4. Un mal hábito.

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ARTHIT

Después del incidente en casa de su novio, Arthit sentía sus entrañas quemarse, deseaba tanto tener intimidad con Kong, pero dudaba acerca de... bueno Arthit tenia sus dudas sobre el sexo, y no precisamente sobre hacer el amor con un hombre, por que, si bien Arthit aun se consideraba heterosexual, estaba plenamente enamorado de Kongphob, pero no se lo diría a su novio porque podría subirsele a la cabeza. 

Las dudas e Arthit estaban mas relacionadas con el bienestar de su trasero; le había dado mil vueltas en su cabeza a la idea, el sexo en una pareja hetero era sencillo solo introduces la "pieza A" en la "ranura A", así de fácil, ¿pero en una pareja gay? ni el, ni Kong tenían una "ranura A", lo que lo llevaba a la conclusión: uno de los dos tendría que ceder la virginidad de su "ranura B". Aquella conclusión lo llevaba a una nueva idea: ¿quien cedería ante el otro?, tenia el presentimiento de que ese no seria Kong.

Su novio era alto, delgado, atlético, su piel morena y dorada era tan deliciosa como el chocolate; sus cabellos oscuros enmarcando su afilado rostro. -mier&%- con solo pensar en el perfecto cuerpo de Kong, el suyo propio empezaba a reaccionar, ahora tenia una prominente erección; afortunadamente para el, estaba en la ducha; cambiar la temperatura del agua de caliente a hielo perpetuo no le ayudo lo suficiente, cerró el agua, imaginó que las manos de que le recorrían el pecho era las de Kongphob, en solo segundos la ducha se lleno de suaves gemidos. Arthit, con los ojos cerrados, acaricio su miembro erecto con la imagen de su novio.

-Kongphob... ah...- recargo su frente en el azulejo de la ducha, con una mano ocupada en el tratamiento firme de su miembro y la otra mano entretenida acariciando su propio pecho, su duda principal ataco de nuevo sus pensamientos, dirigiendo esta ultima mano hasta su trasero, tentando lentamente sus glúteos, inundado de deseo se aventuro a tocar suavemente su virgen trasero. Mientras exploraba dicha parte de su cuerpo, una corriente eléctrica le inundo el cuerpo, las caricias en su erección aumentaron la velocidad, su incursión en su trasero solo incluía un dígito aventurero, un dígito que fue suficiente para llevarlo al placer.

-Kong... Kongphob... $&#&%$ - un chorro de liquido espeso y blanquecino mancho el azulejo de la ducha, su cuerpo estaba empapado en sudor.

-P', ¿que sucede? ¿estas bien?- escuchó levemente al protagonista de sus fantasías hablando desde fuera del baño. No estaba seguro, pero era probable que Kongphob le escuchara gritar su nombre en medio de su placentera exploración. Abrió el agua nuevamente para limpiar su cuerpo rápidamente, antes de asomarse por la puerta con el cabello húmedo.

-estoy... estoy bien. ¿necesitas algo?- tenía la puerta semi abierta, y solo asomaba el rostro, su novio estaba ahí afuera preocupado.

Te necesito a ti... ese pensamiento de Kong estaba acompañado del un: necesito empujar la puerta y arrastrar a mi mojado novio sobre la cama, Arthit estaba del otro lado de la puerta, mojado en la ducha, y tocándose, Kong lo sabia, sabia lo que su novio hacia en la ducha después de, después de botarlo en la cama con una notable erección; cuando eso pasaba, y pasaba con frecuencia últimamente, Kongphob no tenía mejor remedio que acercarse a la puerta del baño y escuchar como el mayor gritaba su nombre, definitivamente era el sonido mas erótico que jamas hubiese escuchado, y se oiría mejor si no tuviera que espiarlo.

-nada P', creí escuchar que me llamabas...- escondió sus propias manos detrás de si mismo, necesitaba algo mas que a su novio pero no podía simplemente decirle: P'Arthit, ¿podrías alcanzarme los pañuelos para limpiar el desastre que hice por escucharte a escondidas mientras te masturbabas en la ducha?

-tonto- el mayor arrugó la nariz antes de cerrar la puerta y recargarse en la puerta, Kong lo había escuchado.


Durante los días siguientes le fue difícil a ambos mirarse de nuevo a los ojos, ambos se sentían culpables, uno por dejar a su novio con las ganas y esconderse en la ducha, y el otro por espiar al mayor en la ducha, por lo que ninguno dijo nada. Lamentablemente dicha situación se estaba volviendo hábito entre ellos. Tanto así, que empezaba a ser molesto para ambos. 

SOTUS XDonde viven las historias. Descúbrelo ahora