Capitulo 29: Parresía

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Parresía: Término griego que significa; “libertad para decirlo todo”.

Alex’s P.O.V.

Tengo que decirlo, luego de ese día en donde Willy y yo lo hicimos, tuve un horrible dolor en mi puto ano. Me dolía al trabajar.

Luego al llegar a casa vimos junto a Guille una película de miedo, creo que jamás me había asustado tanto. Puto Willy y sus putas películas de tías japonesas locas que intentan matarse porque la perseguía un condenado fantasma y… joder, no vuelvo a ver películas.

Guille aparcó frente a la cada, ya me acostumbré al camino a casa. Me acostumbré a vivir con los Díaz, me acostumbré a ellos y soy feliz con esta familia.

En el momento que iba a bajar del auto sentí la suave ,y ya conocida, mano de Willy tomar la mía y deteniéndome para que no bajara.

-Alex- me hizo mirarle y le escuché tragar grueso -, quiero preguntarte algo.- respiró hondo.

-¿Qué ocurre?- fruncí el ceño, algo raro le pasaba.

-Necesito saber con urgencia si tú y yo somos novios a no.- tenía una mirada de ansiedad y de miedo, conozco esa mirada, le atemorizaba saber la respuesta.

-¿Por qué?- interrogué, quería saber el por qué lo preguntaba, quería saber qué tanto lo quería.

-Porque quiero que seamos novios de verdad, no solo un par de amigos-hermanos que se gustan y ya.- fijó su mirada en mis ojos.

-También follamos.- agregué.

-Lo sé pero…- su mirada seguía permanente en mí. Un profundo valor se notaba, era decisión. Sonreí provocando que esa mirada cambiara. Le tomé la mano que me sostenía entre las mías, las subí un poco y le di un beso en sus nudillos.

-¿Quieres ser mi novio?- le pregunté sonriendo. Vi sus mejillas colorar, ¿quien dijo que no puedo hacer cosas así? ¿Alguien lo dijo?

-Sí.- respondió algo nervioso y ya casi completamente rojo.

-Pues seamos novios.- me acerqué y ambas bocas se toparon en un dulce beso que… fue cortado por un camión que tocó la bocina.

-¿Eh?

Lo siguiente que pasó fue ver al padre de Willy salir de la casa en dirección al camión.

-¿Qué pasa?- preguntó Guille casi para sí mismo. De repente unos hombres se bajaron del camión por la parte trasera; iban vestidos de uniforme blanco, llevaban bandejas de lo que parecía comida.

-La reunión.- murmuré recordando que hoy era la cena de los de la oficina del padre de Willy.

-Tenemos que bajar a ayudar.- Guille saltó prácticamente del auto.

-Espera, espera…- le detuve al bajar también y cerrar la puerta, necesitaba decirle algo antes de que se me fuera. Pasé por a un lado del auto y me paré a su lado.

-Antes, quiero decirte que tengo una “condición”.- hice comillas con mis dedos.

-¿Sobre ser novios?- preguntó extrañado.

-Sí. Mi única condición, es que le digamos a tu padre.- vi como su rostro cambiaba a un color pálido casi sin vida.

-¿Por qué?

-Porque es tu padre y merece saberlo, y porque no quiero ocultarle cosas a él- le contesté mirando al Señor Díaz caminar ayudando a entrar cosas -, ha sido demasiada buena persona y un héroe para mí, no puedo ocultarle cosas.- eso ultimo casi lo susurré. Sentí la respiración nerviosa de Guille a mí lado.

Segunda Familia (Willexby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora