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Shel

Él se quedó estupefacto ante mí reacción. Luego sonrió al escuchar que lo ayudaría. Así que mientras más antes sepa, más antes sabré las reglas del juego. Aquí debemos resolver el misterio de los asesinatos, debemos tener sospechosos, testigos todo...tipo una serie policial.
Iba a ser el último año aquí, no me molestaba la idea de que hacer algo inesperado, en mi casa mis padre jamás estaban, y tenía un hermano en la secundaria, mi madre y el jamás los veía. No sabía nada de ellos a estas alturas tampoco me importaba.
No se, era la primera vez que había sentido emoción por hacer algo. Normalmente, todo era completamente absurdo, y todas las actividades me parecían inútiles. Ni mis supuestas amigas me parecían importantes.
No tenía sueños, ideas del futuro, no tenía ganas de saber que fue del día de los demás, no me gustaba ser empática, si nadie antes lo fue conmigo.
Por primera vez, me entusiasmé con algo en mi vida aparte de leer o escuchar música.
A la mañana siguiente, fui con un pensamiento pícaro de ver como resolver este enigma, cuando Luke me pidió que llegue temprano para ir a la biblioteca, me pareció muy interesante.
Y lo hice. Apenas entré, me di cuenta que era la primera vez que iba allí, casi toda la secundaria en esta escuela y jamás se me había ocurrido ir a la biblioteca. Era amplia, linda, silenciosa. Había una hilera de computadoras la cual eran bastante antiguas, eran de escritorio y un par de impresoras. Una mujer estaba allí con cara de cansancio, debe tener alrededor de setenta años por las arrugas en su rostro, con el pelo recogido en un rodete, unos lentes grandes y ropa bordo.
Me pregunte donde estaba Luke, y cual seria la mejor forma de engatusarlo para sacar información. Pero claro, no iba a tener una relación muy estrecha con él, pero hacer el amague, nunca debería faltar.
-Hola, Shel-lo encontré atrás mío.
-Hola...-desvíe la mirada con poco interés-¿para qué vinimos aquí?
El sonrió y me dijo que lo siguiera hasta las mesas cerca de la computadora, me invito a sentarme al lado suyo, y encendió la computadora.
-¿Trajiste la nota?
Asentí y se la entregué. Cuando la dio vuelta, había unos números.
-421386444444213862222...-dijo Luke, nombrando cada número de la nota tratando de analizar que significa-este número. Es nuestra pista hasta ahora, y la computadora número 13, es la segunda pista.
-¿Por qué la computadora es una pista?
-Cada profesor tiene una computadora, que dice sus horarios, y todos los trabajos que necesite imprimir o toda la información que requiera, están aquí. El profesor que usa esta computadora es de Ciencias, James Armstrong, y revisando los archivos de esta computadora, encontré estos números. Y un documento en Microsoft Word que tenia un montón de números algo extraños.
Me mostró un listado, lleno de números.
4213864111142138641111 éxito
4213864111142138642222 éxito
4213864111142138643333 éxito
Así continuamente, hasta el 4213864444442138642222 que decía error.
-Esto...que significa...?-Luke me miró y sonrió.
-Investigo esto durante un año, y viendo el historial de la escuela, encontré alrededor de 7 muertes de alumnos en la escuela, tengo algunos sospechosos pero nunca conseguí evidencia suficiente para confirmarlo. Llegué a la conclusión de que estos números, son las víctimas. Y tú eres la única que sobrevivió, tu número de identificación es el único que dice error. Investigando las víctimas, suelen ser alumnos con bajas notas, y que no son sociables, y también sufren de...
-Depresión. -respondí por él.
Sonreí curiosamente. Unos 7 suicidas le cumplieron su deseo, que irónico que yo que estoy entre ellos decidí ayudar a encontrar el asesino.
-Exactamente, esos son los patrones de las víctimas. Casi mueres en ese baño, lo que no sé, es como es que hizo para encerrarte, ni como hizo para que se cortara la luz, ni los gritos...
-¿Tu escuchabas todo eso?-pregunté.
El asintió.
-Es que no se me ocurre como es que hizo todo eso...no se bien como fueron las muertes de los estudiantes, ah otro patrón. Son todas chicas.
No se porqué eso me dio gracia.
-Te tengo una pregunta. ¿Y si es un alumno? Tú tranquilamente podrías ser el asesino-dije en todo juguetón.
Él sonrió.
-Si pero, tiene que ser por lo menos alguien que haya estado más de 15 años en esta escuela, tengo 17, al igual que tú, preciosa. Las víctimas son desde el 2004, estamos en 2019.
Sus palabras eran ciertas. No tendría sentido alguno si fuera así.
Luke me miró sonriendo, yo tenía que comprobar si podría confiar parcialmente en el, nada me lo aseguraba. Su palabras su postura, no mostraban debilidad, era una desventaja. Un chico como el era muy inteligente estaba muy confiado.
Sus ojos verdes eran enigmáticos. Su cabello despeinado, sí. Era lindo.
Pero igual que me haya acosado, ya me parecía medio obsesivo. Y había algo raro, como que porqué mierda un chico que me acosaba, fuera tan directamente a confesarse a mí, yo no le di una respuesta.
-Por cierto, Shel. Mentí.-mi corazón se detuvo. A que se refería?-comprobando tu personalidad fría, insensible, antipática y suicida...una confesión directa jamás la hubieras aceptado. Y actuaste muy falsamente....
-¿A...a...qué te refieres..?
-No estoy enamorado de ti, te conocí ayer y te investigué en base a la información que pude sacar de medio de tus amigas, y los archivos escolares, nada más. Jamás te acose. Incluso sospeché que intentarías manipularme...analizando que sospecharas sobre mí en primer lugar me aseguró más que no te gustaba en absoluto, aparte...cualquier mujer enamorada por lo menos sonríe, tú solamente...me analizabas como un robot.
Sonreí. Sonreí con bronca.
No pude vencer sus deducciones, este cerebrito es más inteligente de lo que me había imaginado. Su comportamiento era calculador, perspicaz...si lo rechazaba...tendría un plan, si no, también.
-Vaya...me sorprendes Luke. No me esperaba esto de ti, te subestimé.
Me respalde en la silla y me cruce de brazos.
-Felicidades. ¿Ahora que quieres de mí?
Me rendí. No podría manipularlo aunque quisiera, el tenía otro nivel, más experiencia así que solo me quedaba aliarme con él.
-Que me ayudes, que finjas una relación conmigo de noviazgo para no levantar sospechas de tus amigas, que me ayudes a investigar los casos, los sospechosos y que el asesino salga a la luz. Y por supuesto...que no le digas a nadie sobre esto y que confíes en mí que yo fingí una confesión para comprobar tu nivel de viveza, y sí. Aprobaste te quiero en mí equipo.
-Esta bien, no lo discuto. Pero yo también tengo condiciones. Quiero que no me ocultes ninguna información y si me entero abandonaré este proyecto en su totalidad y te inculparé. Tengo mis métodos para hacerte caer si quiero. También quiero que no pienses que entre nosotros habrá algo, podemos actuar, pero todo será falso. No tienes ninguna posibilidad conmigo ¿quedó claro? Después de esto no se que será de mí, así que pienso divertirme. Tu no me mandas, no eres mi jefe.
Objetivo: manipular a este cerebrito para adquirir información.
Obstáculo: su inteligencia y predicción constante.
Lo primero es que el no sepa mis cartas. Es decir, todo los recursos, ventajas y desventajas. Y luego tratar de descubrir las suyas. Que interesante.
-Tranquila bonita, no te pienso someter a nada-dijo con tono juguetón.
Extendí la mano hacia él y el la tomó. Tenía rara la temperatura, esperaba que sudara al menos algo tenía que influir en él pero no para el simplemente tenía temperatura perfecta. La que sudaba era yo.
-¿Trato...?
-¿Me tienes miedo?
-No
Desvíe la mirada. Sus ojos me acechaban demasiado me incomodaba.
Apretó mi mano con más fuerza.
-Te protegeré Itsel Sheeran. Te protegeré. Te juro por mi vida que lo haré.
No confíe en su totalidad de sus palabras ni sus ojos, podría estar mintiendo porque necesitaba resolver el caso. Pero igual quise darle una oportunidad.
-Ahora te tomaras muy en serio tu papel de novio ¿no?-pregunté.
Sus ojos se desviaron por una milésima de segundo donde al instante volvieron y acercó su rostro al mío, después de todo este tiempo había una silla y nunca decidió sentarse prefirió estar parado por alguna curiosa razón.
Retrocedí apenas noté que sentía su respiración en mis labios.
-¿Qué tal ahora...? Si somos ''novios'' tendríamos que besarnos con completa normalidad y confianza...
Me sonrió y fruncí el ceño para evitar sonrojarme. En estos 18 años de mi vida, jamás bese a nadie. Puaj. Un beso sigue siendo un acto sexual, no pienso perder el tiempo relacionándome con eso...no me importa que tan atractivo pudiese ser.
-No soy tu novia real, fingimos, puedo aparentar pero no te pienso besar, que asco antes me cuelgo de una soga...sería menos tedioso.
Él volvió a sonreír.
-Hay que hermosa sos siendo fría-dijo con una pisca de sarcasmo-.
Escuché la campana de que debíamos entrar a clase.
Así transcurrió aburrido el día después de lo que ocurrió a la mañana hasta un suceso extraño en el último recreo.
Todos se habían ido del aula, menos yo y una niña más. Analía Timburhood.
La miré y la ignoré y me centre en la música que escuchaba. Pero, la música se detuvo y el cabello de Analía cubría su rostro, no me percaté de su expresión.
En un momento a otro, vi un líquido rojo en su asiento. Y reaccioné.
Me saqué los auriculares de un tirón, y los dejé en mi pupitre y me dirigí corriendo a donde ella estaba. Se estaba cortando el brazo con una navaja.
-¡ ¿PERO QUÉ MIERDA HACES?!
Le quise quitar la navaja y no me dejaba, tironee varios minutos hasta que soltó.
Ella balbuceaba cosas, no la entendí.
-Déjame Itsel...déjame en paz...
-¡¿Qué te pasa?! ¡No puedo permitir esto!
Agradecí que los tajos no eran en las venas, se lo había hecho en el brazo no en la muñeca pero igual...estaba sangrando mucho.
Nora y Lily entraron, Lily gritó y Nora salió corriendo supuse que era para decirle a los profesores, pero pasaron unos minutos y no volvía.
Después de un rato, el director llegó y un profesor la llevó a la enfermería.
Su mirada era tan inexpresiva que no sabía que había pasado.
Me ofrecí a limpiar la sangre del pupitre, ya que nadie iba a querer.
Entonces debajo de su pupitre encontré una nota.
"Eres hermosa, tu cabello largo, tus ojos, todo de ti es hermoso...
Se vería mejor con unos ojos sin brillo.
Se vería mejor con rojo carmesí en tus brazos...

Ya que para todos sos un objeto, pregúntale a Kevin Freemore"

Y atrás el número 4213864444442138643333, lo que indicaba que era alguien después de mí...
Curiosamente Kevin Freemore es el ex de Analía. Y si empezó a cortarse el brazo por ese idiota pues es muy tonta.
Kevin era el chico más mujeriego superficial del curso, no se me ocurre porque están tantas con él.
Esas mismas palabras que dije en mi cabeza anteriormente al quedarme con la nota fueron las que le dije a Luke a la mañana siguiente. El se quedó perplejo ante mis palabras.
-Me pregunto si tendrá relación que sea tu curso otra vez... qué letra de curso es...?
-Sexto año B-respondí-¿Analía esta bien?
Él asintió.
Estábamos en la puerta de la escuela hablando sobre ella, y Lily se nos acera con un sándwich de jamón y queso y una Coca-Cola.
-¿Shel? Qué chico más lindo ¿es tu primo?
El sonrió divertido por la situación y aprovechó. Me rodeó con el brazo y me besó la mejilla. Sentí un cosquilleo que invadió mi cuerpo completamente, como una descarga, o cuando te sobresaltas por algo, no se explicarlo simplemente me tomó por sorpresa.
-Lo siento primor, este Iceberg de hielo es mi novia.
Ella me miró, luego a Luke, de nuevo a mí y se puso a reír fuerte.
-Lo siento, lo siento, ¿ustedes son pareja? ¿En serio? No puedo ni imaginarlo con lo fría y mala onda que alguien se enamore de Shel...
-¿Perdona?
-Si pero tiene sus momentos cursis...sus momentos melancólicos y sus momentos felices no es una chica completamente fría solo le gusta estar sola...
Curiosamente esas palabras me mataron. Es como que esas cosas podrían definirme, nadie me conocía leyendo una novela, llorando o riendo. Nadie.
Se hizo rutina que las palabras de Lily y Nora hicieran ecos en mi oído, logrando que los días se hicieran más cortos.
Luke estaba siempre o conmigo o en la biblioteca buscando respuestas. Estaba segura que había algo qué quería averiguar.
No sabía que quería saber de mí.
Algo quería confirmar.
Tenia que averiguar qué.