Desaparecido↪ Taeyu

Capítulo 2

Ya en el frontis de la casa de Lucas se puede ver que sólo las luces de la planta baja están encendidas, se adentran a la casa y los chicos estaban sentados en los sillones y otros en sillas mientras comían y bebían con una música baja de fondo.

-Hasta que aparecen, pensé que se habían quedado en la casa de Yuta haciendo cosas-dijo Ten con una mirada pícara, Taeil lo miró raro.

-No digas estupideces Ten-dijo Yuta con un tono asqueado.

Johnny inmediatamente se acercó a Taeil y le da un sonoro beso en una de sus mejillas y este le dio una sonrisa en respuesta. Pasaron las horas y todos estaban un poco, mucho, mareados por el alcohol que habían ingerido.

-¡¡Juguemos a la botellita!!-grita animadamente Ten, bueno, con o sin alcohol es lo mismo. Todos aceptaron entusiasmadísimos, menos Yuta que desde la mañana tenía una rara sensación instalada en su pecho, presentía algo, algo malo como consecuencia de este juego.

Pasaban los minutos y todos decían "verdad", nadie se atrevía a decir "reto". Esa noche se supieron muchas cosas que dejaron sorprendido a Yuta.

Por desgracia de él la botella se había detenido en frente de él.

-¿Verdad o reto?-pregunta entusiasmado el dueño de casa.

-Reto-dice valientemente, inmediatament6e se arrepiente de su elección, culpa a los efectos del alcohol como responsable de su arranque de valentía, pero ya no hay tiempo para arrepentimientos y lamentaciones.

-Emmm......¡¡Te reto a entrar al bosque que está a las afueras del pueblo!!-dictamina el dueño de casa.

"mierda, estoy jodido", piensa.

Al principio todos quedaron sorprendidos por el reto de Lucas, pero después todos empezaron a gritar emocionados, culpa del alcohol que los volvió más estúpidos de lo normal.

Ya a las afueras del bosque están todos bien abrigados, hace unos días las temperaturas habían empezado a bajar, algo inesperado por la estación en que se está, osea, primavera, y con linternas en mano bien sonrientes, había un ambiente un poco raro que es pasado por alto por todos, bueno casi, por culpa del alcohol.

-Ya Yuta, es hora- dice Ten palmeándole la espalda con una mano, mientras que la otra sostiene una linterna y cámara.

Suelta un suspiro mientras comienza a adentrarse a paso lento al bosque, enciende la cámara y comienza a grabar el camino que va haciendo, siente que con cada paso que da el ambiente se va volviendo más denso y helado.