Capitulo 5: Novedad

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Novedad: Acontecimiento reciente, nuevos hechos, noticias, sensaciones, actos, etc.

   Alex’s P.O.V.

   Tan pronto como sonó la campana, salí del aula sin mirar atrás. Toda la clase la pasé evitando hablar con ese tío. Guillermo se llamaba, sabía quién era. El caso es que no quiero hablar con ese hijo de puta. De verdad quiero que se vaya a cagar y me deje en paz.

   Traté de ignorarle lo más que pude durante la hora de clase, pero debíamos hacer un puto trabajo juntos. No quiero acercarme a ese, me arrolló en su auto y para colmo me ponen a cooperar con él para la clase de química. ¿Qué te hice universo? ¿Qué?

   Cojeé lo más rápido que pude mientras escuchaba sus pasos detrás de mí.

-Alex- me llamaba Guillermo, mierda. Nadie le dio el permiso para que me llamara de esa forma, solo hay dos personas a las cuales dejo que me llamen así, y son mi madre y Eva. Vete a cagar hijo de puta -, Alex por favor para.

   Su voz se escuchó más cerca que antes, vale, si no estuviera cojeando hubiera logrado arrancar de él. Se puso frente a mí bloqueandome la pasada.

-Alex, por favor, dejame hablar contigo.

-No me llames Alex, no te he dado el permiso para llamarme así, no eres mi amigo.- tampoco es que tuviera muchos

-Vale, vale. Alejandro, por favor, dejame disculparme por lo de ayer.

-Vale. Adiós.- pasé a su lado, sin embargo él fue mucho más rápido y me detuvo a mi frente nuevamente. Claro si mi pierna estuvie… ¿Saben qué? Olvidenlo. Soy cojo.

-Por favor, déjame ayudarte, puedo llevarte a urgencias o algo. Puedo darte mi número.- me pasó una tarjeta que ni siquiera miré. La arrebaté de sus manos con fuerza sin querer verla.

-¿Tú? ¿Llevarme a urgencias?- me reí en su cara de manera escandalosa. Haciendo que otros alumnos en el pasillo voltearan a mirar. La cara de Guillermo se estaba poniendo roja de vergüenza -Sí, claro. El gran Guillermo me llevará a urgencia. ¿No tienes algo mejor que hacer? ¿Cojerte alguna tía o quizás pretender que estudias?- volví a reír. Estaba cabreado, no quería que se me acercara. Sé como es este tipo de gente y no quiero que estén cerca mío.

   Nadie está cerca mío.

-¿Sabes? ¡Traté de ser amable contigo, vete de aquí cojeando. Que es todo lo que sabes hacer, a ver si encuentras a alguien en el mundo que se preocupe por ti!- me gritó para luego pasar a mi lado dándome un empujón.

-Hijo de puta.- murmuré con enfado. ¿Qué se cree? Claro que supiera de lo que habla.

   La razón por la que no dejo que me ayude es porque sé como es esta gente adinerada, solo me quiere ayudar para hacer su obra de caridad y sentirse bien consigo mismo. Tiene mejores cosas que hacer. Tiene dinero, tiene una vida, a diferencia de mí. Y no quiero que me quite lo poco de ella que me queda, junto con mi orgullo.

   Evitando las vistas de los demás alumnos caminé hasta mi casillero. Hoy es viernes, todo termina más temprano. Solo quiero que el instituto termine, quiero irme a casa, recostarme solo en la cama de mi habitación. Saqué de mi casillero los cuadernos que necesitaba y los guardé en mi mochila. Al momento que cerré mi casillero vi como a unos tres casilleros a mi derecha se caían unos libros al suelo. Suspiré y me agaché con cuidado para cojer los libros que estaban tirados. Me levanté y vi como el tío se hacía a un lado de la puerta de metal para poder verme.

-Vale, tío.

   Me agradeció con un murmuro, tomó sus libros y los guardó en su casillero.

Segunda Familia (Willexby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora