Capitulo Tres: Almohada W

373 42 11
                                    


—¿Dónde estoy? ¿Chinatown? —Preguntó con lentitud, imagine que igual se le hacía difícil mover libremente los labios o su cuerpo, era parte del efecto en reversa del banana fish y no sé qué tan rápido su cuerpo lo asimile para sanar todo lo que fue afectado.

—No, estás en mi casa. —Volví a pasar mi mano por su mejilla sonriendo. —Renaciste, Shorter Wong... —Sus ojos me analizaban a detalle, parecía estar a la defensiva.

—¿Por qué no me puedo mover? Maldito Yut, sácame tus asquerosas agujas...

—No son las agujas. —Deslicé un dedo hasta su pecho. —¿Recuerdas algo? —Me fulminó con la mirada, dejé mi dedo sobre la herida de bala para hacer presión a su alrededor. —¿Y eso? —Cerró los ojos aguantando un poco el aire.

—Ash... —Murmuró, asentí con una sonrisa aplaudiendo un poco.

—¡Hey, si adivinaste! —Arrugó su frente.

—Todo parece un sueño, Eiji... ¿Cómo está él? —Puse mis ojos en blanco, maldito Eiji y todos con su obsesión por ese japonés idiota.

—Para mi mala suerte, bien.

—¿Y Ash? ¡Tengo que ir! —Negue. —No sé qué fue real...

—No te vas a ir al menos que me ayudes con lo que quiero... —Cruce mis brazos apoyado en mis piernas.

—He hecho demasiadas cosas por los malditos Lee, Yut —Escupía con rabia.

—No lo harás por ellos, créelo que ese mismo odio que sientes por ellos lo tengo yo. —Relajó un poco las facciones. —Digamos que será un favor por salvarte del... Banana Fish. —Guiñé. Me dio una mirada de confusión. —Shorter, intentaste matar a Eiji por culpa del Banana Fish, luego Ash te disparó por eso. —Abrió ligeramente sus labios. —Tú mejor amigo quiso matarte... Y te salvé. —Encogió un poco sus hombros. —Ash nunca falla un tiro y mírate...

—Estás diciendo puras mentiras, si él lo hizo fue porque no tuvo opción. —Miró hacia otro lado, de verdad no me creería y lo podía notar en su rostro. —No voy a creer en una maldita serpiente como tú.

—Piensa lo que quieras. —Encogí mis hombros, me senté del otro lado de la cama para acostarme. —Me lo debes de todas maneras. —La puerta de la habitación sonó varias veces para que luego entrara Hong-Li con una bandeja dónde tenía la cena.

—Señ... —Le hice señas.

—Pasa, déjalo y te vas. —Siguiendo indicaciones lo hizo sin dudarlo, dejó la bandeja encima de la cama para luego irse, guardé silencio mirando la comida.

No tenía hambre ni tenia apetito para nada, me había quedado con un mal sabor de boca luego de que Wang-Lung se fuera.

—¿Tienes miedo que te envenenen acaso? —Volteé a ver al chico que ahora movía un poco la cabeza a mi lado, me asombraba lo rápido que estaba haciendo efecto el suero, en algunas horas puede que ya le permitan mover los brazos.

—Lastimosamente me daría cuenta antes. —Encogí mis hombros, intentaba sonar indiferente, pero creo que en mis palabras se notaba un poco de tristeza. —Sí alguien logra hacerlo sin duda se ganaría mis respetos.

No sé si llamar lo siguiente que pasó a un silencio incomodo, Shorter solo me observaba.

Tomé un pedazo de pan, el chuchillo y un poco de mantequilla para untarle.

Quería intentar engañarme a mi mismo para que me animara a comer, pero ni siquiera teniéndolo en mi boca y dándole un pequeño mordisco me provocó a comer más.

KING DRAGON [ WONGLUNG] BANANA FISH.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora