Harley se encontraba en su habitación abrazando una de sus almohadas mientras veía la televisión. Aún no podía creer lo que hizo anoche con J, todo había cambiado, lo presentía. Mira como la lluvia pegaba en su ventana, eran alrededor de las 10:00 am, Estefanía y Antonella se habían ido a la escuela hace algunas horas atrás y nada más tenia que esperar a que el Joker despertara, y con toda la vergüenza del mundo, fingir que lo de anoche no pasó.
Escucha como tocan la puerta. Esta se abre y puede ver a Johnny.
—Hey, el jefe te quiere ver en su oficina, te vas a quedar aquí con el...no se siente muy bien que digamos, nosotros saldremos.
—Espera.—Harley se levanta de la cama.—¿Me quedaré sola con el Joker?
—Si.—Johnny Frost dice.—¿Algún problema con eso?
—No nada, vete a trabajar estaré bien.—Johnny asiente y sale de ahí de nuevo. Suelta un fuerte suspiro y camina hacia el exterior.
Lentamente se dirige a la oficina, toma la manija y la abre dejando soltar un gran suspiro. Puede ver al Joker en su silla contemplando Gotham mientras sostenía un vaso de whisky con hielos en sus manos.
—¿Quería verme jefe?—Comienza a hablar.
El Joker la mira, deja el vaso de whisky sobre el escritorio y se levanta de la silla. Harley se pone nerviosa cuando lo siente demasiado cerca de ella. Se miran a los ojos intentando descifrar lo que se diría cada uno.
—Estaba borracho y drogado.—El dice.—No estaba consiente. Lo siento.
—No pasa nada jefe, está bien.—El Joker asiente y acaricia la barbilla de Harley con sus dedos.
—Me gusto.—El Joker habla. Las mejillas de Harley se tornan rojas al instante. Era obvio que a ella también le había gustado, pero obviamente no se lo diría tan abiertamente.—Y se que a ti te gusto, te escuchaba...estabas vuelta loca conmigo encima tuyo.—Pasa su mano hacia el cuello de la chica, la mirada de Harley cambia al sentir el escalofrío sobre su cuello.—¿Que me dices? No tenemos nada que perder.
Rápidamente la toma de la cintura y la acuesta sobre el sillón que estaba ahí, ambos se besaban mientras pasaban sus manos por todo el cuerpo del uno a otro.
La esposa del Joker llega a la casa con sus maletas, al parecer no había matones algunos para que recibieran sus maletas...pero había decidió regresar por sus hijas a pesar de todo.
Harley se pone en horcajadas sobre el Joker y lo mira desabrochado su cinturón y bajando su falda negra para luego dejarla sin ropa interior. De pronto Harley siente esa sensación, la cual no podía olvidar.
Ella comienza a dar pequeños saltos sobre el mientras entraba y salía de ella continuaba. Los gemidos se hacían presente por todo el despacho.
La esposa sube las escaleras, deduce que su esposo debería estar en la oficina, junto a sus maletas comienza a caminar hacia ahí.
—Shh...—Le dice Harley parando todo.—Creo qué hay alguien afuera.
—J, ¿Estas ahí?—Escucha la voz de la mujer.
—Diablos...—El Joker maldice.—No puedo parar, no hagas ningún ruido ¡Espérame, ahora salgo, ve a la habitación!
—Está bien.—La mujer camina hacia donde dormía anteriormente con el Joker.
Harley comienza de nuevo sintiendo como cada vez más se hacía más sensible a los roces del Joker, ya no faltaba mucho para que llegaran al punto final.
—Más, más...—Ella suplicaba mientras el Joker fascinado la complacía.—Estoy apuntó...
Unas cuantas embestidas más fue suficiente para que los dos se corrieran, Harley sentía como el Joker liberaba todo de el dentro de ella, sudando y con la respiración agitada, ella cae acostada en el sillón mientras el Joker se incorporaba arreglándose su pantalón.
El Joker ya la había llenado dos veces en total, y claro que quería la tercera urgentemente.
—No te vayas, sigue...—Ella le dice.
—Estas tan desesperada.—Se acerca a ella y le da un beso en los labios.—Esta noche iremos a la bodega, tenemos trabajo que hacer pero también muchas horas, te haré ver el cielo...a pero una cosa más.—Harley asiente.—Nadie se puede enterar de esto, ni mis hijas, ni la madre de ellas, ni Johnny, ni ningún matón...esto lo haremos por diversión, ¿Okay?
Harley asiente rápidamente de nuevo. Se acerca a ella y le da otro beso en los labios.
El trato de los nuevos amantes estaba cerrado.
La esposa del Joker veía desde su computadora las cámaras que había en la oficina de su esposo. Sonríe mientras se sienta en la cama y bebe de su trago.
—¿Ese es tu plan?—Escucha la voz de su amante por la bocina de su celular.
—Dejaré que se meta con ella las veces que quiera, así puede resultar lo que quiero...tal vez yo no lo pueda tener, pero ella si. Se van a enamorar, de eso estoy segura.
—¿A que te refieres amor?
—A que ella me puede dar el varón que tanto quiero del Joker.