—Vamos Jackie, muévete...—El chico estaba solo en su bata de hospital corriendo por todo el pasillo junto a Estefanía.
—¿Cómo sabes que me dicen Jackie?
—Escuche a tu madre por tantos años diciendo ese nombre.—Lo mira mientras ambos entran al elevador más cercano. Ella oprime el botón del sótano.—Es mejor que estes preparado para lo que se avecina.
Ambos se quedan en silencio mientras sentían cómo bajaba poco a poco el elevador. Tenía frío, pues la bata no era muy caliente que digamos. Se toca la herida, tenía algunas horas apenas de que lo habían operado. Le dolía.
—Es mejor que te sostenga, no te me vayas a morir aquí.—Lo toma del brazo para mantenerlo de pie.
Mira a la chica a lado de él.
—Estefanía...—Ella solo lo mira.—¿Cómo es ella?
—¿Ella quien?—Peina el cabello del muchacho un poco, se había despeinado por aquella almohada.
—Mi madre...hasta lo que entiendo, el Joker tiene mucho que ver conmigo, ¿No?
—Solo te diré que es la mujer mas bella que he conocido.—La ve sonreír.—Me ha cuidado desde que tenía tres o cuatro años, siempre ha sido mi mejor amiga...hasta que se enamoró de papá y ahí apareció la gran desgracia...—Lo mira.—Jack Napier.
—¿Jack Napier?
—¿Qué? ¿Quieres ser Jack Wayne para toda tu vida? Ambos sabemos que eso no pasará. Por cierto, aprovecho para que comencemos de nuevo...soy Estefanía Napier, técnicamente, tú media-hermana mayor. Solo lo aclaro para que toda esa tensión entre nosotros de calentura, sexo y erotismo acabe y seamos hermanos de ahora en adelante.
—Si no te preocupes, está bien.—Jack ríe. El elevador se abre.
De pronto, aparece Batman en frente de ellos.
—¡Mierda!—Grita Estefanía volviendo a oprimir a uno de los botones.
La mano de Batman atraviesa la puerta del elevador. Los chicos gritan abrazándose.
—¡Bruce no intentes detenerme!—Jack grita.
—Espera, ¿Bruce es Batman?
—Jack...—Abre todo el elevador.—Tienes que venir conmigo, no puedes irte con esta chica.
—¡Está chica es hija de tu querida esposa!—Grita.—¿Al menos lo sabias Bruce? Te vio la cara de pendejo.
—¡No tengo tiempo para esas tonterías, vámonos ya!—Siente como lo toma del brazo comenzando a lastimarlo. Estefanía pelea y también lo estiraba.
—¡Suelta a mi sobrino estúpido!—Johnny estrella un bloque de cemento contra la cabeza del murciélago haciendo que quedara inconsciente automáticamente.—¡Vamos antes de que la rata voladora se despierte!
Los jóvenes salen del elevador y corren junto a Johnny.
—Eres Jack ¿Cierto?—El muchacho solo asiente. Johnny lo carga sobre el aire abrazándolo.—¡Al fin te encontramos, chico perdido! Soy tu tío o algo así, esa es historia de otro día...nos tenemos que ir ahora.—Chifla, y una camioneta negra llega frente a ellos.
—¡Hola Jefecito!—Grita Rocco.—O bueno, quiero decir...—Tose un poco para perfeccionar su voz.—Suba a la camioneta jefe, lo están esperando.
Johnny lo ayuda a subir a la camioneta, al mismo tiempo se sube Estefanía para luego Johnny.
—Bien, ahora...vámonos de aquí.—Mira a Rocco. El estaba entretenido buscando dólares en su cartera.—¿Ahora que demonios haces?