SOTUS X

2. No huyas.

Kongphob estaba de cuerpo presente en clase, pero su mente aun seguía en el cielo.

-Aioon.. - murmuró para si mismo. Desde que termino su práctica hacia poco mas de un mes, les habían pasado muchas cosas como pareja, una de ellas, conocer a la familia del otro. Kong sabía que ninguno tuvo un buen rato al explicarle a sus padres que tenían novio en lugar de novia. Sobre todo el, único varón de su familia, su padre tenía altas expectativas, su madre lloró un poco le grito y luego lo abrazó antes de irse a la cocina.

- No estoy de acuerdo con tus decisiones, Kongpob, pero eres tu quien tendrá que lidiar con ellas. ¿estas seguro de que esto es lo que quieres? - su madre sollozaba manteniendo a su hijo en brazos.

- Si... - Kong estaba a punto de decir que técnicamente vivían juntos, a pesar de tener cada uno su propio apartamento,  ser justamente el vecino de a lado no parecía ser suficiente, la mayoría de los días Kong los pasaba en el apartamento de Arthit, algunos fines de semana Arthit los pasaba en el de Kong. El joven bribón sonrió ampliamente a su madre, si ella se enterará de eso... bueno ella no necesitaba saber que Kong tenía necesidades que debía satisfacer con su novio; claro si algún día Arthit lo dejaba pasar a segunda base. - el es la persona que mas amo, pero tu eres la única mujer en mi vida -

Kong aun tenía que sortear la ira de su padre que se había encerrado en su oficina y se negaba a hablar con el. 

- Ma... ¿crees que algún día mi padre lo acepte? - seguía en la cocina pellizcando la comida que su madre preparaba afanosa mente para la cena.

- tendrá que hacerlo, tu padre solo quiere lo mejor para ti, y siempre ha considerado tus decisiones, es solo que nos tomaste por sorpresa. - la señora Suthiluck trataba de evitar que Kong se comiera todo antes de la cena - ve a hablar con tu padre y déjame trabajar...

Solo llevaba unas horas en casa, el y Arthit habían acordado que ese día le dirían a sus padres sobre su relación. Se despidió de su novio con una sonrisa en la cara, misma que fue desapareciendo conforme se acercaba a la oficina. Su padre ya conocía a Arthit de las veces que se habían encontrado por motivos laborales, pero no imaginaba que tipo de que tenía con su hijo. Toco la puerta con firmeza, aun tenía puesta su bata de taller y en el bolsillo de esta estaba el engrane que su novio le había dado al finalizar su práctica, ese engrane que unía sus corazones como uno solo. Respiro profundamente cuando escuchó a su padre llamarlo del otro lado de la puerta.

-¿ y si...? - Kongpob sabía lo que venía después de esas palabras, su padre buscaba la manera de enviarlo lejos.

-No hay un "y si", no voy a ir a ningún lado.

-Dame entonces una buena razón para aceptar que mi único hijo es gay- no estaba molesto, de hecho el señor Suthiluck ya lo sospechaba, aquella vez que fue a ver a Kong al trabajo escucho algunos rumores sobre uno de los practicantes saliendo con un empleado del área de ventas. Solo esperaba que ese chico del que hablaban no fuera su hijo. 

-Nunca he tenido interés en otras personas, ninguna persona me hace tan feliz como el,  cuando estamos juntos es como si mi mundo se llenará de paz, y solo quiero proteger a esa persona de cualquier daño... - la sonrisa de Kong volvió aun can mas luz al hablar de Arthit, sus ojos brillaron con tanta ilusión que su padre guardo en silencio aquel pasaje de avión directo a Inglaterra. 

-si no puedo hacerte cambiar de opinión al menos quiero conocerlo. - 

Unos días más tarde Kongpob llevaba a rastras a su novio casi empujándolo para entrar en aquella casa. Arthit tardó aquella mañana unas cuantas horas mas solo en su arreglo personal, repaso su discurso unas 500 veces, tantas que Kong había creado una tonadita con aquel texto, tardó al menos 10 minutos para que pudiera subir en la mato de su novio, ya que según el, tomar un taxi sería mas cómodo. Ahora estaban en el vestíbulo de aquella casa, y Arthit tenía ganas de salir corriendo despavorido o vomitar el almuerzo. 

-N'Kongpob, no creo que sea correcto, vengamos en otro momento. - El mayor se arreglaba la camisa por novena vez.

-P'Arthit ya estás aquí, no huyas cobardemente.- esa sonrisa ladina le indicaba a Arthit que su novio solo quería molestarlo.

-¿Quien quiere huir? tonto- arrugo la nariz desviando la mirada al escuchar a alguien acercarse. 

-Sàwatdii Kráp - Arthit junto sus manos y saludo respetuosamente. Ahora estaba listo para regresar el almuerzo, la madre de Kong era una mujer muy guapa y elegante, después de saludar adecuadamente la señora abrazó a su hijo y después a Arthit como quien abraza a la persona amada después de no verla en bastante tiempo.

-Sàwatdii no se queden aquí, vamos pasen, tu padre los espera en la oficina... - los dejo pasar, y mientras ellos le daban la espalda saco su teléfono móvil y tomó algunas fotografías de ambos.

Tanto Arthit como Kong estaban nerviosos, sus mejillas estaban rojas, a aquella oficina entro primero Arthit sosteniendo la mano de Kong. 

-oh Arthit, ¿que haces aquí? ¿tienen otro pedido?- El señor Suthiluck saludó a Arthit como si viniera a una cita de trabajo. 

-Sàwatdii Kráp - Kong estaba por saludar pero Arthit no lo soltaba, es mas, el mayor le había adelantado unos pasos dejando a Kong detrás de el protegiéndolo. No hubo mas que decir cuando el padre de Kong reparo en la forma protectora en la que Arthit se presentaba ante el, sobre todo por que parecía no querer soltar a su hijo.