al hotel, se despidieron y cada uno se fue a su habitación.

-Buenas noches, y duerme bien, Mizu-san- dijo Nagisa.

-Intentaré que los nervios no me roben el sueño, buenas noches- se despidió ella entrando a su habitación. Haru se quedó mirando su puerta pensando que tal vez era demasiada carga para ella.

-Nosotros también deberíamos ir a dormir, Haru- Makoto lo sacó de su ensimismamiento. Él pasó y el ojiverde tras él.

-Oye, Rei-chan, ¿No crees que Haru-chan está raro últimamente?- dijo Nagisa sentado en su cama antes de dormir.

-Sí, se le nota más ausente que de costumbre desde hace algún tiempo.

-Y aparte de eso, ¿no le ves más color en las mejillas?

-En ocasiones, sí.

-¿Porqué será?

-No lo sé, pero debemos descansar, mañana hay que darle ánimos a Mizu-san-. Cada uno se metió en su cama y Rei se durmió casi enseguida, en cambio, Nagisa estuvo un rato pensando, y no en el el relevo precisamente. ¿Un miedo podía quitarse con algo de confianza?

Mizu no podía cerrar los ojos apenas, una mezcla de sentimientos la agitaba por dentro. Nervios, ilusión, alegría, orgullo, amor, esperanza...

Un momento ¿Amor? Tal vez era eso lo que realmente no la dejaba dormir, tal vez estuviese enamorada, tal vez... se lo diría cuando pasasen a las finales.

La despertó un golpe en la puerta, se sentó en la cama y se frotó los ojos. Miró la ventana, era un día soleado, veraniego. Se fijó en donde estaba y recordó lo del hotel y las competiciones. Bostezó, se estiró y se levanto de la cama, los golpes volvieron a sonar, abrió la puerta y se encontró un par de ojos morados.

-Buenos días, Nagisa-kun.

-Llevo llamándote más de media hora, ¿Tienes un sueño profundo, eh?

-¿Media hora?- él asintió- supongo que sí, siempre he dormido mucho.

-No eres la única que duerme hasta tarde.