Haru x OC (Free!) [En Pausa]

Gran noche (LEMON)

Yeeey! Party Hard!! Llegó el gran día! Sí, lo sé han esperado mucho y se lo agradezco, en serio, no esperaba que esta historia llegara a tantos leídos. Todo ha sido gracias a l@s lector@s y las personas que votan y comentan y... vale, vale, ya las dejo con la historia que veo que se impacientan. Aviso que fue mi primer lemon y si no estuvo muy bien... lo siento... ¡Disfruten!

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Mizu era feliz, había hecho caso a Leiko, que tenía razón, había sido una estupidez distanciarse cuando realmente se amaban, y ambos tenían intención de recuperar el tiempo perdido, terminarían lo que Haru había empezado una semana antes... Estaban fundidos en un tierno beso en la puerta de la casa del chico cuando este se tornó cada vez más y más pasional.

-¿Te importaría si me quedo esta noche en tu casa?- repitió Mizu su frase se la semana anterior con la respiración algo agitada por la falta de aire, mirando al chico a los ojos.

-¿No te echarán en falta?

-¿Qué importa eso? Seamos libres, sé libre conmigo, Haru-. Los orbes oceánicos del chico brillaron. Entraron en la casa y él cerró la puerta, poniendo a la chica contra ella- Creo que me tomaré eso como un sí- Dijo mirando a los ojos cuya frente y resto de cuerpo la estaban aprisionando aún más. Los dos respiraban por la boca, haciendo que sus alientos chocaran. Cerraron los ojos y Haru mordió el labio inferior de Mizu, haciendo que esta suspirase. Cuando se escapó de entre sus dientes, Haru le besó la comisura de los labios bajando poco a poco hacia su clavícula, apartó el molesto cabello y lamió y besó cada centímetro de su cuello mientras ella enredaba sus dedos en el pelo azabache del chico y suspiraba pidiendo más. Llegó al lado contrario de donde había empezado y  Haru se dirigió a su oreja, después de morder su lóbulo le susurró:

-Vayamos a mi cuarto- Le tomó de la mano y subieron por las escaleras, donde Mizu aprovechó para mirarlo y recordar fugazmente todo lo que había pasado desde la primera vez que se vieron. Entraron a la habitación y nuevamente cerraron la puerta, pero esta vez, Haru no puso a la chica contra ella, sino que la abrazó fuertemente contra sí por la cintura. Mizu rodeó su cuello con ambos brazos e hizo lo mismo- ¿Te irás si te llevo a la cama?- le preguntó. Ella negó.

-Haz conmigo lo que quieras- Le dio un corto beso en los labios, después otro un poco más largo y finalmente uno en el que perdieron la cuenta de los segundos que duró. Sus labios jugaban entre ellos a ver quén estaba encima más tiempo mientras sus lenguas se enroscaban y se empujaban, estudiando cada centímetro de sus cavidades mutuas... En cierto momento tubieron que cortar el beso para recuperar el aliento y Haru decidió pasar a la acción. Introdujo las manos bajo la camiseta de la chica produciendo un escalofrío en la espalda de ésta al sentir las manos del chico escalando por su cuerpo. Le sacó la polera dejando a la vista la ropa interior superior de Mizu, que se sonrojó por la insistente mirada de Haru hacia su pecho. Se tapó un poco- ¿Qué miras tanto?- Dijo mirando a otra parte. Él alzó una mano y le acarició la mejilla, con la otra le tomó los dedos y los puso sobre su pecho, en los botones, se inclinó para besarla mientras manejaba su mano haciendo que desabrochara la camisa. Cuando estuvo lista, Mizu subió su mano libre a uno de sus hombros e ir bajando la manga hasta quitarle la prenda por completo. Mizu se quedó mirando ese torso desnudo que había visto tantas otras veces, pero que no se había parado a examinar del todo, se mordió el labio inferior pensando que tendría toda la noche para estudiarlo a fondo.

-¿Quién es la que mira ahora?- le dijo Haru, sacándola de sus pensamientos. Mizu desvió la mirada.

-Apaga la luz...- le pidió. Él pulsó el interruptor y quedaron a oscuras, de forma que no se veía absolutamente nada. La abrazó, poniendo la cara de la chica sobre su pecho. Ella sentía sus latidos acelerados bajo su frente y no pudo evitar pasar los labios por su piel. Subió de nuevo sus brazos al cuello del pelinegro y comenzo a besarle mientras él se dirigía tímidamente hacia los botones de su falda y los desabrochaba. Mizu ahogó un suspiro cuando sintió que la tela se deslizaba rápidamente al suelo. Se sintió en desventaja, por lo que desenganchó la hebilla del cinturón del chico y lo sacó al mismo tiempo que él le tomaba la barbilla y la besaba. Al igual que Haru, ella quitó el botón y bajó la cremallera, la ropa cayó y si la luz aún iluminara la estancia, dejaría ver los...- ¿Cuando Makoto dijo que no te quitabas el bañador para nada no bromeaba, verdad?- preguntó percibiendo el neopreno contra las caderas del muchacho. Sintió cómo él se encogía de hombros. Subió las manos por la espalda de Haru, rodeando sus brazos, cuando llegó a sus hombros se dirigió a su boca para saborear de nuevo esos labios de los que nunca llegaría a cansarse. Mientras sus lenguas se entretenían, Haru puso sus manos sobre las caderas de la chica, la acercó hacia él, su erección tocó a Mizu, quien no hizo el más mínimo movimiento aunque lo hubiese notado, y fue subiendo sus manos muy despacio, con algo de miedo, hasta que alcanzó el broche de la ropa interior, detuvo el beso e intentó mirarla a los ojos, aunque la oscuridad no lo permitía.