Capítulo 14.

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NARRA DANIELA:

Las cosas se iban volviendo cada vez más raras, sentía que me estaba metiendo en la boca del lobo; ahora vería más horas a Chandler y eso no me afecta positivamente en nada.

Pero no sé decir que no y para añadir más, es una debilidad.

Las tres primeras horas pasaron y se supone que quedaba una hora más, pero nos pusimos todos de acuerdo para no entrar, las clases con la profesora eran mortales y no habían quiénes las aguantasen; así que nos quedamos en la puerta.

María: Voy a coger el bus, así que me voy ya -se aleja haciendo un leve movimiento de mano en forma de despedida-

Tamara: Daniela, ¿que vas a hacer ahora? -dice mientras baja las escaleras del centro-

Daniela: Supongo que irme a mi casa -me encojo de hombros-

Alba: Pf -suspira- yo es que no tengo ganas de irme a mi casa -dice con desgana-

Tamara: la verdad es que yo tampoco 

Daniela: no, si yo tampoco -suspiro del cansancio- no tengo ganas de nada, la verdad -me sincero con ellas-

Tamara: ¿y si nos quedamos por aquí? -nos sugiere-

No sabía el porqué, creo que soy masoca o algo así, pero me apetecía quedarme en los bancos de fuera de la escuela para ver si por casualidad Chandler bajaba a fumar y lo podría ver de lejos, aunque suene absurdo.

Alba: Tía, ¿y si compramos un litro? 

Daniela: ¿Qué dices?, que son las 11 de la mañana -digo sin estar muy convencida-

Tamara: ¿Y que? -dice sin darle importancia a mis palabras-

Alba: ¡Vamos! -me agarra del brazo-

No me lo creía hasta el momento que me llevaron a la tienda que había en frente de la escuela y compraron el litro de cerveza de verdad.

Seguidamente nos sentamos en los bancos que había fuera de la escuela, no al lado, porque nos podían decir algo, pero se veía la puerta perfectamente

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Seguidamente nos sentamos en los bancos que había fuera de la escuela, no al lado, porque nos podían decir algo, pero se veía la puerta perfectamente.

Daniela: No sabía que íbais en serio -digo extrañada mirando la cerveza-

Alba: -alza una ceja- ¿que te pensabas?, ¿que era mentira? -me da el tercio de cerveza- anda, bebe y así te despejas -abre ella su tercio- si solo es una -le pega un trago- ¿qué puede pasar?

Tamara: a mí me sube muy rápido -dice mirando el tercio de cerveza-

Alba: No te va a hacer nada un tercio -dice indiferente-

En fin, por un tercio no podría salir nada mal, como mucho pillaría el puntillo pero ya está, así que me relajé y me acomodé en el banco para hablar de nuestras cosas, de las cosas de la escuela y tal.

Por suerte no pasaba mucha gente por allí, así que podríamos estar tranquilas.

Vimos a Mikel de lejos bajar por las escaleras, al parecer él sí había entrado a clase en la hora que quedaba; nos vio desde la puerta y se acercó a nosotras.

Mikel: Daniela -llama mi atención mientras busca sus auriculares en la mochila- necesito ya hacerte la prue-nos mira con el tercio de cerveza en la mano- ¿qué haceis? -nos pregunta extrañado-

Tamara: JAJAJAJAJAJAJAJA

Alba miró a Tamara por esa risa inesperada y sin razón y comenzó a reírse ella también.

Daniela: estudiar -digo con ironía mientras le pego un trago al tercio-

Mikel se quedó un poco pillado pero en seguida volvió a la tierra.

Mikel: Bueno -piensa- creo que ahora mismo no estás para cantar nada, ¿no?

Daniela: ¿Aquí?, ¿en la calle?, ¿delante de la gente? -sorprendida-

Alba y Tamara: ¡SI! -gritan ilusionadas-

Daniela: ¡no! -sonrío sarcásticamente-

Tamara: Jo

Daniela: Me da mucha vergüenza -le digo a Mikel-

Mikel: Bueno, no pasa nada -se coloca los auriculares- ya encontraré el momento pero tiene que ser pronto -me advierte-

Asentí y Mikel se fue, así que seguimos las tres en aquel banco a nuestro rollo.

No estabas en mis planes. // Chandler RiggsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora