Capitulo 43: Victoria

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Victoria: Hecho de vencer o triunfar en una batalla o competencia.

Alex’s P.O.V.

Salí de la sala en la cual se encontraba Willy. ¿Está vivo?, ¿de verdad? Una enfermera me dijo que mi hijo me estaba esperando. ¡Ha sobrevivido! ¡Soy padre, soy padre! No me lo creo, pero… ¿cómo?

Me dirigí al área de maternidad, donde la enfermera me dijo que estaba mi hijo. Mis ropas seguían mojadas, pero eso poco me importó. Caminé hasta aquel lugar con una sonrisa de boca a boca. Las cosas cambian demasiado rápido, ahora todo está bien. Todo comienza a estar mejor.

Mi sonrisa no se borraba de mi rostro, hacía tiempo que mi boca no tomaba aquella curva, esa forma que demuestra el bienestar propio o de otro. Muchas veces esa forma en la boca se utiliza para simular ese bienestar, pero ahora no. Estaba verdaderamente feliz, era una honesta sonrisa. Las cosas han cambiado tan dramáticamente, pero siento, poseo aquel presentimiento de que se quedarán por fin en un solo estado, y ese será bueno.

Vi el cartel que decía “Área de Maternidad”, me estaba acercando al lugar. En eso pasa algo, paso por una habitación y logro divisar una silueta muy familiar. Me detuve y di unos pasos atrás, miré nuevamente por la puerta abierta y vi una cama, en ella se encontraba la madre de mi hijo, quien me había dado tantas felicidades durante tanto tiempo. Eva estaba en ella, se veía algo cansada, pero estaba bastante despierta. Junto a ella su padre le hablaba con una pequeña risa.

Sin pensarlo dos veces me acerqué a ellos. Provoqué que Eva me mirara, lo que por consecuencia hizo su padre también, cuyo rostro se serenó de inmediato al verme.

-Alejandro.- me nombró como forma de saludo al verme entrar. Me escaneó de arriba a abajo, vio que mi ropa estaba húmeda. Tragué grueso.

-Buenas tardes- saludé con timidez, ¿qué más podía hacer? -, ¿cómo estás?- le pregunté a Eva quien sonrió de medio lado.

-Bastante bien, creí que sería peor. La cesárea no es tan agotadora como el parto normal.- trató de reír levemente.

-Que bueno que estés bien- me enfrenté en miradas con su padre, quien aún me observaba seriamente -, Señor…- me hizo callar levantando su mano.

-¿Por qué estás mojado?- me preguntó subiendo una ceja. Tragué grueso, ¿qué le iba a decir? ¿”Me enteré que mi hijo y su madre iban a morir, entré en pánico y me quise lanzar por un puente”? ¿Qué tan tonto hay que ser para darse cuenta de que si le digo eso no querrá dejarme criar a mi hijo y lo dará en adopción?

-Eehh…- vamos Alejandro piensa, ¿qué puedes decir?

Por un lado puedo mentir, decirle que tuve un accidente o algo así, para que no me quite a mi hijo. No quiero perderle, de verdad quiero hacerme cargo de él, quiero tenerlo en mis brazos y cuidarlo.

Por otro lado puedo decirle la verdad, entonces estaré completamente expuesto a la opción que no quiero. A que de verdad crea que no podré cuidar a ese niño, y lo dé en adopción, no puedo dejar que eso pase… no quiero que ese pequeño crezca sin padre, no podría soportarlo. Quiero darle todo lo que durante mucho tiempo me hizo falta.

-¿Caíste te un puente?- me preguntó como con una gota de sarcasmo, pero algo en su expresión me hizo saber que me lo estaba preguntando seriamente.

-Sí…- contesté con miedo, bajé mi mirada, no aguantaba la suya, me estaba golpeando muy duro.

-Carlos, el padre de Guillermo me ha contado todo lo ocurrido- fruncí el ceño ante eso, le volví a mirar -. Me he encontrado con él, me ha explicado todo lo que ha pasó.

Segunda Familia (Willexby)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora