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Habían transcurrido días desde que Tom y Tord se fueron de la casa. Ambos habían tomado caminos separados, mientras que Matt apoyaba a Edd.
Tord había comprado un departamento, pues necesitaba rápidamente un lugar donde poder llevar a cabo su trabajo. A causa del incidente con Tom no había podido ir a visitarlos por tener que arreglar errores detectados después de las pruebas.

Mientras que Tom, no había ido a visitarlos a causa de no querer verse miserable delante de ellos.

Edd tenía que ser tratado constantemente, rechazando ser hospitalizado a pesar de las incontables sugerencias de los médicos. Matt constantemente apoyaba la idea, él no era alguien especializado en tratar a un enfermo, a duras y penas el podía cuidarse, además de que su apariencia estaba decayendo al no darse tanto tiempo en sí mismo como antes.
Edd claramente estaba preocupado por sus dos amigos, pero aunque quisiera contactarlos, no había forma. Siempre le había sido extraño no encontrar ningún medio de comunicación con Tord, pero el siempre había sido así, y lo que lo empeora más, es que él, ni Tom, lo había visitado; sintiendo culpa por lo ocurrido.

-Si al menos tuviera un centavo- se dijo a si mismo Tom, lavandose las manos en un baño público.

Tom desde hace un tiempo había estado tocando su bajo en las calles y en restaurantes, sin embargo, el dinero no le alcanzaba para dar sus tres comidas al día, además, su vicio por el alcohol aún en estas circunstancias no paraba.

-¿Debería pedirle ayuda a Edd?- se preguntó a sí mismo, para después negar con la cabeza.

Su estómago pronto gruño.

Estaba vacío.

Sin salida y todos se separan.

InestableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora