Capítulo 12

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-¡TÚ ERES MÍO TAEYONG!, ¡NINGÚN ESTÚPIDO HUMANO ME VA A ARRANCAR DE TU LADO!- grita colérica Jennie.

Taeyong lleva sus manos a sus cienes y se las masajea en señal de disgusto y cansancio.

-Jennie, entiende que te veo sólo como una amiga, nada más, además sabías perfectamente que tarde o temprano iba a llegar mi compañero- dijo Taeyong ya cansado del teatrito de su amiga.

¿Tan difícil es entender que él no la ama?

Jennie y Taeyong se conocen desde pequeños, prácticamente son hermanos, con el pasar de los años los sentimientos fueron creciendo poco a poco, él veía y ve a la chica como su mejor amiga, su naturaleza atenta y cariñosa. A Taeyong siempre le gustaron los chicos, y Jennie, al parecer tapó el sol con un dedo, a lo largo de su existencia Taeyong  ha tenido muchos amantes, la peli negra siempre estuvo al tanto pero aun así en su interior empezó a crecer una pequeña luz de esperanza que con el pasar de los años fue creciendo más y más, tuvo la ingenuidad de pensar y llegar a creer que alguna vez a Taeyong le llegasen a gustar las mujeres, específicamente ella. Sandara siempre le ha dicho a su hija que estúpida esa ilusión.

-Bájenla de  ahí- ordena Taeyong cabreado a dos de sus generales que se encuentran cerca.

Johnny y Lucas bajan cuidadosamente a Jennie, ellos simplemente ya no quieren más chillidos.

-¡Suéltenme imbéciles!- patalea y grita la fémina.

Qué vergüenza. Piensan los generales.

Casi gran parte del infierno  se había ido acercando a presenciar el bochornoso espectáculo de Jennie. La mayoría siente vergüenza ajena. La mayoría sabía que esto tarde o temprano iba a pasar.

-¡Señor!, ¡Señor!- llega a los gritos una de las cuantas empleadas del altillo.

-¿Qué pasa Hyon?- pregunta preocupado Taeyong.

-El joven Yuta no está en su habitación ni en ninguna parte del altillo- suelta la mujer preocupada por el joven y asustada por el castigo que se puede llevar por el descuido.

-Búsquenlo de inmediato y corran la voz- ordena Taeyong.

Y en un abrir y cerrar de ojos se esfuma sin dejar rastro alguno.

Se teletransporta directo al bosque. Todo el infierno se dispone a buscar a Yuta.

Taeyong se teletransporta a la salida del infierno en el bosque e inmediatamente el leve olor de su compañero llega a sus fosas nasales, también llega el de dos demonios y el de su perro Damen, no pasa por alto el hecho de que la puerta está abierta. Sin perder más tiempo empieza a seguir los olores que con cada metro que avanza se van intensificando, con el pasar de los minutos puede escuchar los ladridos de Damen y las voces de los demonios, los demonios emanan un olor a preocupación y miedo, algo poco normal por lo que él mismo se empieza a preocupar y acelera más el paso.

A lo lejos ve a tres siluetas que con cada paso se van dilucidando, se encuentran al borde de un acantilado, Damen es el primero en darse cuenta de su presencia girándose en su dirección se echa a correr sin dejar de ladrar, los dos demonios se giran y puede ver que sus rostros que normalmente se encuentran inexpresivos ahora los preocupa la preocupación y el miedo.

-¿Dónde está mi compañero?- pregunta a unos pocos metros de distancia. Damen empieza a gemir.

-Lo siento jefe.

Taeyong levanta una ceja en signo de interrogación.

-Señor, lamento decirle esto…..este…su compañero cayó al precipicio.

 

Desaparecido↪ TaeyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora