Por fin llegó el esperado viernes. Shizu, Arashi y los tres hijos habían firmado y oficialmente eran familia. Ya en casa, antes de comenzar a vestirse...
-Bueno chicos, ¿Habéis pensado donde pasar la noche de bodas?- los tres se miraron por la interrogante de su padre, cuando las chicas la comprendieron, enrojecieron en seguida, el chico soltó una carcajada.
-Yo iré a casa de Yoshio.
-¿Podría ir a casa de Nagisa?- comentó Kako.
-Claro, ¿y tú, Mizu?- contestó la madre
-La verdad es que no me importa...
-Seguro que quiere ir a casa de Nanase- dijo Leiko. Ella se sonrojó un poco.
-Ya he dicho que no me importa...
-Bien, entonces tú te irás con él-. Sentenció Arashi. Cada uno fue a su habitación a ponerse su traje y preparar los pijamas. Mizu le pidió ayuda a Kako para subir la cremallera.
-Espero que no te haga falta ayuda para bajarla...
-¿Pero qué dices?-se sonrojó.- Te estás poniendo muy pesada.
-Está bien ya paro, deja que te peine- Mizu se sentó y dejó que le cepillara el pelo- ¿Qué prefieres, una trenza o dos que se junten atrás?
-La que tu quieras.
-Bien-. Después de eso fueron al salón donde estaba la fiesta. Casi eran los primeros, casi. Allí ya había tres adultos y dos chicas idénticas- ¡Jenny!- gritó Kako saltando sobre una de ellas.
-¡Cake, cuanto tiempo!- correspondió ella con un fuerte acento americano.
-¿Cake?- preguntó Mizu.
-Me llaman así porque Kako les parecía difícil-. Se fijó entonces en la otra chica, que se había quedado mirando a Leiko sin expresión.
-...Rachel...-dijo él intentando fingir una agradable sorpresa en vano.
-Leiko...- respondió con un tono inidentificable.- Vayamos al mirador- después de decir esto fríamente, se dio la vuelta y subió las escaleras, el chico tragó saliva.
-No te preocupes, te ha echado de menos- le dijo Jenny para tranquilizarlo. Él se resignó y siguió a la otra chica.
-Sois iguales- dijo entonces Mizu.
-Son gemelas.
-¿Cómo te lamas?-dijo la americana.
-Mi nombre es Mizu.
-¿Tienes novio? Es porque creo que mi hermano te ha echado el ojo- señaló al tercer adulto.
-Sí tiene- interrumpió Kako antes de que pudiera contestar.
-No es verdad-. Dijo algo sonrojada.
-Bueno, pero falta poco para que lo seáis- después, susurrando en su oído le dijo- Jack no duda en ir a por las chicas solitarias, así que más te vale fingir que tienes novio si no lo quieres estropear todo con Haru-. Avisó. Mizu se quedó blanca, el simplemente mencionarlo le hacía entrar en pánico. Se relajó un poco cuando empezó a entrar gente. Asistía a las presentaciones sin prestar atención, esperando a ver entrar por la puerta a cinco chicos y una chica. Los primeros fueron Rin, Nagisa, Rei y Gou. Mizu se escabulló y se acercó. Rin iba completamente de blanco, salvo el cinturón y la corbata semiabierta, que eran rojos. Kako y su amiga ya estaban con ellos.
-Hermoso vestido, Mizu-san.
-Gracias Rei, vosotros tampoco estáis nada... mal...- por encima del hombro de Rei vio a Makoto con su amplia sonrisa en la cara, pero no era él quién le había quitado el habla, sino el ojiazul de pelo azabache que iba a su lado, vestido increíble, no era un traje exactamente, sino una americana de color gris, con una camisa morada y una corbata blanca por debajo de la chaqueta cerrada, sus manos, en los bolsillos de los pantalones, grises también, levantaban las solapas de la americana, dándole un aire despreocupado y aburrido que la hicieron sonrojar hasta la raíz...
Haru no iba escuchando a su amigo, cuando entraron al salón empezó a observar a su derecha, para ir viendo hacia la izquierda. Estaba ya con la mirada en el frente cuando la vio. El corazón le empezó a latir y la americana le sobraba. Se bajó un poco la corbata y tragó saliva. Mizu llevaba un sencillo vestido morado sin mangas, con finos volantes que se superponían hasta las rodillas. Sus ojos se encontraron y todo desapareció, ya no había gente, ni ruido, sólo estaban ellos, ellos y sus miradas brillantes, que le pedían al otro que se acercara.
Un codo le pateó la costilla, se llevó la mano allí y miró a la culpable.
-¿Quieres un babero?- le preguntó Kako, provocando las risas de Gou y Nagisa.
-¿A qué se refiere?- preguntó Rin a Rei. Éste se lo explicó rápidamente y el pelirrojo se quedó impactado, miró un momento hacia atrás.
-¿Gou-san no te dijo nada?- dijo el de las gafas.
-Sí, algo he oído, pero pensé que se lo había imaginado, quiero decir, ¿en serio Haru se enamoraría?...
-Ja ja... bueno, no importa ¿ibas a pedirle algo, no?- dijo Kako después de calmarse.
-S-sí, pero...
-Ya sé, intimidad, ¿Qué tal si el resto os venís y os presento a mis amigos- Kako consiguió que todos se fueran, y Makoto y Haru se acercaron.
-Es un sitio increíble, Mizu- saludó Makoto. Ninguno contestó, ambos se estaban mirando a los ojos, como si sus mentes se hubieran ido juntas muy, muy lejos de allí. El ojiverde se dio cuenta de que ninguno le prestaba atención- Eh... voy a ver la mesa de servicio-. Dijo, aún a sabiendas de que no le habían oído, y se fue. Ninguno sabía qué decir o qué hacer. Mizu recordó lo de esa noche.
-¿P-puedo hacerte una pregunta?- él desvió la mirada.
-Sí.
-Eh... bueno, no sé cómo pedirte esto...- el chico dio un paso adelante.
-Sólo dilo.
-¿P-p-podría... pasar la noche en tu casa? Es que...- iba a explicarle el motivo, pero él tomó sus manos.
-Sí- ella sonrió.
-Gracias.
-Mizu- llamaron. Ella se volvió, era Arashi. Ambos se separaron bruscamente. "Diablos, interrumpe justo ahora" dijo apuntando aquello en la ya larga lista negra del hombre.
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Sí, lo sé tal vez muy corto, algunas personas me quieren cortar la cabeza... *mira hacia otro lado* pero si tengo al menos dos comentarios de personas diferentes (o más), subiré otro lo más pronto posible, os prometo que será mas interesante.
Ya ne!
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Haru x OC (Free!) [En Pausa]
RomansMizu es una chica normal de Iwatobi con un problema familiar, cuando conoce a los chicos del club de natación, su vida se sumerge entre entrenamientos, familia, amigos y puede que algo más... LEMON próximamente...