11. Más pañuelos...

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ADVERTENCIA: contenido sexual explicito. 

Kongphob empujó al mayor sobre la cama lentamente, su novio se dejo hacer, respiro profundo deseando estar solos en la casa. Le besó de nuevo lentamente. La cena podía esperar.

-Kongphob, amm, la puerta - Arthit estaba dispuesto a andar todo el camino - cierra la puerta -se deslizo rápidamente hasta la puerta de la habitación poniendo el seguro, regresó a la cama junto a su novio que buscaba algo en su maleta. 

-¿qué buscas? - las mejillas del mayor se tiñeron de ese encantador rojo que le volvía loco. Un muy avergonzado y decidido Arthit sacó la bolsita oscura mostrándola a su novio, Kongphob corrió hasta su mochila y sacó una bolsa del mismo color y de la misma sex shop.

-eres un pervertido - el mayor fingió ofenderse e intentó huir de la habitación, pero su camino fue interceptado por Kong, quien lo sujeto por la cintura y lo acorraló contra el muro más cercano.

-tu también eres un pervertido P'- sonrió ampliamente, quizás no era el lugar pero definitivamente era el momento, hoy no lo dejaría escapar. Le miro a los ojos antes de plantarle un tierno beso en los labios a su novio.

ARTHIT

Sus manos se aventuraron debajo de la camiseta de Kongphob, lentamente fue subiendo por su pecho obligandolo a levantar los brazos para quitársela por completo. Sentía las manos ajenas hacer lo mismo con su ropa. Sin la prenda de por medio, se atrevió a besarle el cuello y bajar lentamente por el pecho perlado, dejando un caminito húmedo a su paso. Se arrodilló delante del menor, con algo de torpeza desabrochó los pantalones de su novio y deslizo la prenda junto con la ropa interior hasta sus tobillo. Sin pensarlo mucho devoró la prominente erección recién liberada. Imitó lo que había visto en los vídeos, lamiendo desde la base hasta la punta, el cuello empezaba a doler, empujó a Kong sobre la cama para que se sentará y así poder tener mejor acceso a su cuerpo.

El menor apoyo sus manos sobre la espalda de Arthit, acariciando lentamente sus hombros y brazos, colocó una mano en la nuca de este guiando solo un poco sus movimientos. Su caballeroso novio no quería forzarlo, Arthit entendía que es lo que buscaba. Tragó su pene erecto tan profundo como su garganta se lo permitió, obteniendo un sonoro gemido placentero del menor, que en respuesta lo sujeto por los hombros y le indico que se pusiera de pie. Sellaron sus labios con un una serie de besos necesitados.

KONGPHOB

En cada beso podía descubrir el sabor de su propio cuerpo. Estaba fascinado con las sensaciones que invadían su cuerpo pero el quería más, necesitaba más. Sujeto a Arthit por la cintura girando rápidamente su cuerpo, haciendolo caer sobre la cama. Se acomodó sobre el, besando apasionadamente cada centímetro de piel disponible, besó su pecho y bajo por su abdomen dibujando círculos invisibles con su lengua hasta toparse con el molesto pantalón de Arthit. Con la destreza que el caracteriza, abrió el pantalón introduciendo su mano dentro de la ropa interior,  con la otra mano deslizo las molestas prendas hasta quitarlas del camino.

-P'Arthit...- estaba avergonzado pero para lo siguiente necesitaba algo de ayuda - ¿lubricante?- el mayor estiro los brazos sobre la cabeza buscando a tientas alguna de las dos bolsas oscuras que había visto antes; tomo la primera y vació su contenido en la cama, su cuerpo se tenso deliciosa mente cuando sintió la húmeda lengua de Kongphob dibujar de nuevo sobre la piel de su ingle.

Kong se dedico a probar la resistencia de su novio lamiendo y mordiendo cuanto podía, pasó su lengua por en medio de los glúteos de su novio provocando que este emitiera un fuerte gemido al tiempo que enredaba sus dedos en su cabello. Siguió jugando con su lengua por aquella zona disfrutando cada espasmo de placer que provocaba. Tomó la botellita que le ofrecía Arthit y con su contenido empapo sus dedos, introduciendo uno lentamente. Con la mano disponible obligo al mayor a colocar sus piernas sobre sus hombros, dejando aun mas espacio para su erótica exploración. A ese dígito le siguió otro, y después otro, mientras sus dedos buscaban el punto ideal su lengua seguía torturando su erección. Tal parecía que había logrado su objetivo cuando su novio grito su nombre suplicante mente.

Kongphob dejo caer un poco mas de lubricante en el cuerpo de Arthit y sobre su miembro también; se recostó sobre el mayor pasando sus brazos por debajo de la espalda ajena para sujetarlo por lo hombros mientra presionaba lentamente en su interior, muy lentamente. Arthit cerro los ojos, se aferro a la espalda del menor cuando sintió su cuerpo ser invadido.

Lentamente comenzó a mover sus caderas, buscando el punto dulce de su amado, con cada embestida se escuchaban los eróticos gemidos que emitía el mayor, a este, ya no le importaba mucho si sus padres escuchaban, estaba dispuesto defender a su amor, a su novio y todo lo que tuviera que defender. Los pensamientos de Arthit empezaban a difuminarse y eran reemplazados con la imagen de Kong perforando su cuerpo. 

ARTHIT

Al abrir los ojos de nuevo, se encontró con la inconfundible sonrisa de Kong que indicaba cuanto estaba disfrutando, a veces la sonrisa se torcía un poco, el joven se mordía los labios para no gemir, Arthit enredo sus dedos en el cabello de este jalando su rostro mas cerca y poder besarle, ese gesto posesivo parecía gustarle a Kongphob, ya que cada vez que el mayor lo hacia Kong golpeaba su interior con más fuerza llegando hasta el fondo.

-Kongphob... más... más...- Levantó sus piernas acomodándolas detrás de Kong, su cuerpo se retorcía con cada embiste, el menor aumentaba la velocidad, logrando que la habitación se inundara de una erótica sinfonía de gemidos. 

El menor movió su cuerpo un poco para poder tomar entre sus dedos el pene erecto de Arthit, moviendo su mano al ritmo de sus embestidas, sus cuerpos empapados en sudor, llenos de pequeñas marcas rojizas estaban al borde del placer. Solo unos segundo mas fueron suficientes para que Arthit se retorciera de placer debajo de su novio. Mientras su mano se llenaba de la esencia blanquecina del mayor, Kongphob aceleró el ritmo de sus embestidas dejándose llevar, llego al clímax solo unos segundos después que Arthit, gritando su nombre.


-Arthit...- recargó su frente en el pecho de este, sonriendo satisfecho.

-Kongphob...- la voz de Arthit sonaba cansada pero con un toque divertido - ¿puedes darme mas pañuelos?


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