Alas para un Angel •JiKookMin•

✨. 8 : Su sonrisa .✨

-Jungkook, las portadas del libro quedaron estupendas, y con los cambios que agregaste fueron perfectas, de hecho me pidieron que te felicitara y te indicara que los próximos libros...-.

Justo en ese momento Yoongi se dió cuenta de que Jungkook no le estaba prestando atención, pero lo que más lo sorprendió, fue darse cuenta que estaba sonriendo, tenía tanto tiempo sin ver ese gesto en él, sus ojos tenian brillo. Yoongi creyó que estaba alucinando por todo el café que había comenzado a tomar desde muy temprano, porqué en una editorial todo es urgente, sobre todo en el área creativa, era el jefe del departamento de arte, ahí tenía contacto con diseñadores, ilustradores, fotográfos y todo tipo de personas dedicadas al mundo del diseño y las artes.

Yoongi conocía a Jungkook desde hace muchos años, incluso fue amigo de Tae, él iba a ser su testigo en la boda, la cual por la triste perdida de Taehyung en el accidente no se llevó acabo. Llevaba 3 años viendo a Jungkook consumirse en su tristeza, día tras día, viendo llorar en silencio al castaño cuando creía que nadie lo veia, había sido toda una sorpresa verlo sonreir, habría que organizar toda una fiesta por dicho suceso.

-Y bien, Jungkook, ¿quién es el dueño de la sonrisa que tienes?-preguntó en un tono amable y jugueton.

Entonces el castaño regresó de su ensoñación, miro a su amigo, que era bajito y blanco, sus profundos ojos cafés lo veian interrogante, volvio a sonreir de manera involuntaria.

-Ayer conocí a alguien, un apuesto, no-suspiró.-Hermoso, muy hermoso chico rubio, con unos lindos labios, listos para mordelos y-...-.

-¡Hey! ¡Detente! ¡Para! ¡Ya entendí!-expresó Yoongi completamente asombrado por como acababa de hablar, fue como retroceder en el tiempo y escucharlo hablar de Taehyung, porque Jungkook se enamoró de tal manera ese mismo día que lo conoció y le habló tan emocionado como feliz de aquel chico de sonrisa cuadrada.

Después de tanto tiempo de no escucharlo hablar así, mucho menos salir con alguien, creyó imposible que volviera a ver a Jungkook hablar otra vez tan emocionado de alguien que no fuera su novio, se sintió feliz porque su amigo volvió a sonreir.

-¿A qué santo debemos este milagro?¿Cómo se llama?¿Dónde lo conociste?-preguntó un curioso Yoongi.

-Jimin, Park Jimin, lo conocí ayer en el cementerio cuando fui a visitar a Tae...-observó el gesto de incredulidad de su amigo y continuó.-Es una persona de este mundo Yoongi, no es un fantasma o algo así-.

-Ahhh~. Ya me habia asustado, pero... ¿conocerlo en el cementerio?, que extraño lugar para que te guste alguien. Bueno, prosigue-.

-Como te decía, fui a visitar a Tae y Jimin se tropezó por un monton de pájaros que salieron disparados de un árbol, él se asusto, el árbol estaba cerca de la tumba que fue a visitar, más tarde me enteré que es la tumba de su madre, y por salir corriendo al momento de caer se lastimó terriblemente la rodilla además de ganarse un monton de raspones, lo llevé al hospital, le lavaron las heridas y lo vendaron, tendrá que estar vendado un par de días y tomar algunos analgesicos-terminó de hablar Jungkook.

-Supongo le pediste su numero de celular o lo acompañaste a su casa, para mantener el contacto ¿verdad?-dijo su amigo.

-Ese es el punto, Yoongi, que entre los nervios y la emoción, no lo hice, solo lo deje en un taxi, pues ya podia caminar y-lo interrumpe Yoongi.

-Si manejaras tu auto podrías haberlo llevado, pero no! Te niegas a manejar, ahora tendrías los datos de Jimin y muy probablemente una cita-Jungkook frunció el ceño, se levantó molesto de su silla y se dirigió al ventanal de su oficina, dándole un momento la espalda a Yoongi para después darse vuelta.

-No, no pienso volver a manejar, perfectamente puedo tomar transporte, un taxi o un uber, no pienso volver a exponer a alguien y perderlo por mis torpezas, no pienso volver a repetir esa tonteria-.

-Tú no tuviste la culpa, el otro carro venía en sentido contrario, y la lluvia tampoco estaba ayudando, el peritaje demostró que el otro conductor fue el culpable, tú no-...-Yoongi no terminó de hablar porqué el castaño dió un fuerte golpe al escritorio y lo que antes era una sonrisa en su rostro y brillo en sus ojos, ahora era enojo y lágrimas.

-No más, Yoongi, si no me hubiera distraido, si hubiera obligado a Tae a abrocharse el maldito cinturon de seguridad, el estaría aquí conmigo, casados... porqué te recuerdo que también el peritaje reveló que yo me salvé por el cinturón de seguridad, mientras mi amado Tae-...-no pudo continuar las lágrimas y el llanto no se lo permitieron.