Llegaron a casa y lo primero que hizo Mizu fue meterse en la piscina y reflexionar, cuando tuvo hambre salió y fue por su lata de caballa. Se sentó a la mesa y empezó a comer. A.P. maullaba, ella le dio un poco de pescado y se sentó sobre su regazo. Luego aparecieron los otros dos chicos con su comida y empezaron a atacarla.
-Chicos, relajaos u os dará una indigestión- dijo Shizu sentándose junto al hombre.
-¿Cuándo le vais a decir a Mizu?- preguntó Kako con la boca llena.
-¿Decirme qué?- dijo ella que ya había terminado de comer. Los adultos se miraron y se tomaron las manos.
-Verás Mizu... Arashi y yo... nos vamos a casar-. Dijo atropelladamente la última parte. La chica no respondió, sólo soltó al gato y se levantó para salir de la casa. Eso le sentó como una patada en el estómago. Cuando estuvo a varias manzanas de allí empezó a correr sin rumbo, sólo quería alejarse, aquello no parecía más que una pesadilla de la que se podría despertar apartándose, ¿Cuánto tiempo llevaba soñando? ¿Desde que volvió su madre? ¿Desde que le permitió meterse en la piscina? ¿O simplemente nada de eso había ocurrido y los últimos meses habían sido producto de su imaginación? Sin darse cuenta soltó un grito mientras subía corriendo unas escaleras que ya le parecían interminables hasta que llegó a un templo con vistas al mar, puso las manos en la valla de madera y jadeó. No necesitaba llorar, necesitaba algo en lo que apoyarse para ponerse en pie. No supo cuanto tiempo estuvo allí...
Haru estaba preparando caballa cuando oyó el grito proveniente de afuera. Se sacó el delantal y se asomó a la puerta, sólo vio que alguien subía corriendo las escaleras hasta el final, lo siguió, pero sin correr. Cuando llegó arriba se acercó a la persona. Se paró a dos pasos de ella al reconocerla.
-¿M-mizu?- ella se irguió y se dio la vuelta despacio, el se acercó un paso-¿Qué ha...?- No le dio tiempo a terminar, la chica lo abrazó y hundió la cara en su pecho, no sabía cómo reaccionar, se quedó quieto, temiendo que su corazón explotara en algún momento. Mizu lo apretó aún más contra sí y él le devolvió en abrazo entonces "No te resistas al agua, acéptala" recordó. Fue cuando decidió hacerle caso a Makoto y decírselo, porque ya no aguantaba más.- ¿Qué ha pasado?- Terminó la pregunta incompleta, pero de todos modos ella no contestó, había encontrado en dónde apoyarse y no lo iba a soltar tan fácilmente, él, confuso, dijo algo estúpido- Deberías volver a casa.- ella negó.
-No pienso hacerlo.- A Haru sólo se le ocurrió una cosa.
-¿Te gustaría... quedarte en mi casa?- Se separaron y ella miró el mar.
-No quiero ser una molestia...
-A mi no me molestas, Mizu- ya había llegado a su límite, la quería y no sabía cómo decírselo, así que fue al grano, le tomó la mejilla y juntó sus labios, pero sólo eso, Mizu abrió los ojos y sintió que todo el pelo de su cuerpo se erizaba, luego relajó sus labios subiendo su mano hasta el cuello de la camisa del chico, se separaron sin aire y muy sonrojados- ¿Te gustaría quedarte en mi casa?- repitió la pregunta. Ella lo miró a los ojos y no pudo negarse, suspiró.
-No vas a parar hasta que acepte.
-No- ella sonrió.
-Está bien...- se separaron y bajaron a casa de Haru. Olisqueó el aire al entrar-¿A qué huele?- Haru no contestó y fue directo a la cocina. Ella entró en el salón y vio el delantal en la mesa, lo tomó y por primera vez se paró a pensar en lo que había pasado. Su madre se casaría con su novio, lo que era lo más normal entre adultos, lo cual convertiría a Kako, a Leiko y a ella en hermanos y, por mucho que le pesara, a Arashi en su padre, por lo tanto, tendría que acostumbrarse a él a la fuerza, luego había salido de casa como una loca y se había encontrado con Haru, y él... ÉL la había besado. Se sonrojó al pensarlo hasta que le llegó un olor aún más fuerte a quemado, fue a la cocina, de donde salía algo de humo y Haru tosía- ¿Pero qué...?- abrió la ventana, tosiendo también, para que se escapase. Cuando todo acabó y ya se podía ver y respirar, Mizu vio una olla al lado de la cocina- ¿Que- tosió- ha pasado?
-Se me olvidó apagar el fuego cuando salí de casa-. Ella se asomó a la olla.
-Caballa ¿Tú tampoco puedes vivir sin ella?
-Está echada a perder-. Mizu se volvió para mirarlo, tenía la cara el pelo y la camisa sucias por culpa del humo, él se percató de su estado y se sonrojó, desvió la mirada- Debería ir a cambiarme-. Salió de la cocina y se sacó la camisa para ponerse otra, Mizu fue al salón y su teléfono empezó a sonar. Descolgó.
-¿Dónde estás?
-Kako, estoy en...
-No importa, tu madre está muy preocupada, deberías volver.
-No, necesito estar fuera un tiempo.
-Pero de verdad esta enfadada.
-No voy a ir, dile que estoy bien y que pasaré la noche fuera.
-No deja hablar-. La discusión se alargó unos minutos. Cuando Haru entró en el salón, vio a Mizu dándole la espalda y hablando algo agobiada, no pudo evitar quitarle el teléfono.
-Hola, soy Haruka, no te preocupes, Mizu pasará la noche en mi casa, no le pasará nada, buenas noches-. Colgó el teléfono y se lo devolvió a la perpleja chica.
-G-gracias...-dijo ella, guardándolo en su bolso, donde encontró una lata de caballa "¿Cuando metí esto aquí?" Pensando esto, el estómago de Haru sonó y a ella no se le ocurrió otra cosa que dársela- T-tienes hambre- el cogió la lata y luego unos palillos. Tomó a la chica de la mano y se sentaron a la mesa. Comió hasta que se dio cuenta de que la chica se sentía cohibida, miraba hacia otro lado y jugaba con sus dedos. Sólo quedaba un trozo y se maldijo por no preguntarle si quería. La llamó y cuando se volvió para mirarle le dio lo que quedaba sin que ella lo esperara. Mizu, confusa, se lo comió- Eh... gracias... ¿Qué?- añadió, viendo que le miraba la boca atentamente. Él sólo le pasó el pulgar por la comisura, haciendo que se sonrojara.
-Te habías manchado- se sorprendió al oírlo tan cerca. Tan cerca que sus narices casi rozaban. Se dejó llevar por su aliento que le pedía que se acercara, lo hizo y esperó a que sus labios se encontraran, cosa que no ocurrió, ya que el chico se levantó. Salió y luego volvió a entrar con algo de ropa en las manos.
-¿Qué es eso?- se levantó Mizu.
-Tu pijama.
-Pero puedo dormir con esto-. Él negó.
-Se te arrugará- le dio la ropa. Ella se resintió.
-¿Donde está el baño?
-Delante de las escaleras- ella entró y se puso la camiseta y los pantalones que le había dado. Le estaban grandes y el pantalón se le caía, pero la parte de arriba era lo suficiente larga como para que no se le viera nada. Haru, viendo que no salía del baño fue a tocar la puerta, pero se abrió, mostrando a Mizu con la ropa enorme. Se sonrojó al verla así, quiso abrazarla como si fuera un muñeco gigante de felpa.
-Me está grande-. Obvió la chica, él desvió la mirada y Mizu lo vio.- ¿E-estás sonriendo?
-No- contestó con las comisuras algo levantadas.
-Te estás riendo de mí-. Entonces fue cuando se volvió a la chica con gesto grave.
-No- ella bajó la vista, intimidada por la determinación del chico. "La he hecho sentir mal" se regañó. Apretó los dientes- te enseñaré donde vas a dormir-. Tomó a la chica y la subió a su cuarto.- Buenas noches- dicho esto se fue dejando a la chica en su habitación. Se había quedado muy extrañada por las últimas reacciones de Haru. Se encogió de hombros, no quería pensar más, así que se tumbó en la cama y se durmió en seguida.
Haru terminó de limpiar la cocina, durante ello no había dejado de pensar en ella. Subió y entró con cuidado.
..........................................
Yay! Al fin viernes! La semana se me hizo muuuy larga.
Espero que les haya gustado.
Ne! Una cosa más ¿alguien sabe cuando estrenarán el Ova de "Free ES!"? Si alguien lo sabe porfiis que me lo diga.
Ya ne!
ESTÁS LEYENDO
Haru x OC (Free!) [En Pausa]
RomanceMizu es una chica normal de Iwatobi con un problema familiar, cuando conoce a los chicos del club de natación, su vida se sumerge entre entrenamientos, familia, amigos y puede que algo más... LEMON próximamente...