KING DRAGON [ WONGLUNG] BANANA FISH.

Capitulo Diez: psycho.

Tenía la vista fija en la ventana, las gotas de lluvia empezaban a empaparla y agradecía ya haber ido a esos lugares aburridos a supervisar a cada uno de los jefes de las zonas. Estábamos camino hacia dónde estaría Ash y para mi sorpresa ya estaba ahí, Golzine llegó y luego Blanca, estaba muy guapo. Hong-Li se bajó para tomar la sombrilla y cubrirme, solo camine un poco para estar frente a el rubio que ahora parecía una fiera acorralada.

—Eres puntual ¿Lo tienes? —Pregunté mirándolo con determinación, solo sacó de su chaqueta un sobre y debo confesar que al principio juré que sería un arma. —Bueno, sabía que podías hacerlo. —No dude en soltar una pequeña sonrisa, adoraba que las cosas salieran a mi manera. Miré hacia atrás a Golzine para sonreírle. —Todo está hecho, Monsieur.

—Maravilloso trabajo, Yut-Lung. Admirable. —Se quitó su sombrero ante mi dejándome ver su calvicie, sin duda éramos más que iguales. Bueno, yo era más que un igual para ese viejo, ¿Qué no le avergonzaba, un chico de dieciséis enseñándole como hacer las cosas? —Sus hombres tomaron al Dr. Y a Ash, pobre infierno le esperaba. Por un momento sentí pena pero solo camine de vuelta a mi auto cuando escuché a Blanca hablando con Dino, su contrato con el acabaría y si así era lo podía contratar yo.

Espere que se fuera Golzine para quedarme a solas con Blanca, le indiqué a Hong que me esperara en el auto porque hasta la lluvia ya se había detenido.

—¿De qué hablaron tu y Ash? —Fue lo primero que se me vino a la cabeza, me cruce de brazos admirando a ese hombre de casi dos metros. Me dio una sonrisa y se acercó a mi.

—Acabo de decirle que vuelva con el señor. —Entrecerró sus ojos observándome.

—Hm, que así sea. —Camine mucho mas hacia el mirándolo de arriba abajo, quería ser descarado y que viera lo interesado que estaba por el. —Tú trato con el señor esta terminado ¿correcto? —Me cruce de brazos de nuevo. —Blanca, ¿no trabajarías para mi? —Pregunte con mucha seguridad.

—Me niego. —Abri mi boca y mis ojos, me sorprendio eso ¿Cómo me iba a decir que no a mi?

—¿Ni siquiera lo consideraras? —Frunci mi ceño, me había molestado que ni lo pensara.

—Ya me he retirado, esta fue solo una excepción. —Intentó explicar con calma. —¿Hay alguien que estés ansioso por eliminar? —Solo una persona se me vino a la mente:

—Eiji Okumura. —Dije de mala gana.

—¿Por qué desprecias tanto a ese chico japonés? El es solo un niño inocente. —Esas palabras las odiaba con mi vida, lo veía como un estorbo y ¡LO ODIABA!

Tome un poco de aire para suspirar, no iba a perder mi tiempo con el por un tema tan estupido como lo era ese idiota. Caminé hasta el auto, abrí la puerta para darle una ultima mirada. Mientras me abrían la puerta también le dedique unas palabras. —No lo olvides. No me he rendido. —Sonrei un poco malevolo. —Te encontraré incluso en el caribe. —Entré en el autocerrando la puerta, lo mire por el espejo leyendo sus labios "que miedo" fue lo que dijo. Como el vidrio estaba abajo le di una sonrisa amplia. —Buenas noches, Blanca... Nos encontraremos. —Dejé que el vidrio subiera mientras el auto avanzaba.

—Hong, envíale una invitación para ir a cenar. —Voltee a verlo. —¿Ya saben dónde se hospeda? —El chino asintió. —Bueno, díganle que mañana quiero ir a cenar con el. —Ladee un poco mi cabeza. —¿Algo más que deba saber? —Me pasó un sobre un poco grueso.

—Señor, todo eso es lo que hemos encontrado. —Sonrei tomándolo, tenía casi toda la vida de Blanca en mis manos. Me aprendí casi todos los detalles mientras iba de regreso a la mansión, era un hombre muy interesante y sin duda tenía que tenerlo cerca.