—Y necesito los zapatos finos que vi en el catálogo.—Harley iba anotando todo mientras corría detrás del Joker, el caminaba por toda su mansión como si nada mientras ella estaba apurada contestando sus llamadas y atendiendo sus cosas.—¿Te agradan?—El para y le muestra la revista.—Harley asiente rápidamente.—Lo sabía.
Harley frunce el ceño confundida y ambos seguían caminando por toda la casa.
—Tengo una cita hoy en el club a las 11:40 pm, recuérdalo muy bien.—Se pone delante de ella y le señala.—Apréndete mis horarios también.
—Está bien.—Harley dudaba un poco en hablarle.—Mr. J.—Lo llama.
—Dime querida.—El Joker se sienta en su escritorio al fin.
—Necesito ir a la universidad, tengo que tomar unas clases extras para el final de mi carrera.—El Joker se levanta y ve como ella sostenía algunos libros en sus brazos además de todas sus cosas.
Toma uno de los libros en sus manos.
—¿Psicología?—Harley asiente.—¿Te estas burlando de mi?—Ella niega rápido.—Que dicha.—Le entrega el libro de nuevo haciendo que se le cayeran varias cosas.
—Diablos.—Ella susurra levantando todo.
—Se te cayó.—Señala.
Harley lo mira mal y se levanta del suelo.
—¿Algo más que necesite señor?—Lo ve caminar a servirse un whisky, o tal vez tequila, o tal vez Ron, la verdad no tenía idea...no sabía mucho de bebidas alcohólicas.
—Oh si, necesito que pases por mi hija Antonella al colegio.—¿Mr. J tenía una hija?
—¿Tiene una hija señor?
—En realidad, tengo dos hijas.—El Joker sonríe.—Antonella y Estefania, la mayor es Antonella, tiene 15 años y Estefanía tiene 6.
—Vaya no sabía que tenía hijas.—Harley sonríe.—Pero bueno, con gusto iré por su hija al colegio.
—Solo quiero que sepas que Antonella es difícil de convencer...en pocas palabras tiene muchas cosas parecidas a mi.
—Mr. J, dudo que su hija sea igual que a usted.
La adolescente sube al automóvil, Harley le regala una sonrisa pero ella solamente la mira mal y se pone sus audífonos, deduce que escuchaba música. La sonrisa de Harley se borra y comienza a manejar.
¡Era igual al Joker!
En el transcurso a la casa, Harley intentaba hacer hablar a la adolescente, pero ella no se dejaba en pocas palabras. Puede ver que el reproductor de música en su celular decía "Levitate", era una canción de Twenty One Pilots.
—¿Levitate?—Llama la atención de la joven.—Sin duda una de mis favoritas de tøp, es bueno conocer a otra fan.
—Lo que sea.—Ella suspira frustrada cruzándose de brazos.
Harley borra su sonrisa de nuevo, tenía que comunicarse con ella de alguna forma.
—Y...—Hace una pausa.—¿Que tal la vida a los 15? ¿Todo en orden? ¿Sexo, Drogas, Alcohol?—Antonella la mira.—¿Todo en orden pasándola bien en una fiesta?
—¿Por que siento que quieres tener una conversación conmigo?—La niña dice.—Es decir, llevamos como 20 minutos y tú eres la única que no para de hablar sola por que literalmente tengo mis audífonos puestos.
—Oh, pues...—Pasa saliva.—Solo quiero conocerte, seré la nueva asistente de tu padre así que nos veremos seguido al parecer.
—Es lo menos me importa en estos momentos.—La vuelve a mirar mal. ¿Que carajos le pasaba a esa niña? Tenía un carácter de mierda, igual al padre. ¿Que podría esperar de la pequeña Estefanía?
—Y el se llama Teddy.—Harley estaba sentada en una silla muy pequeña en el gran cuarto de Estefanía. Ella acomodaba a "Teddy, su oso cariñoso" en una mini silla. Sostenía una pequeña taza rosa en sus manos, Harley solo la miraba escuchando todo lo que decía.—¿Te gusta el juego del té Harley?
—Si.—Le sonríe.—Cuando era pequeña jugaba mucho a eso con mi mamá.
—Mi mami no juega mucho conmigo, siempre está ocupada con su amigo.—Harley se confunde al escucharla decir eso.
—¿Tu mami tiene un amigo?
—Si, pero "shhh" no le podemos decir a papi.—La niña pasa la vista por toda la habitación rápidamente como si tuviera miedo de que alguien la escuchara.—Cuando papi se va a trabajar, su amigo entra a su habitación y de ahí no sale, pasa horas junto a mamá ahí dentro...mami me dijo que platican y así.
Oh por Dios, esto si que estaba mal.
—Oye Harley, ¿Puedes quedarte más jugando conmigo?
—Quisiera muñeca, pero tu papi me necesita en el trabajo...tal vez mañana.—La niña asiente y se regala un abrazo, Harley le corresponde.
—Harley.—El Joker entra a la habitación de la niña. Estefanía se separa rápidamente de Harley y corre hacia su padre emocionada. El Joker la carga alzándola en el aire y dándole muchos besos alrededor de su rostro.—Necesito que me ayudes con algunas cosas más.
—Claro.—Harley camina hacia a él y le sonríe a la pequeña.—Y gracias Fanny, me gusto mucho el té de hoy.
—Puedes venir cuando quieras.—El Joker sonríe y baja a su hija de sus brazos saliendo junto a Harley de la habitación.
—Es adorable.—Caminan por el pasillo.—Digo al menos me agrado más que su hija mayor, si me permite decir señor.
—Lo se, ella es más cariñosa...Antonella es muy difícil, al igual que su padre yo creo.—Ríe.—Mi esposa y yo hemos intentado en concebir un varón, pero los planes nunca salen como lo esperamos y pues tenemos que recurrir a varios métodos, no nos han funcionado del todo...tuve dos hijas, eso es lo que importa.
—No se desanime señor, tendrá un hijo varón algún día.—Harley le sonríe.—¿Ahora cuál es el plan?
—Oh claro, lo olvidaba...—Hace una pausa.—Mis zapatos de punta fina que ordene no los veo sobre mis pies.
Harley corre rápidamente hacia donde había llegado el paquete con los zapatos del Joker.
Era una chica muy feliz, y muy ansiosa. Le agradaba, en verdad lo hacía, era bella, tenía que admitirlo, en cierto punto le agradaba la idea de encontrase a alguien como ella en su camino.