—¿Donde diablos estabas?—Roberta estaba esperando a su "hijo"en la sala de estar. Cierra su revista y camina hacia el joven. Jack no tenía ganas de hablar con ella para nada. Sabia que las cosas no debían de ser así, pero en cierta forma le molestaba su propia madre.—Tu padre también estaba preocupado por ti, demasiado para decir verdad.
—Que te importa.—Jack dice sonriendo. Estaba un poco ebrio a decir verdad.
Roberta se acerca a él y le da una cachetada. El rostro del joven se voltea pero gira rápido a mirarla.
—¿Que rayos te pasa a ti?—La enfrenta.
—¡No me sigas hablando así! ¡Te pareces tanto a...!—Ella se guarda mejor ese grito. Estaba apunto de pronunciar el nombre del príncipe del crimen.
—¿A quien? ¿A quien me parezco? ¡Respóndeme!—Ella solo niega y corre escaleras arriba.—¡Púdrete Roberta!
—¡Joven!—Alfred llega.—Por favor no le esté faltando al respeto a su madre de esa manera, usted es Jack Wayne...no se rebaje a ese nivel joven.—Jack lo mira.
—Lo se Alfred, pero me hace enojar. ¡Ya me harte de todo esto! ¡Estoy apunto de irme de esta casa para siempre!—Grita.
—¿Estas seguro?—Escucha la voz de su padre detrás de él. Voltea a verlo, Bruce mantenía sus brazos cruzados y no estaba muy contento de ver a su hijo en ese estado.—Por que si tienes mucha urgencia de irte, allá está la puerta hijo.—Señala.—Tú decides.
Jack camina hacia su padre y se mantiene encarándolo.
—No se si estoy mas harto de mi madre...o de ti.—Le dice entre dientes.—No me amenaces.
—¿Estas seguro de que te quieres ir Jackie? Para perder todo tu dinero de la herencia, perder el traje de Batman, dejar de ser rico de la noche a la mañana...no te conviene tenerme como tú enemigo Jack Wayne.
—¡No me llames Jackie!—Le grita.—¡No lo hagas! ¡Me haces recordar como mi madre me llamaba así cuando era pequeño, ya me cansé de ese estúpido sobre nombre!
Jack camina hacia las llaves de su auto que estaban ahí.
—Sabía que no debía haber regresado a esta casa...—Jack camina hacia la puerta.
—¡Jack, vuelve aquí en este instante! ¡No te atrevas a dejarlo ir Bruce!—Roberta baja las escaleras gritando histéricamente y llorando.
Jack solo niega y sigue su camino. Hasta que siente como alguien lo toma de las piernas.
—¡No te vayas Jackie! ¡No te vayas! ¡Yo no te puedo perder, por que tú eres mío!—El se intentaba sacársela de encima.
—¡Nancy, Danna, traigan el tranquilizante!—Bruce grita tratando de apartarla del joven.
Las sirvientas corren tomando de las muñecas a la mujer alistándose para ponerle la inyección.
—¡Me lo van a quitar Bruce! ¡Tú eres mi hijo, eres solo mío! ¡No eres de ella! ¡No eres de ella!—Grita al último dejando a Jack completamente confundido.
¿No eres de ella? ¿Que démonos significaba eso?
Roberta cae en un profundo sueño por la inyección. Bruce niega y la toma en sus brazos.
—Estará bien...no se preocupen, hace tanto tiempo que no pasábamos por esto. Creo que desde que Jack era pequeño.—Suspira y le da un beso en la frente a la mujer. Mira a su hijo.—Es mejor que hables con tu madre cuando despierte, ahora...entrega las llaves a Alfred, ni creas que te saldrás de aquí.
Jack frunce el ceño y escapa de la casa corriendo.
—¡Jack!—Grita Bruce.
—Tranquilo Jefe, el niño tendrá que regresar en cualquier momento no se preocupe...ahora váyase a descansar junto a la señora, lo tendré al tanto con noticias de Jack.
Bruce asiente.
Había otra gran tormenta en la madrugada, Jack manejaba su auto por toda la autopista. Dormiría en las calles hoy, sabía que a su familia no le gustaba que saliera en las noches al centro de Gotham. Pero tenía que despegarse de todo.
Al entrar al centro se detiene al ver el semáforo en rojo. Suspira frustrado, tenía que superar lo que acababa de pasar...su madre estaba loca.
—¡Basta, necesitas dejarme en paz!—Escucha como grita una chica por la calle. Veía con un tipo, al parecer estaban discutiendo.
—¡Ven acá, no te dejaré...!—La chica le da una cachetada al chico.
Jack ríe al verla darle un golpe.
El chico la agarra del mentón y la avienta al suelo haciendo que se mojara todo su vestido. El le comienza a dar patadas.
Jack se baja rápidamente del auto.
—¡Hey!—Jack corre hacia el chico y lo lanza hacia el piso de un fuerte empujón.—¡A las mujeres no se les trata así! ¿Estas demente?
—¡No te metas hermano, es mi chica!
—¡Largarte de aquí antes de que rompa la cara!—Le grita.
El chico asustado se va de ahí.
Corre hacia la chica y la ayuda a levantarse.
—¿Estas bien?—La chica lo mira y sonríe.
—Hola Jackie.—Era la hija del Joker, Estefanía.—Que grato es encontrarte de nuevo.
—¿Te hizo daño?
—Solo unos moretones, no te preocupes.—Ríe.—Oye, ¿Me llevas a mi casa? Tengo prisa y sueño...a propósito, ¿Que haces a las 4:30 fuera de casa?
—La verdad es que dormiré en la calle hoy. Salí de casa por que ya no soporté estar ahí.
—¡Quédate en mi casa! No creo que a mi padre le desagrade tener a su nuevo secuaz ahí en casa, hay muchos hombres que viven ahí.
—No lo se...
—Vamos, será divertido. No seas aburrido.
Jack lo piensa hasta que asiente.
—¡Si!—Lo abraza.—Yo conduzco.