Último Recurso

32 8 0
                                    

Roxy

La noche cayó rápido. Muy rápido.

Mi vida cambió completamente cuando Luke y Itsel aparecieron en ella.

De forma que si no fuera por ellos ahora no estaría en la casa de Luke.

Itsel ya se había ido, parecía media molesta con él.

No entendía su relación, pero me daba envidia de alguna manera.

Me pregunte que querría Luke que hiciera para entretenerme en su mansión mientras ellos resuelven el caso.

Fui directa.

-Luke...yo...¿Y ahora que hago?-ni siquiera tenía cosas que podría decir que son para desempacar.

El se quedo pensativo. Durante varios minutos hasta que giro la mirada hacia donde estaba y sonrió levemente.

-Primero que nada, sentirte cómoda. Estableceré algunas reglas que necesito que cumplas, así nadie sale herido.

1 No salir de la casa.

2 No entres a mi habitación ni bajes las escaleras.

3 Si quieres irte, tienes que enfrentar a Max.

-¿Quién es Max?-pregunté.

-Es mi pastor alemán...jeje-trague saliva- podes hacer preguntas y trataré de responderlas, pero hasta no saber que pudo confiar en ti no te contaré información que no te incumba.

Si necesitas algo, o estás en peligro, llama al número fijo en la pared de tu habitación. Tienes que marcar 7080 y contactaras al sistema de seguridad.

Y si necesitas hablarme personalmente, mantén apretado el número 5, y me llamarás.

Mi cabeza empezó a dar vueltas. No entendía que decía, estaba algo confundida.

-Y una última cosa. Dame tu celular.

Lo último me tomó por sorpresa. Dude en que iba a hacer con él, pero tenía que oponer algo de resistencia por cualquier cosa...

-¿Para qué?

El cambió la dulce mirada por unos ojos súper serios y sombríos.

-¿Quieres acaso que descubran tu ubicación?-su tono fue completamente diferente a como era hace un rato.

Me sentí aturdida mentalmente, era como si de repente el no fuera mi compañero de clase, el chico lindo y nuevo, simplemente mi tutor.

Saque mi celular de mi bolso y se lo entregué, el cambio de expresión.

-Ahora, lo siguiente que voy a hacer quizá te duela un poco...

Me asusté, muchísimo. ¿Qué haría? ¿Me pegaría? ¿Me inyectará algo? ¿Me envenenara? ¿Acaso ellos eran los que querían matarme?

Para mi sorpresa, el no hizo ninguna de mis miedos.

Tomó mi celular con las dos manos y con un movimiento frío, calculador y preciso, quebró de tal forma mi móvil que pegué un grito por el miedo que me provocó.

Toda la pantalla quedó destrozada, igual que la batería... Y la funda.

Me aguante las lágrimas.

-¿Porqué... Porqué hiciste eso?

-Porque se puede rastrear tu ubicación por medio de él. Solo necesitas que esté con una cuenta de lo que sea, anclada a tu celular o a tu Gmail, o con simplemente el play store para hackearte con un satélite. Toda persona debería saber eso si quiere desaparecer del mapa-sus palabras eran tan frías y precisas que parecía que hablaba con un robot sexy y manipulador.

Readme.exeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora