Haru x OC (Free!) [En Pausa]

Happy birthday, Haru!

Haru y Makoto ya estaban de camino a la preparatoria.

-Felicidades, Haru-. Dijo el ojiverde con una sonrisa.

-¿Felicidades porqué?- dijo indiferete.

-¿Lo has olvidado? Hoy es tu cumpleaños.

-¿Hoy?

-Sí, mira, 30 de junio-. Le enseñó el hueco de su reloj donde ponía el día.

-Gracias- contestó simplemente. Recordó la petición de Mizu ¿Lo sabía o sólo había sido una casualidad? Pensó que era lo segundo, era viernes y, al fin y al cabo, normalmente los adolescentes salen los viernes después de las clases. Entraron y vieron que Kako iba hacia ellos.

-Buenos días, chicos.

-Buenos días, Kako- dijo Makoto. La chica sonrió.

-Feliz cumpleaños, Haru-. El chico se sorprendió, pero desvió la mirada igual ¿Cómo sabía esa chica que hoy era su cumpleaños?

-Te da las gracias- intervino Makoto, haciendo una vez más de "traductor".

-¿Sabríais decirme qué hacer para perder el miedo al agua?-Dijo entonces para distraerlos, ellos estaban de espaldas a la puerta y Mizu ya había entrado, si se daban la vuelta y la veían salir se echaría todo a perder, debía esperar a que ella diera la señal. Miraba por encima del hombro de Haru para ver cuándo salía sin prestar atención al consejo de Makoto.

-¿Y tu, Haru?- El ojiazul la miró un momento y luego volvió la cabeza hacia otro lugar.

-No te resistas al agua, acéptala- dijo simplemente. En ese momento, Mizu salía por la condenada puerta dándole la señal a Kako para saber que había completado la misión.

-Gracias, nos vemos esta tarde- se dio la vuelta y subió por las escaleras. Los chicos también se voltearon, descubriendo a Mizu terminando de subir a la planta de arriba sin darles tiempo a mediar palabra, aunque esto no evitó que el chico se quedara pensativo. Si Kako sabía lo de su cumpleaños, alguien se lo había tenido que decir, podría haber sido Mizu, o podría haber sido Nagisa, que estuvo hablando con ella toda la tarde anterior. Makoto y Haru entraron en clase.

Tras un largo día cada cual volvía a casa, Mizu llevaba algo de prisa, porque no quería salir con el uniforme puesto, así que cuando llegó, adelantó a Gou, Kako y Leiko y se cambió en seguida. Se puso una camiseta de color azul que se iba oscureciendo según bajaba. Los pantalones eran blancos con detalles en negro, las sandalias eran marrones y no tenían ningún tipo de plataforma o tacón. Esperó acariciando a A.P., maullaba y ronroneaba.

-¿Vas a salir?

-Sí- Contestó Mizu fríamente, aún no se había acostumbrado a Arashi, el cual sólo intentaba comportarse lo mejor posible con la hija de su pareja. Se sentó, dispuesto a hablar con ella.

-Oye, Mizu, sé que mi presencia se te hace difícil, pero creo que deberíamos intentar llevarnos bien, eh, ¿Qué te parece, empezamos de cero?- dijo tendiendo una mano. Ella lo miró por debajo del flequillo, iba a contestar que no podía llevarse bien con alguien que quería vaciar la piscina, además, tenía cosas más importantes en que pensar, como el regalo de Haru, la fiesta empezaría en unas horas y ella no tenía nada aún, pero no pudo decir nada porque sonó el timbre, Mizu sonrió, soltó a A.P. y fue a abrir la puerta.

-Hola, Haru ¿Vamos?- él, que tenía la mirada desviada, asintió. Salieron y se encaminaron al centro comercial. El chico llevaba una camiseta de rayas azules hasta los codos, unos vaqueros marrones y unas zapatillas blancas. Ninguno sabía sobre qué hablar, aunque no fuera costumbre del muchacho entablar conversación, quería hablar con ella. "No me lo puedo creer ¡Estás enamorado!" le recordó la voz de Makoto, se negó a sí mismo. Aunque fuera cierto que se sentía algo muy extraño cuando la veía, estaba seguro de que no estaba enamorado.-Sabes...- el corazón del chico dio un vuelco al oírla hablar- necesito un bañador nuevo, el que tengo ahora me está pequeño, mira ese- ya habían entrado y pasaban por delante de una tienda de deportes, ambos pasaron y Mizu se acercó al traje de baño. Era negro y tenía una flor azul en el pecho- ¿Qué te parece?- Haru desvió la mirada y murmuró un "bien" que quería decir que seguramente todo le sentaría de maravilla-Si quieres comprar uno, invito yo- sonrió. Él se sonrojó, no iba a dejar que gastase dinero por él.