El joven toma uno de los cigarrillos de la caja, lo enciende y comienza a fumar de este. Leía un libro mientras escuchaba música en su habitación. Era verano, y la onda de calor se hacía sentir por todo su alrededor.
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—Jack, cariño.—Escucha como entran a su habitación sin tocar. El gruñe y mira hacia la persona que estaba frente a él.—Es hora de comer.
—No me estes molestando...—El dice. Roberta frunce el ceño y suspira fuertemente. Le enojara que la tratara así, tenía el mismo carácter que el Joker.
—No te estoy preguntando, baja ya a comer.—Ella se retira de la habitación azotando la puerta.
Se levanta de su lugar y sale de mala gana. Baja las escaleras rápidamente y camina hacia el comedor, ve a su padre ahí...
—Hola papá.—Bruce Wayne lo mira y le sonríe.—Es bueno verte después de tantos días.—Le da un pequeño abrazo.
—Estaba muy ocupado fuera de la ciudad, tenía que hacer algo para volver aquí contigo.—Acaricia el cabello de Jack haciendo que se despeinara un poco.—¿Como te fue en la escuela?
—Regular, nunca tan bien pero tampoco mal.—Toma de su limonada.—Pensé que Jason vendría contigo.
—Lo se, pero decidió quedarse unos días más allá, ya sabes cómo es tu hermano...—Roberta llega a la mesa y se sienta quedando frente a Jack.—Así que...¿Todo en orden esta semana?
—Por supuesto mi amor.—Roberta toma de la mano a Bruce.—¿Algo mas que necesites para complementar tus alimentos?—Jack niega, a veces su madre actuaba tan cínica, y a las espaldas de su padre siempre decía cosas de él.
—No, eso es todo...—Mira a Jack.—Ahora tú me acompañarás a un gran trabajo.
—¿Gran trabajo?
—Si hijo, pronto me retiraré y alguien tendrá que tomar el puesto en la baticueva. No puedo esperar a verte convertido en todo un héroe.
—Me alegra que hayas tomado una decisión mi amor...—Roberta le sonríe a Bruce.—Que mejor que tu hijo biológico para ese puesto, usar los postizos es de mala gana.
Bruce la mira. Jack no debía saber que su madre lo había tenido con otro hombre que no fuera Bruce.
—Si, exacto, lo que digas...—Mira a su hijo.—¿Estas listo para ser mi ayudante Jack Wayne?
—Claro, pero pensé que me dejarías descansar este fin de semana.
—Claro que descansaras, pero también tengo tareas para ti...pronto iremos a una misión secreta.
—Si claro...a propósito, hoy iré con los chicos al club nocturno de la zona rosa, necesito de Alfred para que me lleve y me traiga.
—Lo que diga mi príncipe.—Bruce le da un beso en la frente a Jack.
En otra parte de Gotham, Harley estaba ayudando a preparar la comida junto a sus hijas Antonella y Estefanía.
—¿Crees que así haya quedado bien?—Antonella le pregunta a su madre adoptiva. Harley asiente sonriendo.
—Esto de la repostería es tan cansado.—Estefanía suspira volviendo a su teléfono.
—Tienen que saber cómo preparar el pastel, aparte Antonella pronto se casará y tendrán que saber hacer esto muy bien.
Los gritos de la niña más pequeña llegan a la cocina.
—¡No papá, no!—Ella gritaba. El Joker la atrapa y la carga en sus brazos. La Niña ríe alocadamente.
—Lucy guarda silencio...—Harley ríe al verla así. Camina hacia a ella y le da un beso la frente.—¿Ya te irás a trabajar?—Le dice al Joker.
—Si, tengo que ir al maldito club a arreglar unos asuntos, luego vendré y otra vez estaremos tranquilos por todo el fin de semana. Bueno, ya me voy...—Le da un beso a cada una de su hijas y al último a Harley.—Te marcó cualquier cosa.
El Joker se retira de ahí.
Lucy jugaba con sus hermanas. Harley se va de la cocina y sube las escaleras. Necesitaba descansar al menos un rato, se sentía agotada. Ve aquella puerta azul al final del pasillo, nadie había entrado ahí desde hace años.
Toma la perilla y la abre. La habitación del bebé seguía intacta, todo pintado de azul marino con una gran cuna y juguetes por doquier.
Ya eran 17 años desde la perdida de su hijo. 17 años de sufrir que no está a su lado, Roberta se lo llevó lejos...de ella ya no volvieron a saber nunca más.
—Se que sigues perdido por el mundo, pero no te detengas...algún día regresarás a mi pequeño.—Toma la fotografía del ultrasonido que tenía. Empieza a llorar mientras acariciaba la imagen.
Andrew, Drake y Jack llegan al club gracias a Alfred, todo se veía de color rojo, el olor a los distintos tipos de droga se hacían presentes en el ambiente.
—Bueno chicos, iré hablar con mi jefe...—Dice Andrew.—Busquen un lugar o algo con confianza.—Andrew los había invitado por su nuevo jefe, resulta que trabajaba para el duelo del club.
—Este club es increíble.—Drake dice. Jack asiente y mira a su alrededor. Todos los arreglos tenían características de dinero, joyas y poder. Posiblemente el club le pertenecía a alguien fuerte en Gotham.
—Chicos, podemos ir con mi jefe...nos ha invitado.—Jack y Drake caminan hacia el chico.
Suben unas escaleras tipo VIP.
—¿Traen identificación para entrar a esta área?—Uno de los gorilas del jefe de Andrew habla.
—Johnny Frost, somos amigos y el Jefe los invito también. Todo va en orden, el único menor es mi amigo Jack...pero bueno tiene 17.
Johnny mira al joven al ser señalado.
—¿Te he visto en alguna parte?—Jack niega. Johnny solo suspira y los deja pasar.
Los tres adolescentes llegan al área VIP.
—Jefe, le presentó a mis amigos Drake y Jack.—El príncipe payaso del crimen los mira desde su lugar.
—Un gusto señor...soy Drake—Drake extiende su mano.
—El no da la mano.—Dice Andrew.—El otro pequeño se llama Jack.
El Joker mira al muchacho, aquel nombre le traía aquel recuerdo. El Joker sonríe y se pone de pie acercándose a los chicos.
Jack sabía quien era el Joker, era el mayor archienemigo de su padre. El peliverde mira a Drake para luego mirar a Jack.
—Gusto en conocerlos...mis futuros colegas.—Pone una mano en el brazo de Jack.—¿No te he visto en alguna parte chico?
—Ah...no creo Mr. J.—Jack solo responde.
—Ya veo...—El Joker suspira.—Da la coincidencia que te llamas igual que yo...nos llevaremos bien.
Hola! Ya estoy de vacaciones por dos semanas, así que agárrese que tendré mucho tiempo libre para publicar. ❤️