Jin y Tu→#1 [✓]

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Narra T/N.

Estaba saliendo de mi casa para ir a trabajar, cuando, sin querer y sin haber visto mi camino, choqué con alguien, provocando que se me caigan algunas carpetas de trabajo, que llevaba en brazos, y me costaría mucho volver a ordenarlas, aunque eso lo haría en la oficina, no me pondría a ordenar papeles en el medio de la calle.

— Lo siento mucho — me disculpé recogiendo mis carpetas y algunos papeles que se habían caido de éstas.

— No te preocupes — también se disculpó, ayudándome con mis cosas — Tu disculpame a mí, no vi por donde venía — dijo sonriendo.

— Gracias — dije después de haber levantado mis cosas del suelo.

— De nada — sonrió y me entregó mis otras carpetas con
algunos papeles — Mi nombre es Nayra — dijo estrechando su mano.

— Un gusto, Nayra — dije correspondiendo su agarre — Mi nombre es T/N — dije con una sonrisa.

— Bueno, me tengo que ir, pero fue un gusto conocerte — dijo. Antes de irse, me saludó con su mano y antes de que ella se vaya, dije:

— Igualmente — le dije en un tono mas alto, porque ya estaba un poco mas alejada.

Después de tener todas mi cosas en mano, más mi bolso colgado en mi hombro, me dirigí a mi trabajo.

Narra Cata.

Me desperté cuando escuché la alarma sonar, estiré mi brazo para apagarla, pero como no llegaba tuve que levantar. Cuando me levanté, estiré un poco mis brazos y piernas, y también el cuello. Después agarré mis prendas de ropa y caminé hacia el baño. También llevé mi celular para poner un poco de música.

Cuando ya me encontraba lista, me miré al espejo por última vez y bajé a la cocina para desayunar. Mientras comía escuché mi celular sonar, la pantalla del mismo está iluminada y hay un numero desconocido.

Llamada

— ¿Hola? — pregunté mintras dejaba la taza de café de lado.

— Hola, ¿usted es la señorita Park Catalina? — preguntó la voz de un hombre.

— Sí, soy yo, ¿quien habla? — pregunté un poco nerviosa, que yo sepa a muy pocas personas les había dado mi número de teléfono.

— Llamo de la empresa de " JYP Entreteimen" — respondió el hombre y yo le di un sorbo a mi taza.

— Sí, ¿qué pasa? — pregunté un poco ansiosa, sabía que me estaba llamando especialmente por lo de la audición, o eso creo.