Daniela era una chica normal, llevaba con felicidad su vida. Pero en un momento se desmoronó todo, a causa de una mirada que la observaba desde lejos.
Esta experiencia comenzará en una escuela de arte, donde nuestra protagonista llamará la atención...
Cuando volví de clases comí y después me eché una siesta, estaba bastante cansada de haberme levantado a las 7 AM; después me preparé para ir a ver a mi novio.
Quedamos donde siempre y nos fuimos al centro a sentarnos en un parque.
Manu: ¿Cómo te ha ido hoy el día? -pasa su brazo por mis hombros-
Daniela: Bien, supongo -sonrío- pero seguimos teniendo problemas con la profesora que te comenté, si no se soluciona este tema me parece que tenemos que llegar más lejos para que la echen -le explico- no podemos perder el curso
Manu: Hagáis lo que hagáis hacerlo con cabeza -me aconseja- no os vayáis a meter en problemas
Estuvimos hablando un poco de todo, de como nos había ido el día y de los estresados que estábamos los dos por el tema de los estudios.
Pero lo notaba raro, últimamente no estaba tan cariñoso como siempre...¿habrá notado algo por mi parte? ; tenía miedo de que descubriera que me gustaba alguien más...o a lo mejor solo estaba estresado y no se daba cuenta.
No sabía porqué me pasaban estas cosas a mí, pero mirando a las personas que recorrían el lugar de dónde estábamos vi a Chandler a lo lejos. No bastaba con tener que verlo en la escuela y trabajar con él, si no también me lo tenía que encontrar por la calle.
Me sentí incomoda e intenté hacer como si no estuviera, pero no podía evitar estar un poco nerviosa.
Abracé a Manu para evitar mirar a los alrededores.
Manu: ¿Qué te ocurre? -extrañado-
Daniela: Sólo te estoy abrazando -obvio- ¿no puedo?
Manu: Claro que sí -dice dudoso- solo que hace mucho que no lo haces...-dice en un tono triste-
Me sentí mal en ese momento.
Daniela: ¿cómo? -me separo de él para mirarle a los ojos-
Manu: -suspira- desde que has empezado este año has estado muy rara...-me confiesa- ya no eres tan cariñosa como lo eras antes
Daniela: Cielo...-suspiro- lo siento -miro hacia abajo- es por el estrés y por los problemas que estoy teniendo en la escuela -le agarro la mano-
Manu: Lo entiendo aunque no lo creas -me acaricia la cara- da igual -me abraza- te comprendo perfectamente y no te lo estoy echando en cara, solo te he dicho lo que siento
No dije nada más y lo abracé. Me sentí la peor persona del mundo, cuando verdaderamente no tenía la culpa de sentir lo que siento. Ya realmente no sabía que seguía enamorada de Manu. Pero no quería pensar en eso, era un chico genial y no quería hacerle daño por una persona que no se si el día de mañana estará en mi vida.
La tarde acabó y él agarró el autobús para irse a su casa, y yo también tenía que agarrar el autobús para irme a la mía.
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Me coloqué los auriculares para no pensar en nada más.
De repente sentí una presión en mi hombro, me giré y me asusté porque no me lo esperaba tan cerca de mi rostro.
Daniela: Joder, Chandler -me quito los auriculares- ¡que susto me has dado!
Chandler: perdona -se sienta a mi lado- es que no sabía como llamar tu atención
Ya ni me sorprendía encontrármelo por todas partes, la vida se estaba riendo de mí en mi cara.
Chandler: Necesito pedirte algo -me mira-
Daniela: ¿El qué? -lo miro extrañada-
Chandler: La verdad es que necesito una compañera de arte visual -me explica- es decir, una modelo que pueda estar disponible siempre para dibujar y hacer sesiones de fotografías -me mira- y te quería preguntar si querías trabajar conmigo este año
Daniela: Con la cantidad de chicas increíbles que hay en la escuela, ¿me lo estás pidiendo a mí? -extrañada-
Chandler: no te creas -ríe- he observado a un montón de gente y la que más se adapta a mis expectativas eres tú -dice mientras mira su móvil- tú no tendrías que hacer nada, no te voy a quitar tiempo de tus estudios, sólo nos veríamos cuando pudieses para hacer de modelo, yo me encargaría de todo, tú solo tienes que posar -me explica-
Ya lo que me faltaba, trabajar con él y posar para él, repito, la vida se está riendo en mi puta cara. ¿Cómo le digo yo ahora que no?.
Chandler se levantó para darle al botón para que el autobús parase en la siguiente parada.
Chandler: -se acerca a mi oreja- me tengo que ir, no hace falta que me respondas ahora -susurra- tienes toda la noche para pensarlo
Me sonrió y se bajo del autobús. Mi cara era prácticamente roja en ese momento, él mismo me había dicho que tenía toda la noche para pensarlo.
Llegué a casa, cené y me acosté en mi cama. Sinceramente si me lo hubiera pedido otra persona no dudaría en aceptar porque me encanta que me hagan sesiones de fotografía. El problema es que me lo ha pedido él, eso significa pasar más tiempo con él.
No quise pensar más, pero conociéndome le diría que sí porque no sé decir que no...y menos si es él.
