Capítulo 17

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Ya está oscureciendo y Taeyong por fin hace acto de presencia, se acerca a donde está Yuta leyendo un libro, Yuta al darse cuenta de su presencia lo mira.

-Ya es hora de que te vaya a dejar a tu casa- Yuta se levanta de un brinco emocionado.

Pero cae en cuenta en algo.

-¿A esta hora?- ya todo está oscuro.

-Es más seguro- responde Taeyong con simpleza.

Taeyong se acerca a uno de los cuantos muebles y saca de este unas linternas. Sería demasiado raro llevar antorchas. Le pasa una de las linternas a Yuta.

-Vámonos.

Al salir Yuta ve a dos hombres altos, realmente altos y fornidos, cada uno de ellos lleva una especie de báculo y una espada engancha a sus espaldas. Ellos caminan detrás de él y Taeyong , Yuta se siente un poco intimidado, Taeyong se da cuenta y suelta una risilla, las mejillas de Yuta se colorean.

-No te rías- le dice molesto.

-Lo siento, en realidad no- y vuelve a soltar otra risilla.

Yuta forma un puchero con sus labios.

Subieron unas escaleras hasta que al fin salieron al bosque, no se fueron por las mismas escaleras por las que Yuta había intentado escapar.  Al salir Taeyong y Yuta encienden sus linternas, el primero les dio una mirada a los dos hombres altos a sus espaldas y estos asintieron en respuesta.

Yuta mira nerviosamente a sus alrededores, tiene miedo de que la cosa que se le apareció esa noche en que se perdió vuelva a aparecer. Hablando de esa noche….

-¿Quién eres?, ya sé que te llamas Taeyong, pero ¿qué es ese lugar del que salimos?- Yuta se detiene. No piensa dar ningún paso hasta que Taeyong le responda.

Taeyong suelta un suspiro, es ahora o nunca.

Sabe que debe decirle la verdad, de seguro a escuchado las historias, esas que hablan del diablo, o sea él, y de su compañero destinado. También está seguro que sabrá que alguien del pueblo es el compañero destinado.

-Supongo que habrás escuchado esas historias del diablo y su compañero destinado.

 Yuta asiente confuso.

-¿Qué tiene que ver eso?- pregunta intrigado.

De ante mano, Yuta siente una sensación extraña en su estómago. Está ansioso por saber.

-Pues yo soy el diablo y tú eres mi compañero.

Muy bien. Directo al grano. Sin rodeos. Muy, pero, muy bien.

Yuta abre su boca por la repentina confesión, su cabeza es un remolino de pensamientos. Está sorprendido, no sabe que decir.

 Cuando niño siempre escuchó las historias que contaban los ancianos del pueblo, a él siempre le gustaron, también siempre sintió curiosidad por saber quién sería el compañero del diablo, había escuchado al abuelo de Kun que pronto se sabría quién será, incluso en más de una ocasión se encontró fantaseando con que él sería ese dichoso compañero, imaginaba al diablo como un tipo alto, musculoso, de mirada penetrante y un carácter de mierda, así tipo de las cavernas.

La imagen mental no le hace juicio a la realidad.

Taeyong es casi de su misma estatura, delgado, pero eso sí, tiene una mirada intimidante acompañada por un rostro neutro que pareciera que odiara a todos a su alrededor. Pero está feliz, que por poco y grita, porque esas veces en que fantaseó con ser el compañero destinado se volvió realidad.

-¿Estás asustado?- pregunta preocupado Taeyong, este se abofetea mentalmente por semejante pregunta que acaba de hacer.

-N-No, en  realidad no- suelta una risilla apenada- cuando adolescente en más de una ocasión me encontré fantaseando con que yo iba a ser el compañero del diablo, o sea de ti- las mejillas de Yuta se colorearon ante la confesión lanzada.

Taeyong se sorprende al principio pero ya después se alegra en demasía.

-Durante estos días me he estado rompiendo la cabeza porque no sabía cómo decírtelo y cómo es que ibas a  reaccionar ante la noticia, estaba seguro que me ibas a tomar por loco.

Ambos sonrieron felices, uno porque su compañero había tomado de excelente forma la noticia y el otro porque su mayor fantasía de adolescente se volvió realidad.

Durante el camino ambos chicos hablaron de sus vidas personales y también se pusieron de acuerdo para posteriores encuentros, también hablaron de sus familias y amigos. Taeyong le habló de su padre, un general más, le explico a Yuta que no era hereditario su rango, sino que es obra del destino, a determinada edad el rango se presentará en una persona al azar, le contó que es el hermano mayor de tres hijos, también le dijo que su madre había fallecido al dar a luz a su hermano menor.

Le fue imposible no hablar de Jennie y lo que ocurrió con ella.

Desaparecido↪ TaeyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora